Cuando comenzó esta experiencia con la visita a los barrios del sur, ocho días atrás, nadie podía imaginar que una sencilla actividad de campaña despertaría tanto fervor en los cuatro puntos cardinales de la Capital; sin embargo, salida tras salida se multiplicaron las muestras de apoyo y afecto hacia los candidatos de Lucía.
El encuentro cara a cara con los vecinos, las caminatas casa por casa, y la propuesta de escuchar las inquietudes de cada barriada, generó una movilización masiva de militantes de toda la vida y también de familias que no tienen actividad partidaria, y se sumaron paulatinamente a partir de los cambios que viven en cada sector. En conjunto, la iniciativa de las caravanas fortaleció notablemente el vínculo de la gente con quienes los representarán en el Congreso de la Nación.
Néstor “Chicho” Tomassi y Silvia Moreta candidatos a diputados nacionales del Frente Para la Victoria, iniciaron ayer la sexta caravana acompañados por Lucía Corpacci; Dalmacio Mera y Raúl Jalil, y si una palabra define lo que fue este recorrido desde su inicio, es la alegría.
Desde la salida en la intersección de Ahumada y Barros y Sánchez Oviedo, alrededor de 300 vehículos siguieron el paso de Lucía y sus futuros legisladores nacionales.
Durante todo el camino el acompañamiento popular fue impresionante, pero sobresalieron especialmente algunas concentraciones impactantes, como las que se observaron en Deodoro Maza y Ahumada y Barros, y en la calle Bonifacio Cobacho, ya en el corazón del barrio San Antonio Sur.
La recepción fue fantástica, y a diferencia de otros barrios, aquí esperaban a los candidatos con un clima mucho más festivo y triunfal. Casas embanderadas, chicos y grandes con remeras del FPV, bocinazos y música daban calor y color al itinerario, que encontró uno de sus puntos más altos frente a la sede del Centro Integrador Comunitario, el CIC Sur que conduce Normita Quinteros.
“¡Cómo cambian las cosas! De acá nos corrían, teníamos que pedir permiso para entrar a un salón, la municipalidad lo manejaba como una oficina y nos cerraba las puertas por peronistas. Ahora esta es la casa de los vecinos, y vienen chicos de toda la zona, vienen profesores, dictan talleres, y a nadie le preguntamos de qué partido es sino qué quiere hacer por el barrio”, contaba Norma enfervorizada, a pocos días de haber celebrado el sexto cumpleaños de la institución.
Una pancarta de casi cuatro metros de largo resumía el sentir popular con la leyenda “¡Ahora sí, el Sur también existe, carajo!”, en clara referencia al final de los años de postergación y olvido que se padecieron antes del inicio de la gestión de Raúl Jalil y Lucía Corpacci.
La respuesta de la gente tiene sus motivos. Carlos Noriega, dueño de un pequeño kiosco, aseguraba con orgullo que: “En menos de dos años Lucía nos visitó más veces que todos los gobernadores de la historia, hasta el desfile del 25 de Agosto lo hizo en esta parte de la ciudad. Dejamos de ser el último orejón del tarro y eso los vecinos lo viven con mucha felicidad. Esperamos muchos años para esto…”.
Conexiones al sistema de distribución de energía eléctrica, mejoramientos habitacionales, limpieza de calles, garrafas para todos, pescado para todos, el programa Catamarca con Todos, Salud en los barrios, atención en las postas, asistencia de Desarrollo Social, jornada extendida en las escuelas públicas, con la oportunidad de que chicos olvidados se integraran a clases de natación, ajedrez o música; playones deportivos, oportunidades de trabajo, formación de cooperativas… fueron muchísimos los trabajos que se realizaron en la zona, muchas razones que explican por qué familias enteras salen a las calles a retribuir el afecto a Lucía.
También se reunió una multitud junto al flamante playón del club Vélez Sársfield, y la fiesta siguió por José Martí y Avenida Colón, donde decenas de vecinos en moto y a pie, se sumaron a la caravana.
El gran final tuvo lugar en el histórico barrio de La Tablada, frente a la sede del club Estudiantes, donde los vecinos expresaron, como en cada punto de la ciudad, su voluntad de acompañar a Chicho, Silvia y Octavio, los nombres de Lucía para representar a Catamarca en el Congreso.
El encuentro cara a cara con los vecinos, las caminatas casa por casa, y la propuesta de escuchar las inquietudes de cada barriada, generó una movilización masiva de militantes de toda la vida y también de familias que no tienen actividad partidaria, y se sumaron paulatinamente a partir de los cambios que viven en cada sector. En conjunto, la iniciativa de las caravanas fortaleció notablemente el vínculo de la gente con quienes los representarán en el Congreso de la Nación.
Néstor “Chicho” Tomassi y Silvia Moreta candidatos a diputados nacionales del Frente Para la Victoria, iniciaron ayer la sexta caravana acompañados por Lucía Corpacci; Dalmacio Mera y Raúl Jalil, y si una palabra define lo que fue este recorrido desde su inicio, es la alegría.
Desde la salida en la intersección de Ahumada y Barros y Sánchez Oviedo, alrededor de 300 vehículos siguieron el paso de Lucía y sus futuros legisladores nacionales.
Durante todo el camino el acompañamiento popular fue impresionante, pero sobresalieron especialmente algunas concentraciones impactantes, como las que se observaron en Deodoro Maza y Ahumada y Barros, y en la calle Bonifacio Cobacho, ya en el corazón del barrio San Antonio Sur.
La recepción fue fantástica, y a diferencia de otros barrios, aquí esperaban a los candidatos con un clima mucho más festivo y triunfal. Casas embanderadas, chicos y grandes con remeras del FPV, bocinazos y música daban calor y color al itinerario, que encontró uno de sus puntos más altos frente a la sede del Centro Integrador Comunitario, el CIC Sur que conduce Normita Quinteros.
“¡Cómo cambian las cosas! De acá nos corrían, teníamos que pedir permiso para entrar a un salón, la municipalidad lo manejaba como una oficina y nos cerraba las puertas por peronistas. Ahora esta es la casa de los vecinos, y vienen chicos de toda la zona, vienen profesores, dictan talleres, y a nadie le preguntamos de qué partido es sino qué quiere hacer por el barrio”, contaba Norma enfervorizada, a pocos días de haber celebrado el sexto cumpleaños de la institución.
Una pancarta de casi cuatro metros de largo resumía el sentir popular con la leyenda “¡Ahora sí, el Sur también existe, carajo!”, en clara referencia al final de los años de postergación y olvido que se padecieron antes del inicio de la gestión de Raúl Jalil y Lucía Corpacci.
La respuesta de la gente tiene sus motivos. Carlos Noriega, dueño de un pequeño kiosco, aseguraba con orgullo que: “En menos de dos años Lucía nos visitó más veces que todos los gobernadores de la historia, hasta el desfile del 25 de Agosto lo hizo en esta parte de la ciudad. Dejamos de ser el último orejón del tarro y eso los vecinos lo viven con mucha felicidad. Esperamos muchos años para esto…”.
Conexiones al sistema de distribución de energía eléctrica, mejoramientos habitacionales, limpieza de calles, garrafas para todos, pescado para todos, el programa Catamarca con Todos, Salud en los barrios, atención en las postas, asistencia de Desarrollo Social, jornada extendida en las escuelas públicas, con la oportunidad de que chicos olvidados se integraran a clases de natación, ajedrez o música; playones deportivos, oportunidades de trabajo, formación de cooperativas… fueron muchísimos los trabajos que se realizaron en la zona, muchas razones que explican por qué familias enteras salen a las calles a retribuir el afecto a Lucía.
También se reunió una multitud junto al flamante playón del club Vélez Sársfield, y la fiesta siguió por José Martí y Avenida Colón, donde decenas de vecinos en moto y a pie, se sumaron a la caravana.
El gran final tuvo lugar en el histórico barrio de La Tablada, frente a la sede del club Estudiantes, donde los vecinos expresaron, como en cada punto de la ciudad, su voluntad de acompañar a Chicho, Silvia y Octavio, los nombres de Lucía para representar a Catamarca en el Congreso.
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