La cifra no es menor si se toma en cuenta que son individuos con una enfermedad crónica que produce altos costos en los servicios de salud y que cada vez es mayor su prevalencia. Proyecciones globales calculan que, para el año 2030, 438 millones de personas padezcan esta afección, la cual aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
En Argentina, se estima que hay dos millones y medio de personas con diabetes. La proyección para el año 2020 alcanzaría a 4 millones de argentinos, lo que llegaría a significar una prevalencia del 9,6%. Otro dato importante es que los resultados de las campañas de detección de la diabetes oculta indican que el 50% de las personas con diabetes desconocen que tienen la enfermedad y, por lo tanto, no reciben tratamiento. En este sentido, es fundamental llevar adelante un abordaje y tratamiento multidisciplinario en el cuidado de los pacientes con diabetes.
Enfermedad crónica
"La diabetes es una enfermedad crónica que incapacita al organismo a utilizar los alimentos adecuadamente. Al ingerir los alimentos, éstos se descomponen convirtiéndose en una forma de azúcar denominada glucosa, que es el combustible que utilizan las células para proveer al organismo de la energía necesaria. Para metabolizar la glucosa adecuadamente, el organismo necesita una hormona producida en el páncreas llamada insulina", explicó la doctora Luján Forti del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), cardióloga especialista en diabetes.
Así, la insulina trabaja permitiéndole a la glucosa ingresar en las células para que éstas la utilicen como combustible, manteniendo a su vez los niveles de glucosa en la sangre dentro del un rango normal (70 a 110 mg./dl). Las personas que no producen suficiente insulina para metabolizar la glucosa tienen diabetes tipo 1, que por lo general se diagnostica en la infancia y requiere para vivir de la aplicación de la insulina.
"Por otro lado se encuentra la diabetes tipo 2 que es la más frecuente (90% ), en la cual el organismo produce insulina pero esta no trabaja eficientemente, por lo tanto la glucosa no puede ingresar en las células para ser transformadas en energía y se acumula en la sangre en niveles elevados, que dañan las arterias. La diabetes tipo 2 generalmente se diagnostica tarde, alrededor de un 30 a un 50 % de las personas desconocen su problema por meses o años. En los estudios de sujetos con diabetes recién diagnosticada, ya tienen enfermedad cardiovascular entre el 20 y 30%, entre otras alteraciones", agregó la especialista.
Diabetes y corazón
La relación entre la diabetes y la enfermedad cardiovascular es muy alta, se diría que íntima. "En primer lugar los pacientes diabéticos en su mayoría tienen la presión elevada (hipertensos), el colesterol en niveles altos (dislipemia), sobrepeso u obesidad, todos los mismos factores que favorecen el desarrollo de enfermedad coronaria", indicó Forti, que también es coordinadora del Centro de Diabetes del ICBA.
"En segundo lugar ser diabético de por si aumenta al doble el riesgo de tener un infarto en hombres, y lo cuadriplica en la mujer. También aumenta a dos veces la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular. Y a cuatro veces, la probabilidad de tener una obstrucción en las arterias de la piernas. Cuando un paciente es diabético, no sólo tiene más riesgo de sufrir un infarto, si no que éste es más grave y de peor pronóstico. "Es importante tener en cuenta que el 70-80% de las muertes de los pacientes diabéticos son de causa cardiovascular", agregó.
Estudios en la Argentina
El estudio A1chieve realizado en 8 países del mundo incluyendo Argentina tomó una foto del estado de control de los pacientes de las personas con diabetes. Se registraron en distintas pacientes su parámetro de control glucémico llamado HbA1c, cuyo valor normal debe ser inferior a 7 %. El panorama no fue alentador, en todos los países el HbA1c promedio fue de 9,8%.
"En Argentina de los 607 pacientes que participaron, a pesar de que todos llevaban más de 10 años de detectada la enfermedad, el 4 % no había sido tratado nunca; el 45% tenía un tratamiento insuficiente con medicación oral y, aún aquellos que fueron tratados con insulina, el 51% no realizaban el régimen adecuado ya que todos los grupos tenían una HbA1C promedio de 9,5", explicó la doctora Laura Maffei, especialista en diabetes y directora del instituto que lleva su nombre.
"El control metabólico es fundamental para evitar las complicaciones que enfrentan estos pacientes y que los llevan a la ceguera, la insuficiencia renal, neuropatías y alteraciones cardiovasculares. Según los datos de este estudio y de la realidad que vemos actualmente en nuestros pacientes diabéticos, la forma de tratar la diabetes debe ser reevaluada. Los diagnósticos son tardíos, las derivaciones al diabetólogo también. Los estudios muestran también que el 40% de los pacientes dejan la medicación o no la toman en forma adecuada, por lo que se concluye que la educación sobre esta enfermedad debe ser más intensa", concluyó la especialista.
La importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y un tratamiento integral se evidencia con los costos directos que produce la enfermedad. Se estima que la diabetes consume entre el 2,5 y el 15% de los presupuestos de salud de los países. Por ejemplo, si se toman en cuenta 500 mil beneficiarios de una prepaga y se calcula que el 8% tiene diabetes, se podría llegar hablar de un costo total por complicaciones que asciende los 85 millones de pesos. En el caso del tratamiento, el costo total se incrementaría a 515 millones de pesos. Del mismo modo, un mejor control puede reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo, tales como: enfermedades vasculares periféricas, microvasculares, insuficiencia cardiaca, ACV, entre otras.
El rol del azúcar
Desde la industrialización de los alimentos, el azúcar refinado, inundo la cocina mundial. Tanto en occidente como en oriente, se elaboran alimentos desde la pastelería con azúcar refinada pasando por las golosinas y cualquier tipo de dulce.
"Es necesario saber que rol cumple el azúcar en nuestro cuerpo, considerando que ingresa desde un café con leche, una medialuna, una golosina o cualquier galletita dulce. El azúcar refinada tiene una absorción rápida que a los pocos minutos hace subir la glucosa en la sangre, esto produce un estimulo directo sobre la insulina, la hormona que es encargada de sintetizar grasa y proteínas", explicó a LA NACION la doctora María Alejandra Rodríguez Zía, especialista en endocrinología.
Y agregó: "La insulina es muy buena y necesaria para nuestro cuerpo cuando está en dosis normales, pero es muy mala cuando esta baja o alta. Cuando esta baja se desencadena la diabetes insulino dependiente o tipo 1, esta patología tiene una frecuencia moderada. Pero, la insulina alta por encima de sus límites normales es una epidemia en el mundo. La razón por la cual la insulina alta llega a ser epidémica se debe a la ingesta exacerbada de azúcar refinado. Obviamente que las personas que comen grandes cantidades de azúcar, en sus diferentes formas, serán obesas o tendrán sobrepeso. Lo que no saben, es que la mediadora para que esto ocurra es la insulina alta".
La especialista recalcó que hoy está científicamente comprobado que la vida se prolonga si comemos menos calorías, especialmente al retirar de nuestra ingesta los azucares (galletitas, pastelería, factures, golosinas, dulces, gaseosas), la explicación científica es que de esta manera, se disminuye la insulina y el m-TOR y así la posibilidad de desencadenar un cáncer y por supuesto se evita la obesidad y sus complicaciones.
El Día Mundial de la Diabetes se celebra el 14 de noviembre en conmemoración del nacimiento de Frederick Banting, que junto a Charles Best, concibieron la idea que permitió el descubrimiento de la insulina en 1922.
Según las proyecciones globales, hoy en día se habla de que existe una "Epidemia de Diabetes", estimándose para 2025 que 552 millones de personas en todo el mundo la padecerán versus los 246 millones detectados en 2007..
Fuente:
http://www.launiondigital.com.ar/noticias/71543-dos-millones-y-medio-argentinos-tienen-diabetes
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