Las estimaciones del tipo de cambio para el año que acaba de comenzar son moderadas. De hecho, un consenso generalizado entre los hombres financieros indica que el precio del dólar promediará los $ 4 durante el 2010. Los encargados de tradear día a día coinciden en que el esquema de flotación administrada continuará siendo el eje del Banco Central (BCRA). En rigor, la entidad que conduce Martín Redrado ratificó esta política en el reciente Programa Monetario. “La flotación administrada continuará siendo uno de los pilares, tendiente a disminuir la volatilidad excesiva del tipo de cambio y, por consiguiente, contribuir a fortalecer la demanda de dinero”, acordaron los directores del Central.
En esta línea, desde un banco extranjero señalaron que “si las condiciones del mercado se mantienen y las proyecciones sobre la balanza comercial y crecimiento se consuman, habrá tranquilidad en el frente cambiario, que no sobrepasará los $ 4,3 en el año”. Desde el IAE Business School, los economistas Juan Llach, Eduardo Fracchia y Cristian Alonso plasmaron en un informe una perspectiva del tipo de cambio nominal para el fin del período que ubica a la cotización del dólar en los $ 4,35.
No obstante, más de un experto proyecta que el año del Bicentenario no será precisamente una fiesta. Para el mercado en general está claro que en 2010 el gran desafío será la inflación. En rigor, hoy son pocos los pronósticos que estacionan al PBI por debajo del 4% anual. Una escalada en los precios de la economía complica más de un frente para el Gobierno. Desde el monetario, el Central se verá obligado a realizar algún tipo de ajuste, ya sea vía tipo de cambio o por el camino de tasas de interés. El reto para Redrado, entonces, será canalizar la expansión monetaria. Pero además el organismo se encontrará, en este sentido, con otro dilema: el deterioro en las cuentas fiscales. “La devaluación de la moneda sería un mecanismo para limitar el costo político de un ajuste fiscal nominal, aunque con un costo más alto en términos de inflación. Las dudas están respecto al momento y al quantum de la toma de ganancias, algo que dependerá inversamente de la capacidad de la próxima gestión para ampliar el crédito y recrear colchones de financiamiento en un mundo donde las tasas de interés empezarían a aumentar, a más tardar, a mediados de 2011”, apuntaron desde un informe del Estudio Bein.
Más ingreso de fondos: La buena noticia es que el ingreso de capitales parece haber llegado para quedarse. Las estimaciones para la divisa estadounidense en el mundo siguen hablando de debilidad, aunque en menor medida frente a monedas como el euro. De esta manera, la fuga de fondos tendrá domicilio en EE.UU., alentando la entrada de capitales en países, donde a la Argentina le cabe un lugar, según el convencimiento de los que más saben. Esto, sumado a una cosecha récord, inundará al mercado local de divisas. El BCRA prevé que “este año el superávit comercial se ubicaría por encima de u$s 14.000 millones”. Así, por noveno año consecutivo se mantendrá el superávit en la cuenta corriente. En el último tiempo “la brusca intervención del BCRA con una duplicación de la tasa de interés a lo largo de la curva de futuros del dólar, fue la única herramienta utilizada para intentar ponerle un piso a la caída del tipo de cambio y de la tasa de interés, y será puesta a prueba nuevamente cuando arranque la avalancha de dólares por la cuenta corriente a partir de abril del próximo año”, sostuvieron en Bein. (El Cronista, Buenos Aires, 04/01/10)
En esta línea, desde un banco extranjero señalaron que “si las condiciones del mercado se mantienen y las proyecciones sobre la balanza comercial y crecimiento se consuman, habrá tranquilidad en el frente cambiario, que no sobrepasará los $ 4,3 en el año”. Desde el IAE Business School, los economistas Juan Llach, Eduardo Fracchia y Cristian Alonso plasmaron en un informe una perspectiva del tipo de cambio nominal para el fin del período que ubica a la cotización del dólar en los $ 4,35.
No obstante, más de un experto proyecta que el año del Bicentenario no será precisamente una fiesta. Para el mercado en general está claro que en 2010 el gran desafío será la inflación. En rigor, hoy son pocos los pronósticos que estacionan al PBI por debajo del 4% anual. Una escalada en los precios de la economía complica más de un frente para el Gobierno. Desde el monetario, el Central se verá obligado a realizar algún tipo de ajuste, ya sea vía tipo de cambio o por el camino de tasas de interés. El reto para Redrado, entonces, será canalizar la expansión monetaria. Pero además el organismo se encontrará, en este sentido, con otro dilema: el deterioro en las cuentas fiscales. “La devaluación de la moneda sería un mecanismo para limitar el costo político de un ajuste fiscal nominal, aunque con un costo más alto en términos de inflación. Las dudas están respecto al momento y al quantum de la toma de ganancias, algo que dependerá inversamente de la capacidad de la próxima gestión para ampliar el crédito y recrear colchones de financiamiento en un mundo donde las tasas de interés empezarían a aumentar, a más tardar, a mediados de 2011”, apuntaron desde un informe del Estudio Bein.
Más ingreso de fondos: La buena noticia es que el ingreso de capitales parece haber llegado para quedarse. Las estimaciones para la divisa estadounidense en el mundo siguen hablando de debilidad, aunque en menor medida frente a monedas como el euro. De esta manera, la fuga de fondos tendrá domicilio en EE.UU., alentando la entrada de capitales en países, donde a la Argentina le cabe un lugar, según el convencimiento de los que más saben. Esto, sumado a una cosecha récord, inundará al mercado local de divisas. El BCRA prevé que “este año el superávit comercial se ubicaría por encima de u$s 14.000 millones”. Así, por noveno año consecutivo se mantendrá el superávit en la cuenta corriente. En el último tiempo “la brusca intervención del BCRA con una duplicación de la tasa de interés a lo largo de la curva de futuros del dólar, fue la única herramienta utilizada para intentar ponerle un piso a la caída del tipo de cambio y de la tasa de interés, y será puesta a prueba nuevamente cuando arranque la avalancha de dólares por la cuenta corriente a partir de abril del próximo año”, sostuvieron en Bein. (El Cronista, Buenos Aires, 04/01/10)
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