El petróleo arrancó el año con el pie derecho. Ayer, el barril de crudo de Texas se encareció un 2,7% y finalizó a u$s 81,51 la primera sesión de 2010, niveles que no tocaba desde hacía dos meses y que lo colocan en máximos de casi 15 meses. Por su parte, los futuros terminaron en u$s 81,68 el barril, el precio más alto desde el 23 de octubre.
Son varias las versiones que circulan por el mercado que intentan explicar el máximo alcanzado por el “oro negro”. Por un lado, una de las razones apunta a la influencia de la oleada de frío desatada en el Hemisferio Norte y a las mejores perspectivas económicas en todo el mundo que apuntalan las perspectivas para la demanda de combustible.
El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos pronosticó temperaturas por debajo de lo normal en toda la mitad este del país hasta el 17 de enero. Sólo el noreste consume alrededor de cuatro quintos de todo el combustible para calefacción que usa la primera potencia mundial.
A su vez, las existencias de combustible para calefacción en EE.UU. han caído durante seis semanas a 44,4M/b, la declinación más pronunciada desde abril del 2008, según un informe del Departamento de Energía. Así, el combustible para calefacción disponible podría caer por séptima semana.
Pero además algunos señalan el impulso proveniente del Gigante oriental. Y es que la manufactura china se expandió al ritmo más dinámico en más de cinco años. “Todas las noticias de ayer son alcistas”, dijo Michael Lynch, director general de Strategic Energy & Economic Research de Winchester, Massachusetts. “Las bajas temperaturas récord tanto aquí como en Asia sin duda van a aumentar la demanda de combustible. La economía ya no se ve mal, lo que también es positivo para la demanda”. (El Cronista, Buenos Aires, 05/01/10)
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