Vértigo en la arena. La gente aguantó el sol ardiente y vivió el espectáculo del rally.
En la previa, hubo espectáculos a pura música que duraron hasta la madrugada
Gendarmería estimó que 20 mil personas vieron la carrera. Los organizadores fueron más optimistas.
No hubo "fiebre" este año. No hubo "furor", estuvo ausente la ansiedad por la llegada de este circo ambulante, exigente y competitivo que es el Rally Dakar Argentina-Chile.
Pero de igual manera, las 400 plazas de alojamiento disponible en Fiambalá fueron pocas para la cantidad de público que llegó desde diversos lugares del país y de otras latitudes del planeta.
Mientras los organizadores del evento aseguran que la cantidad de espectadores oscilaría entre las 40 mil y las 45 almas (llegadas a la ciudad desde el sábado), el control que realizó el personal de la Gendarmería Nacional de las personas que ingresaron a los sitios donde se podía ver a los competidores, registró la entrada de poco más de 20 mil personas.
Al margen de los números, los comerciantes con los que pudo dialogar este diario coincidieron en que hubo buenas ventas durante el domingo y ayer.
En una estación de servicios se vendieron cerca de 1.500 litros de agua mineral, entre la mañana y la tarde de ayer. Y la venta de combustible superó los 60 mil litros según las estimaciones que realizaron los vendedores.
Con más de 500 efectivos disponibles, la Policía de la provincia tuvo un día particularmente agitado durante la competencia de ayer: efectivos de Bomberos colaboraron cuando ocurrió el accidente del piloto de cuatriciclo Hubert Deltrieu, y debieron sacar el vehículo del cauce del río sin que llegara la gente (hubo un amague de los espectadores que estaban en una barranca) y sin que se accidentaran los demás competidores con el rodado que había quedado sobre el trazado por donde pasaban a toda marcha motos, cuatriciclos y automóviles.
También debieron ayudar a numerosos automovilistas que, en el afán de llegar más cerca del sitio donde pasaban los competidores, se internaban en las dunas y quedaban varados. Varios lugareños con tractores también ayudaron en la faena.
El intenso calor de la jornada de ayer (la máxima arañó los 38 grados) obligó a reforzar la provisión de agua en las escuelas donde estaban apostados los efectivos de la Gendarmería Nacional, la Policía, el COE y Defensa Civil.
Si bien no se registraron cortes en el servicio de agua potable y de energía eléctrica, por la cantidad de personas ingresadas los servicios estuvieron al borde del colapso.
Previo a la carrera (ver más info en Sup. Deportivo), la ciudad se movió al ritmo de la cumbia y la música tecno: en sendos clubes se organizaron fiestas que contaron hasta con un desfile de modas. Con las primeras luces del lunes, la gente pasó directamente del boliche a cargar la heladera, la carpa y partir hacia los sitios donde iba a ver la carrera.
Pero no podían faltar los excesos, pese a los controles que ejecutó la Dirección de Comercio. Saturada la capacidad de alojamiento, hubo familias que abrieron sus casas para que los turistas acamparan. Para instalar una carpa con cuatro personas, se llegó a pagar 100 pesos por una noche.
LO NECESARIO
Ya lo había adelantado el ministro de Salud, Mario Marcolli, a El Ancasti: se iba a enviar al Rally Dakar la mitad de la gente que se envió el año pasado. Y ese mismo criterio fue compartido por otros organismos afectados a la competencia.
La Policía envió menos personal, Defensa Civil hizo lo propio, y así sucesivamente, la movilización de personal (y por lo tanto, de recursos) fue la indispensable para que todo marchara sin problemas.
1.200%- Es el crecimiento del turismo que estimó el intendente de Fiambalá, Amado David Quintar, en una entrevista. También dijo que habían ingresado "70 mil personas" a la ciudad.Fuente: El Ancasti
Pero de igual manera, las 400 plazas de alojamiento disponible en Fiambalá fueron pocas para la cantidad de público que llegó desde diversos lugares del país y de otras latitudes del planeta.
Mientras los organizadores del evento aseguran que la cantidad de espectadores oscilaría entre las 40 mil y las 45 almas (llegadas a la ciudad desde el sábado), el control que realizó el personal de la Gendarmería Nacional de las personas que ingresaron a los sitios donde se podía ver a los competidores, registró la entrada de poco más de 20 mil personas.
Al margen de los números, los comerciantes con los que pudo dialogar este diario coincidieron en que hubo buenas ventas durante el domingo y ayer.
En una estación de servicios se vendieron cerca de 1.500 litros de agua mineral, entre la mañana y la tarde de ayer. Y la venta de combustible superó los 60 mil litros según las estimaciones que realizaron los vendedores.
Con más de 500 efectivos disponibles, la Policía de la provincia tuvo un día particularmente agitado durante la competencia de ayer: efectivos de Bomberos colaboraron cuando ocurrió el accidente del piloto de cuatriciclo Hubert Deltrieu, y debieron sacar el vehículo del cauce del río sin que llegara la gente (hubo un amague de los espectadores que estaban en una barranca) y sin que se accidentaran los demás competidores con el rodado que había quedado sobre el trazado por donde pasaban a toda marcha motos, cuatriciclos y automóviles.
También debieron ayudar a numerosos automovilistas que, en el afán de llegar más cerca del sitio donde pasaban los competidores, se internaban en las dunas y quedaban varados. Varios lugareños con tractores también ayudaron en la faena.
El intenso calor de la jornada de ayer (la máxima arañó los 38 grados) obligó a reforzar la provisión de agua en las escuelas donde estaban apostados los efectivos de la Gendarmería Nacional, la Policía, el COE y Defensa Civil.
Si bien no se registraron cortes en el servicio de agua potable y de energía eléctrica, por la cantidad de personas ingresadas los servicios estuvieron al borde del colapso.
Previo a la carrera (ver más info en Sup. Deportivo), la ciudad se movió al ritmo de la cumbia y la música tecno: en sendos clubes se organizaron fiestas que contaron hasta con un desfile de modas. Con las primeras luces del lunes, la gente pasó directamente del boliche a cargar la heladera, la carpa y partir hacia los sitios donde iba a ver la carrera.
Pero no podían faltar los excesos, pese a los controles que ejecutó la Dirección de Comercio. Saturada la capacidad de alojamiento, hubo familias que abrieron sus casas para que los turistas acamparan. Para instalar una carpa con cuatro personas, se llegó a pagar 100 pesos por una noche.
LO NECESARIO
Ya lo había adelantado el ministro de Salud, Mario Marcolli, a El Ancasti: se iba a enviar al Rally Dakar la mitad de la gente que se envió el año pasado. Y ese mismo criterio fue compartido por otros organismos afectados a la competencia.
La Policía envió menos personal, Defensa Civil hizo lo propio, y así sucesivamente, la movilización de personal (y por lo tanto, de recursos) fue la indispensable para que todo marchara sin problemas.
1.200%- Es el crecimiento del turismo que estimó el intendente de Fiambalá, Amado David Quintar, en una entrevista. También dijo que habían ingresado "70 mil personas" a la ciudad.Fuente: El Ancasti
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