Las materias primas tuvieron una recuperación notable en 2009 gracias, en buena parte, a la demanda china y de otros mercados emergentes. Este año parte con buena cara si se toma en cuenta la todavía vacilante recuperación de las economías desarrolladas. Sin embargo, todavía no es hora de destapar la champaña. Una súbita alza de las tasas de interés, especialmente en Estados Unidos, podría descarrilar la racha alcista. Los precios de las materias primas sintieron a principios de 2009 el impacto de la recesión de la economía global. Posteriormente, sin embargo, se recuperaron aunque, salvo algunas excepciones como el oro, no volvieron a los máximos previos a la crisis financiera de 2008. Esto podría ser un buen augurio para el año que acaba de comenzar, al indicar que el repunte de las commodities recién empieza a ganar vuelo. El Índice de Commodities Dow Jones-UBS subió casi 19% en 2009, para llegar a 117,24 puntos. Pese al alza, permanece 41% por debajo de su máximo de 2008.
Metales: con el viento a favor: Los metales fueron las materias primas de mejor desempeño en 2009, cuando se beneficiaron de la recuperación de la economía global y de los temores de un brote inflacionario.
Es probable que el impulso perdure en 2010 gracias a la robusta demanda de los mercados emergentes y la reactivación de las economías desarrolladas. El panorama, sin embargo, se podría nublar si los bancos centrales pisan el freno en sus planes de estímulo y empiezan a subir las tasas de interés.
El alza de los metales base en 2009 fue propulsada principalmente por la demanda china, que equivale a 43% del total mundial y creció 27% respecto a 2008, según los cálculos de Deutsche Bank. El precio del cobre, por ejemplo, subió 139%, aunque quedó 18% por debajo del récord marcado en 2008.
Los metales preciosos no experimentaron alzas tan drásticas, pero acapararon los titulares de la prensa financiera. La cotización del oro aumentó 24% en 2008 y batió 27 marcas en los últimos 12 meses en medio de grandes olas de compras por parte de fondos e inversionistas individuales en busca de un refugio contra la inflación y la caída del dólar. El metal, no obstante, aún está un 52% por debajo de su máximo real de u$s 2300 la onza, alcanzado en 1980. La plata se disparó 49%, el platino 56% y el paladio 117%.
El desempeño de los metales en 2010 dependerá de la rapidez con que los productores reaccionen al alza de la demanda. En el caso de los metales base, la demanda debería beneficiarse del mayor dinamismo de los países industrializados. Muchas empresas ya están cerca de agotar sus inventarios de materias primas y deben empezar a reponerlos, señala Theresa Gusman, directora de commodities globales para DB Advisors, una subsidiaria de Deutsche Bank.
En 2010, "el robusto crecimiento económico en los mercados emergentes atraerá cada vez más los recursos del mundo", pronosticaron los analistas de Goldman Sachs en un informe reciente. El banco estadounidense de inversión espera que se produzca un leve déficit en la producción mundial de cobre en 2010, debido principalmente a la demanda de los sectores eléctrico y de la construcción en China e India.
El cobre sigue siendo "nuestro metal predilecto", a medida que la demanda supera la oferta, afirma Goldman. Los analistas proyectan un alza de 10% en el precio en los próximos seis meses.
El aluminio y el zinc, no obstante, podrían ser víctimas de un exceso de producción, a pesar de una recuperación incipiente en el sector estadounidense de la construcción.
Muchos analistas, asimismo, son optimistas respecto a las perspectivas del oro en el corto plazo. Michael Jansen, de J.P. Morgan Chase, espera que el metal dorado llegue a los u$s 1400 a mediados de año, siempre y cuando "las compuertas de la liquidez sigan abiertas y el dólar estadounidense siga bajo presión".
De todos modos, los factores detrás del alza del oro son temporales, como los paquetes de estímulo fiscal y las políticas monetarias laxas de los bancos centrales. El principal riesgo para el oro en 2010 sería un alza de tasas antes de lo previsto, en especial en Estados Unidos. Jansen, el analista de J.P. Morgan Chase, espera que el oro llegue a su máximo en el segundo trimestre. Posteriormente, "las menores expectativas inflacionarias, el alza de las tasas de interés globales y el leve fortalecimiento" del dólar harán caer el precio del metal.
¿Otro boom del petróleo?: Las esperanzas de una recuperación de la economía global elevó el precio del petróleo en 2009. El barril de crudo concluyó el año en u$s 79,36, un incremento de 78%, pero bastante por debajo de su máximo de u$s 145 logrado a mediados de 2008. Citigroup espera que la cotización del crudo alcance u$s 80 el barril, mientras que Goldman Sachs proyecta un ascenso a u$s 92,50 a medida que las economías del mundo se empiecen a estabilizar. "Estamos en compás de espera para ver qué ocurrirá con el petróleo", señala Neil McMahon, analista de Sanford C. Bernstein.
La exactitud de los pronósticos dependerá no sólo de la recuperación de la economía global, sino de otros factores que son más difíciles de evaluar. Uno de ellos es Irán, un gran productor de crudo que está inmerso en un conflicto con los países occidentales sobre su programa nuclear. Otro es saber hasta qué punto la demanda de China refleja su uso real o si el país está acumulando reservas. "Hay muchos agujeros negros", reconoce Edward Morse, director ejecutivo y economista jefe de LCM Commodities en Nueva York.
A merced de la intemperie: La naturaleza causó estragos a los productores de commodities agrícolas en 2009 y estremeció el mercado de alimentos. Los precios fluctuaron ampliamente y cerraron el año en niveles parecidos a los del comienzo. Aunque el consumo de alimentos es menos susceptible a los altibajos de la economía que el de energía y metales, una serie de fenómenos climáticos en todo el mundo trastornó los fundamentos de la oferta y la demanda de materias primas clave como el maíz, la soya y el azúcar. Al final de 2009, los precios del maíz subieron 2%, los del trigo cayeron 11% y los de la soya avanzaron 7% en el Chicago Board of Trade.
Las ventas de materias primas alimenticias, no obstante, se mantuvieron firmes. La demanda de granos creció 1,7% el año pasado, según los datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. "Eso no deja de impresionar si se toma en cuenta la recesión global", señala Richard Feltes, director de inversión en commodities de la corredora de Chicago Richard Feltes. (La Nación, Buenos Aires, 04/01/10)
Metales: con el viento a favor: Los metales fueron las materias primas de mejor desempeño en 2009, cuando se beneficiaron de la recuperación de la economía global y de los temores de un brote inflacionario.
Es probable que el impulso perdure en 2010 gracias a la robusta demanda de los mercados emergentes y la reactivación de las economías desarrolladas. El panorama, sin embargo, se podría nublar si los bancos centrales pisan el freno en sus planes de estímulo y empiezan a subir las tasas de interés.
El alza de los metales base en 2009 fue propulsada principalmente por la demanda china, que equivale a 43% del total mundial y creció 27% respecto a 2008, según los cálculos de Deutsche Bank. El precio del cobre, por ejemplo, subió 139%, aunque quedó 18% por debajo del récord marcado en 2008.
Los metales preciosos no experimentaron alzas tan drásticas, pero acapararon los titulares de la prensa financiera. La cotización del oro aumentó 24% en 2008 y batió 27 marcas en los últimos 12 meses en medio de grandes olas de compras por parte de fondos e inversionistas individuales en busca de un refugio contra la inflación y la caída del dólar. El metal, no obstante, aún está un 52% por debajo de su máximo real de u$s 2300 la onza, alcanzado en 1980. La plata se disparó 49%, el platino 56% y el paladio 117%.
El desempeño de los metales en 2010 dependerá de la rapidez con que los productores reaccionen al alza de la demanda. En el caso de los metales base, la demanda debería beneficiarse del mayor dinamismo de los países industrializados. Muchas empresas ya están cerca de agotar sus inventarios de materias primas y deben empezar a reponerlos, señala Theresa Gusman, directora de commodities globales para DB Advisors, una subsidiaria de Deutsche Bank.
En 2010, "el robusto crecimiento económico en los mercados emergentes atraerá cada vez más los recursos del mundo", pronosticaron los analistas de Goldman Sachs en un informe reciente. El banco estadounidense de inversión espera que se produzca un leve déficit en la producción mundial de cobre en 2010, debido principalmente a la demanda de los sectores eléctrico y de la construcción en China e India.
El cobre sigue siendo "nuestro metal predilecto", a medida que la demanda supera la oferta, afirma Goldman. Los analistas proyectan un alza de 10% en el precio en los próximos seis meses.
El aluminio y el zinc, no obstante, podrían ser víctimas de un exceso de producción, a pesar de una recuperación incipiente en el sector estadounidense de la construcción.
Muchos analistas, asimismo, son optimistas respecto a las perspectivas del oro en el corto plazo. Michael Jansen, de J.P. Morgan Chase, espera que el metal dorado llegue a los u$s 1400 a mediados de año, siempre y cuando "las compuertas de la liquidez sigan abiertas y el dólar estadounidense siga bajo presión".
De todos modos, los factores detrás del alza del oro son temporales, como los paquetes de estímulo fiscal y las políticas monetarias laxas de los bancos centrales. El principal riesgo para el oro en 2010 sería un alza de tasas antes de lo previsto, en especial en Estados Unidos. Jansen, el analista de J.P. Morgan Chase, espera que el oro llegue a su máximo en el segundo trimestre. Posteriormente, "las menores expectativas inflacionarias, el alza de las tasas de interés globales y el leve fortalecimiento" del dólar harán caer el precio del metal.
¿Otro boom del petróleo?: Las esperanzas de una recuperación de la economía global elevó el precio del petróleo en 2009. El barril de crudo concluyó el año en u$s 79,36, un incremento de 78%, pero bastante por debajo de su máximo de u$s 145 logrado a mediados de 2008. Citigroup espera que la cotización del crudo alcance u$s 80 el barril, mientras que Goldman Sachs proyecta un ascenso a u$s 92,50 a medida que las economías del mundo se empiecen a estabilizar. "Estamos en compás de espera para ver qué ocurrirá con el petróleo", señala Neil McMahon, analista de Sanford C. Bernstein.
La exactitud de los pronósticos dependerá no sólo de la recuperación de la economía global, sino de otros factores que son más difíciles de evaluar. Uno de ellos es Irán, un gran productor de crudo que está inmerso en un conflicto con los países occidentales sobre su programa nuclear. Otro es saber hasta qué punto la demanda de China refleja su uso real o si el país está acumulando reservas. "Hay muchos agujeros negros", reconoce Edward Morse, director ejecutivo y economista jefe de LCM Commodities en Nueva York.
A merced de la intemperie: La naturaleza causó estragos a los productores de commodities agrícolas en 2009 y estremeció el mercado de alimentos. Los precios fluctuaron ampliamente y cerraron el año en niveles parecidos a los del comienzo. Aunque el consumo de alimentos es menos susceptible a los altibajos de la economía que el de energía y metales, una serie de fenómenos climáticos en todo el mundo trastornó los fundamentos de la oferta y la demanda de materias primas clave como el maíz, la soya y el azúcar. Al final de 2009, los precios del maíz subieron 2%, los del trigo cayeron 11% y los de la soya avanzaron 7% en el Chicago Board of Trade.
Las ventas de materias primas alimenticias, no obstante, se mantuvieron firmes. La demanda de granos creció 1,7% el año pasado, según los datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. "Eso no deja de impresionar si se toma en cuenta la recesión global", señala Richard Feltes, director de inversión en commodities de la corredora de Chicago Richard Feltes. (La Nación, Buenos Aires, 04/01/10)
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