Bajo la conducción de Marcelo Bielsa, Chile regresa a las Copas del Mundo después de doce años. El DT argentino impuso una nueva mentalidad en jugadores que insinuaban más de lo que concretaban y mira Sudáfrica con una premisa: "Vamos de igual a igual contra cualquiera".
FESTEJO. Chile ganó en Colombia y consiguió el pasaje para Sudáfrica 2010. Los jugadores celebran el logro. (Fuente: Clarin.com)
Cuando el 21 de agosto de 2007 la Asociación Nacional de Fútbol de Chile apostó por la conducción técnica de Marcelo Bielsa, todos imaginaban una revolución. Y no se equivocaron. El Loco acumulaba tres años sin trabajar (dejó la Selección Argentina en septiembre de 2004) y se hacía cargo de una parada difícil. El objetivo, claro, era la clasificación a la Copa del Mundo. Un logro que la Roja no podía conseguir desde 1998, cuando con Nelson Acosta llegó a los octavos de final de Francia. Pero Bielsa, un estudioso del fútbol mundial, no dudó. Tomó el toro por las astas y aceptó el desafío.
Bielsa aceptó y puso sus condiciones. Y la historia con final feliz se comenzó a construir. Exigió la modernización del complejo deportivo Juan Pinto Durán, el centro de entrenamiento del seleccionado. También solicitó un cambio en la actitud y en la conducta de los jugadores. Y pidió, especialmente, el respaldo dirigencial para tomar cartas en el asunto. Así comenzó la era Bielsa en el país vecino.
En lo futbolístico no hubo secretos. La Roja plantó una clara línea de juego desde su primer partido oficial. Derrota 2-0 ante Argentina en la cancha de River, aunque en la cancha ya se vio la mano del DT: 3-3-1-3, el esquema preferido del Loco. Y así fue siempre. En Chile, en Buenos Aires, en Brasil, en La Paz... Porque el mérito de Chile en estas Eliminatorias fue que jamás perdió la identidad de juego. Y los resultados, lentamente, comenzaron a llegar. El trabajo dio sus frutos. El equipo fue de menor a mayor. Hay un dato que lo respalda: en la primera rueda sumó 13 unidades y en la segunda hizo 20.
Chile obtuvo el mejor rendimiento como visitante a lo largo de las Eliminatorias. Ganó en Perú y en Paraguay después de 20 años, y por primera vez superó a Colombia como visitante. Superó a la Selección de Basile, quien tras la derrota dio un paso al costado. La Roja, merced a sus actuaciones, obtuvo el reconocimiento mundial. Sus jugadores se potenciaron y crecieron hasta niveles insospechados. ¿Ejemplos? Beausejour, Orellana, Fierro...
La confirmación de Chupete Suazo como goleador, la técnica de Matías Fernández para conducir y la seguridad del arquero Bravo fueron un agregado vital para Chile en su camino a Sudáfrica, objetivo alcanzado tras 12 años de penurias. Mucho tuvo que ver, sin dudas, Marcelo Bielsa, quien llegó a Chile para ser entrenador y hoy hasta lo proponen como candidato presidencial... "Iremos al Mundial a jugar de igual a igual contra el que nos toque", dijo el rosarino con el boleto en el bolsillo. Y habrá que creerle.
Bielsa aceptó y puso sus condiciones. Y la historia con final feliz se comenzó a construir. Exigió la modernización del complejo deportivo Juan Pinto Durán, el centro de entrenamiento del seleccionado. También solicitó un cambio en la actitud y en la conducta de los jugadores. Y pidió, especialmente, el respaldo dirigencial para tomar cartas en el asunto. Así comenzó la era Bielsa en el país vecino.
En lo futbolístico no hubo secretos. La Roja plantó una clara línea de juego desde su primer partido oficial. Derrota 2-0 ante Argentina en la cancha de River, aunque en la cancha ya se vio la mano del DT: 3-3-1-3, el esquema preferido del Loco. Y así fue siempre. En Chile, en Buenos Aires, en Brasil, en La Paz... Porque el mérito de Chile en estas Eliminatorias fue que jamás perdió la identidad de juego. Y los resultados, lentamente, comenzaron a llegar. El trabajo dio sus frutos. El equipo fue de menor a mayor. Hay un dato que lo respalda: en la primera rueda sumó 13 unidades y en la segunda hizo 20.
Chile obtuvo el mejor rendimiento como visitante a lo largo de las Eliminatorias. Ganó en Perú y en Paraguay después de 20 años, y por primera vez superó a Colombia como visitante. Superó a la Selección de Basile, quien tras la derrota dio un paso al costado. La Roja, merced a sus actuaciones, obtuvo el reconocimiento mundial. Sus jugadores se potenciaron y crecieron hasta niveles insospechados. ¿Ejemplos? Beausejour, Orellana, Fierro...
La confirmación de Chupete Suazo como goleador, la técnica de Matías Fernández para conducir y la seguridad del arquero Bravo fueron un agregado vital para Chile en su camino a Sudáfrica, objetivo alcanzado tras 12 años de penurias. Mucho tuvo que ver, sin dudas, Marcelo Bielsa, quien llegó a Chile para ser entrenador y hoy hasta lo proponen como candidato presidencial... "Iremos al Mundial a jugar de igual a igual contra el que nos toque", dijo el rosarino con el boleto en el bolsillo. Y habrá que creerle.
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