lunes, 9 de noviembre de 2009

Internacionales - Tecnología: “Me pongo loco con esos que se creen que el software es gratis”

John "Maddog" Hall
El evangelista de Linux critica la identificación del “soft libre” con lo gratuito. Y dijo: “Los programadores comen y la luz cuesta plata”. John "Maddog" Hall. (Fuente: Clarin.com)
Perro loco”. Así lo bautizaron sus alumnos de computación en el Hatford State Technical College por sus cambios de humor, y así se sigue presentando el presidente de Linux International, Jon Hall, en las charlas que da por el mundo sobre las ventajas de Linux, el sistema operativo de código abierto, y no pierde oportunidad para aclarar que “libre” no significa gratuito. Invitado por la feria de telecomunicaciones brasileña Futurecom, “Maddog” (“perro loco” en inglés) habló con iEco en San Pablo sobre la llegada del código abierto a los celulares, como el Android, el sistema operativo de Google para smartphones.
–Los defensores del software propietario argumentan que es la única forma de garantizar la seguridad, ¿usted qué opina?
–Si eso fuera cierto, Microsoft debería ser el sistema más seguro del mundo y ya sabemos que no lo es. Que el sistema sea abierto o cerrado no es lo que proporciona seguridad. La única forma de obtenerla es ejecutando todas las soluciones que emiten las organizaciones especializadas en seguridad tan rápido como sea posible.

–¿Y qué hay del argumento de la estabilidad con el que defienden el software desarrollado por Apple para su iPhone?
–Ese sí estaría dispuesto a admitirlo porque cuando se tiene control sobre el hardware y el software es más sencillo lograr un sistema estable. No tenés que preocuparte por los controladores de diferentes partes o equipos que podrían desestabilizar tu código. Pero por otro lado, los celulares son dispositivos bastante estables de por sí. Por eso creo que la decisión de Apple tiene que ver más con el modelo de negocio que con el argumento de la estabilidad.

–¿Por qué entonces tardó tanto en llegar el software libre a los celulares?
–Un poco por inercia, pero el abaratamiento de las memorias y la llegada del procesador Atom, con muy poca demanda de energía, permitieron sistemas operativos más potentes. Entonces fue cuando los fabricantes empezaron a pasar de sistemas como Windows Mobile, por el que hay que pagar licencia, a otros basados en Linux, como Nokia, con su nueva línea de Maemo, o como el Android.

–Además de la inercia, ¿por qué le cuesta tanto a las empresas adoptar software libre?
–Tiene que ver con temas de propiedad intelectual y control sobre los clientes. Digámoslo claro: si tenés el control de software, hardware, y tal vez también de los servicios, tenés más posibilidades de bloquear a tus clientes. Si el cliente dice, me encanta ese teléfono pero quiero otro sistema operativo, le dicen ‘Lo siento, no se puede, tenés que comprar mi teléfono’. Lo mismo pasa con los servicios. Es algo que tiene que ver con el control.

–¿Los smartphones con los que se puede hablar por Skype son una amenaza para las operadoras?
–Las operadoras podrían empeorar el servicio si alguien usa Skype o cobrar tanto por una buena calidad para que al final cueste lo mismo que hacer una llamada normal. Pero para ser justos, las operadoras invierten mucho en cables y torres para que haya red en casi cualquier lugar del mundo; en actualizar el servicio; y en investigación y desarrollo para crear las herramientas de la próxima generación. Todo eso hay que pagarlo. Me pongo loco cuando escucho a esos que no quieren pagar por el software, tampoco quieren avisos, y lo único que quieren es ‘todo gratis’. Los programadores también comen y la electricidad les cuesta plata. Creo que la gente debería darse cuenta de eso. Lo que podría pasar en el futuro es que el modelo de negocio cambie y se base, como el del software libre, en el servicio: tal vez los precios de la conexión a Internet suban.

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