miércoles, 2 de marzo de 2016

Glencore cree que la crisis de la minería ha tocado fondo

El coloso suizo de materias primas Glencore PLC anunció una pérdida de casi US$5.000 millones en 2015, uno de los peores desempeños de su historia. No obstante, su presidente ejecutivo, Ivan Glasenberg, se mostró optimista a pesar del prolongado derrumbe de los precios que ha azotado al sector minero.

“¿Tocamos fondo? Creo que sí”, aseveró el ejecutivo en una conferencia telefónica.
Su optimismo contrasta con los comentarios de otros directivos del sector, quienes prevén más complicaciones en 2016.
Los resultados de Glencore ponen un signo de exclamación en un 2015 nefasto para la industria en el que las cinco mayores mineras independientes del mundo —Glencore, BHP Billiton Ltd., Rio Tinto PLC, Vale SA y Anglo American PLC— acumularon pérdidas del orden de los US$32.000 millones.
Las mineras han sido devastadas por la brusca caída de la demanda de China, cuyo consumo había impulsado una serie de proyectos que se iniciaron hace unos 10 años. Su respuesta ha sido reducir el gasto, recortar los dividendos y asumir gigantescos cargos contables con la esperanza de sanear sus finanzas y evitar nuevas rebajas de sus calificaciones de deuda.
Glasenberg manifestó su confianza en que 2016 no será un año tan negativo como 2015. El ejecutivo justificó su optimismo señalando una sólida demanda de los productos de Glencore en todo el mundo y los drásticos recortes de gastos anunciados por los principales grupos mineros, incluyendo el que dirige.
Glencore tiene una amplia presencia en Sudamérica, con minas de carbón en Colombia, de zinc en Argentina, Bolivia y Perú, y de cobre en Argentina, Chile y Perú, además de operaciones agrícolas en Argentina, Brasil y Uruguay.
Glencore ha reducido sus gastos y la producción en sus minas de carbón, cobre y zinc. Los recortes cupríferos han retirado del mercado unas 300.000 toneladas de producción anualizada, estimó Glasenberg.
Se prevé que los recortes de gastos reduzcan el suministro de metales, que en los últimos años ha superado la demanda y ha generado un desequilibrio que, por ejemplo, hizo caer el precio del cobre 25% el año pasado.
“No va a haber un nuevo exceso de suministro que llegue al mercado”, vaticinó Glasenberg.
Otro motivo para su optimismo son las sólidas ventas a China, donde las preocupaciones sobre una desaceleración de la economía del mayor consumidor de metales industriales del mundo han perjudicado los precios.
“Seguimos observando buenos pedidos de China”, incluyendo ventas de cobre, una de las materias primas más importantes para Glencore, subrayó.
El optimismo de Glasenberg se refleja parcialmente en la cotización de la acción, que acumula un alza de 45% este año impulsada por los mayores precios de los commodities. El cobre y el mineral de hierro han repuntado en 2016, lo que se debe en parte a las señales de nuevas medidas de estímulo en China.
Glencore también se ha beneficiado de los avances en su plan para recaudar fondos mediante la venta de activos, reducir costos y refinanciar buena parte de su deuda.
Los competidores de Glasenberg no comparten su optimismo. Mark Cutifani, presidente ejecutivo de Anglo American, dijo el mes pasado que 2016 puede ser un peor año para las materias primas que 2015. “Las opiniones están divididas sobre si hemos llegado al fondo”, indicó Cutifani durante una conferencia en Sudáfrica. “Así que la situación podría empeorar antes de que mejore”.
Por su parte, el presidente ejecutivo de BHP Billiton, Andrew MacKenzie, reconoció este lunes que la transición de China hacia una economía impulsada por el consumo, en lugar del crecimiento industrial, los tomó por sorpresa, una tendencia que, en su opinión, “restringirá más la demanda de commodities”.
A pesar de su tono optimista, Glasenberg enfatizó que Glencore está en condiciones de soportar precios más bajos de las materias primas. La compañía lleva a cabo una exhaustiva revisión de sus finanzas, anunciada en septiembre, que incluye una serie de recortes de costos, ventas de activos y la suspensión del dividendo.
Tales medidas han ayudado a reducir la deuda neta en 15% para dejarla en US$25.900 millones al final de diciembre frente al mismo mes del año anterior. La empresa planea recaudar entre US$4.000 millones y US$5.000 millones mediante la venta de activos, con la meta de disminuir la deuda neta a entre US$17.000 millones y US$18.000 millones para fines de 2016. Al 30 de junio del año pasado, la deuda neta de Glencore era de US$29.600 millones.
El programa de reducción de deuda contempla la posible venta de una participación minoritaria en su negocio de productos agrícolas en el segundo trimestre y se prevé que la empresa reciba ofertas finales por al menos una de dos minas de cobre, la chilena Lomas Bayas y la australiana Cobar.
Glencore reveló una pérdida de casi US$5.000 millones en 2015, comparada con una ganancia neta de US$2.300 millones el año previo. La compañía prometió vender más activos de los contemplados este año con el objetivo de apuntalar sus finanzas.
La pérdida de Glencore el año pasado fue superada sólo por la pérdida de US$8.000 millones registrada en 2013, luego de que asumió una rebaja contable de US$8.100 millones relacionada con la adquisición de Xstrata.
La división de corretaje de Glencore la ayudó a impedir una pérdida mayor gracias a una ganancia de US$2.700 millones antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, un descenso de 11% frente a igual lapso del año previo. Los resultados ajustados del negocio minero, en cambio, cayeron 38%, a US$6.000 millones.

WSJ ///Por Scott Patterson y Alex MacDonald

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