El ex secretario administrativo marcelo altamirano explica los motivos de su renuncia a la cámara baja
“Creemos desde el Frente para la Victoria que hace falta bajar el grado de confrontación, y para eso hacen falta gestos, y eso es lo que hicimos”, remarcó el dirigente kirchnerista.
“Creemos desde el Frente para la Victoria que hace falta bajar el grado de confrontación, y para eso hacen falta gestos, y eso es lo que hicimos”, remarcó el dirigente kirchnerista.
Marcelo Altamirano
Luego de su renuncia como secretario Administrativo de la Cámara de Diputados, el economista Marcelo Altamirano hace una evaluación y realiza consideraciones políticas a partir de su pertenencia política el Frente para la Victoria.
“El FPV representa la mejor oportunidad para resolver los problemas de la gente y condiciones objetivas; en lo referente a los acuerdos políticos van a hacer que en el nivel nacional el FPV sea una fuerte opción, y en términos provinciales, aunque quizá un poco más atrasado, van a dar un fuerte avance para plantearse como alternativa”, destaca, y en ese marco inscribe su renuncia al cargo la semana pasada.
“Entendemos que las condiciones en la conducción de la cámara han cambiado sustancialmente, y de ese entendimiento creemos que ese cambio requiere la reformulación de equipos técnicos que dejen claro ante la sociedad que hubo un cambio en la conducción política. El FPV analizó su posicionamiento, y decidió concederle al nuevo presidente la posibilidad de elegir la gente que lo va a acompañar”.
El dirigente aseguró que no hubo roces, y que se podría pensar en una pelea si es que hubiera habido algún tipo de acuerdo previo, “pero como no había nada de eso”, el FPV en lugar de usar las herramientas reglamentarias que hubieran permitido quedarse hasta que el cuerpo decida, “sin embargo, en función de mejorar la convivencia en la cámara, que el actual presidente pertenece o pertenecía al FCyS, nos parecía que debía tener la oportunidad de dar un paso más allá de lo conflictiva que fue la sesión de elección de autoridades y tener la oportunidad de dialogar con todos los sectores como para construir una conducción colegiada, más allá de que mantenga su hegemonía, más equilibrada, más compartida”.
“Creemos que era necesario un gesto político para que en la cámara bajen los decibeles y pueda conducirse administrativamente, porque siempre el ruido político, esa manera exacerbada de mostrar los fenómenos políticos, termina complicando la gestión administrativa. Creeemos desde el FPV que hace falta bajar el grado de confrontación y para eso hacen falta gestos, y eso es lo que hicimos”.
En cuanto a su gestión, se muestra conforme y destaca que dejó los gastos de Tesorería a “cero”. Lo único que debe la cámara son los expedientes pendientes en el área contable, que estimativamente llegan a los 100 mil pesos a proveedores y algunos gastos en curso de alrededor de 80 mil pesos.
“En el plano personal significó una vuelta a la militancia activa, tal como la tuve en mi etapa universitaria, con mucho contacto en lo social y en lo político, especialmente con las líneas medias de los otros sectores del interbloque que me permitieron además cosechar amigos más allá de los posicionamientos políticos”, añade sobre sus sensaciones personales luego de casi dos años al frente de la crucial secretaría.
Una mirada al Interbloque
En otro plano, sentenció: “El tema de la unidad del peronismo es un tema de nosotros los peronistas, que en algún momento creímos que esa unión implicaba una suerte de consenso social que a partir de eso se podía convocar a otros sectores que construyan el ahnelo de ser gobierno en 2011. Creo que es algo nuestro, sobredimensionamos el tema de la unidad, pero los hechos como internas frustradas, intervención y todo ese tipo de cosas son el resultado que la unión de todos los sectores tiene que venir de la mano de discusión ideológica y de construcción de proyectos comunes. Por eso, en la medida de que el Interbloque dejó de preocuparse por cuestiones personales o sectoriales se avanzó, porque primaban los acuerdos de proyectos de cómo construir una oposición en serio al FCyS. Y eso funcionó hasta parlamentariamente, y administrativamente ni qué hablar”. El docente universitario reconoció que esa situación de crecimiento y de discusión de proyectos se abandonó con la cercanía de cada instancia electoral o cuando primaban apetencias personales o sectoriales. “Eso lastimó al Interbloque”, resumió, y analizó que “el golpe más duro fue en marzo, cuando muchos sectores no entendieron que era una elección clave porque era la forma de enfrentar a FCyS, y disfrazados de supuestos enfrentamientos ideológicos encondían cuestiones personales y dividieron al Interbloque.
Lo de junio fue más traumático porque ahí sí hubo discusión de proyectos políticos antagónicos básicamente entre el sector postkirchnerista que integran Duhalde, De Narváez, Barrionuevo y el peronismo kirchnerista. El FPV en el país y en Catamarca corrió la suerte de esa división de aguas”, remarcó.
A pesar de esas vicisitudes, enfatiza que “el interbloque pudo mantenerse en pie, se limaron algunas asperezas y tras ese aprendizaje volvió a funcionar”.
Por último, Altamirano analizó que la situación económica condicionó muchas decisiones políticas del kirchnerismo en el nivel nacional, pero destacó lo hecho en materia de seguridad social, educación, aportes a la investigación científica, entre otros, pero avizora un 2010 de crecimiento para la Argentina.
Fuente: www.launiondigital.com.ar
En otro plano, sentenció: “El tema de la unidad del peronismo es un tema de nosotros los peronistas, que en algún momento creímos que esa unión implicaba una suerte de consenso social que a partir de eso se podía convocar a otros sectores que construyan el ahnelo de ser gobierno en 2011. Creo que es algo nuestro, sobredimensionamos el tema de la unidad, pero los hechos como internas frustradas, intervención y todo ese tipo de cosas son el resultado que la unión de todos los sectores tiene que venir de la mano de discusión ideológica y de construcción de proyectos comunes. Por eso, en la medida de que el Interbloque dejó de preocuparse por cuestiones personales o sectoriales se avanzó, porque primaban los acuerdos de proyectos de cómo construir una oposición en serio al FCyS. Y eso funcionó hasta parlamentariamente, y administrativamente ni qué hablar”. El docente universitario reconoció que esa situación de crecimiento y de discusión de proyectos se abandonó con la cercanía de cada instancia electoral o cuando primaban apetencias personales o sectoriales. “Eso lastimó al Interbloque”, resumió, y analizó que “el golpe más duro fue en marzo, cuando muchos sectores no entendieron que era una elección clave porque era la forma de enfrentar a FCyS, y disfrazados de supuestos enfrentamientos ideológicos encondían cuestiones personales y dividieron al Interbloque.
Lo de junio fue más traumático porque ahí sí hubo discusión de proyectos políticos antagónicos básicamente entre el sector postkirchnerista que integran Duhalde, De Narváez, Barrionuevo y el peronismo kirchnerista. El FPV en el país y en Catamarca corrió la suerte de esa división de aguas”, remarcó.
A pesar de esas vicisitudes, enfatiza que “el interbloque pudo mantenerse en pie, se limaron algunas asperezas y tras ese aprendizaje volvió a funcionar”.
Por último, Altamirano analizó que la situación económica condicionó muchas decisiones políticas del kirchnerismo en el nivel nacional, pero destacó lo hecho en materia de seguridad social, educación, aportes a la investigación científica, entre otros, pero avizora un 2010 de crecimiento para la Argentina.
Fuente: www.launiondigital.com.ar
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