El granizo arruinó a los productores de El Breal y otras localidades tinogasteñas
Técnicos del instituto elevarán un informe a las autoridades del Ministerio de Producción.
Desastre. En El Breal, una productora recorre los surcos pelados por el granizo.
Con la llegada de personal de Agronomía de Zona en la tarde de ayer se inició una campaña de pulverización de todo el territorio del departamento que fue afectado por la tormenta de piedra ocurrida durante el pasado jueves a la noche, con la intención de evitar el ingreso de enfermedades a la fruta que está toda molida por el granizo.
Mientras tanto, técnicos del INTA estaban trabajando sobre el informe que será presentado ante las autoridades provinciales, particularmente del ministerio de Producción, donde entre otros ítems señalan que la producción fue arruinada en un 100 por ciento en la zona sur de Costa de Reyes, y en un 90 por ciento en la zona norte de la misma localidad.
Así lo aseguró ayer a EL ANCASTI el técnico Ramón Mamaní, quien señaló que "el sector sur del pueblo está muy afectado, con pérdidas del 100 por ciento, tanto en nogales, durazneros y en las huertas; mientras que en la parte norte fue menos, pero igual el daño llega al 90 por ciento de todo lo cultivado. Es muy grande el daño, no solamente lo que se ve, sino que la fruta que queda en la planta está toda machucada, incluso la pulpa de las nueces se está poniendo negra en el interior y eso es pérdida total”, remarcó.
Desastre en El Breal
De lo que no tenían aún un panorama bien definido es de la zona de El Breal, en San José, ya que “tenemos que volver a ir nuevamente esta tarde (por ayer) para determinar mejor los daños, porque no se podía ingresar pero lo vamos a hacer”.
Mientras que en la zona de Banda de Lucero, otro distrito a unos 25 kilómetros al sudeste del río Abaucán, no se pudo llegar aun: “No podemos pasar por las crecidas del río, pero tenemos entendido que afectó muy poco, no en las dimensiones de estas otras dos localidades”, sostuvo Mamaní.
Al respecto, el técnico no ocultó su tristeza, porque “a uno le duele como técnico ver esto, sabiendo que mucha gente vive de su producción y no tiene otra alternativa de trabajo en estos pueblos que presentan reducida capacidad de recuperación. Es muy triste vivenciar lo que les pasó, nosotros trataremos de ayudar en lo que esté a nuestro alcance”, expuso.
En este mismo sentido se manifestó el intendente Simón Quintar, quien en referencia a los moradores de Costa de Reyes dijo que "para ellos representa mucho, porque el trabajo que ellos hicieron durante todo el año se vio frustrado, así que hoy esperamos a los técnicos de Producción para que hagan el relevamiento. Nosotros iremos para buscar algún tipo de respuestas en el ministerio a este problema”.
Los productores consideran necesaria la ayuda del Gobierno, porque “de otra manera no vamos a poder seguir produciendo, no sólo hemos perdido nuestro trabajo, sino toda la inversión y las esperanzas puestas en esto que representa nuestra fuente de vida”, dijo uno de los productores.
“Sólo anduvieron de la oficina del INTA, ya que ellos solo nos pueden entregar algunas semillas para hacer otra huerta, pero recién ayer hemos podido tomar dimensión de los daños ya que estaba todo inundado y no podíamos llegar a los cultivos, los daños fueron totales”, dijeron.
La mayoría de estas familias vive de lo que producen, por ejemplo Domingo Bayón tiene una familia numerosa, y cría animales, corta adobes y siembra, pero este año se quedó sin nada. “Ya tenía el tomate para empezar a cosechar, la tormenta lo hizo pedazos, igual la sandía, no sabemos qué hacer. De esto nosotros sobrevivimos y esto es lo que estaba esperando”. Por otro lado, Elvira Villagra, una abuela de más de 80 años que también sufrió la tempestad, tiene su viñedo a medias con el cuidador y en este caso los dos se vieron afectados.
“Toda la uva está en el suelo, la cosecha está perdida pero se puede sembrar alguna otra fruta o verdura para no perder todo, y al menos recuperar algo”. Pero la tristeza y el desconsuelo se apoderaron durante todo el fin de semana de la familia Reales que vive de lo que cosecha y vende y este año se había arriesgado sembrando 20 mil plantas de tomates y varias hectáreas entre sandías, melones y zapallitos y cebolla en cabeza.
“Las pérdidas son totales, es lamentable porque ningún año nos pasó esto que ocurrió ahora. Para nosotros significa mucho porque lo hicimos con grandes sacrificios, el pago de la hora de un tractor está a 60 pesos, y son muchas las horas de trabajo, semillas, un empleado que nos ayuda, el pago del agua, insecticidas, y tantísimas horas de trabajo tiradas a la basura”, dijo Verónica Reales.(Fuente: El Ancasti)
Mientras tanto, técnicos del INTA estaban trabajando sobre el informe que será presentado ante las autoridades provinciales, particularmente del ministerio de Producción, donde entre otros ítems señalan que la producción fue arruinada en un 100 por ciento en la zona sur de Costa de Reyes, y en un 90 por ciento en la zona norte de la misma localidad.
Así lo aseguró ayer a EL ANCASTI el técnico Ramón Mamaní, quien señaló que "el sector sur del pueblo está muy afectado, con pérdidas del 100 por ciento, tanto en nogales, durazneros y en las huertas; mientras que en la parte norte fue menos, pero igual el daño llega al 90 por ciento de todo lo cultivado. Es muy grande el daño, no solamente lo que se ve, sino que la fruta que queda en la planta está toda machucada, incluso la pulpa de las nueces se está poniendo negra en el interior y eso es pérdida total”, remarcó.
Desastre en El Breal
De lo que no tenían aún un panorama bien definido es de la zona de El Breal, en San José, ya que “tenemos que volver a ir nuevamente esta tarde (por ayer) para determinar mejor los daños, porque no se podía ingresar pero lo vamos a hacer”.
Mientras que en la zona de Banda de Lucero, otro distrito a unos 25 kilómetros al sudeste del río Abaucán, no se pudo llegar aun: “No podemos pasar por las crecidas del río, pero tenemos entendido que afectó muy poco, no en las dimensiones de estas otras dos localidades”, sostuvo Mamaní.
Al respecto, el técnico no ocultó su tristeza, porque “a uno le duele como técnico ver esto, sabiendo que mucha gente vive de su producción y no tiene otra alternativa de trabajo en estos pueblos que presentan reducida capacidad de recuperación. Es muy triste vivenciar lo que les pasó, nosotros trataremos de ayudar en lo que esté a nuestro alcance”, expuso.
En este mismo sentido se manifestó el intendente Simón Quintar, quien en referencia a los moradores de Costa de Reyes dijo que "para ellos representa mucho, porque el trabajo que ellos hicieron durante todo el año se vio frustrado, así que hoy esperamos a los técnicos de Producción para que hagan el relevamiento. Nosotros iremos para buscar algún tipo de respuestas en el ministerio a este problema”.
Los productores consideran necesaria la ayuda del Gobierno, porque “de otra manera no vamos a poder seguir produciendo, no sólo hemos perdido nuestro trabajo, sino toda la inversión y las esperanzas puestas en esto que representa nuestra fuente de vida”, dijo uno de los productores.
Lamento de productores
Además de Costa de Reyes, la tormenta del jueves afectó los cultivos de Banda de Lucero, El Cachiyuyo y San José, sobre todo en la zona conocida como El Breal. Allí, en esta localidad ubicada a unos 12 kilómetros al noreste de la cabecera departamental, los productores están desesperados, no sólo por la gran pérdida que sufrieron de cultivos estacionales como tomates, sandías, melones, zapallos y morrones, sino porque hasta ayer nadie se había preocupado por su situación y pidieron una ayuda al Gobierno.“Sólo anduvieron de la oficina del INTA, ya que ellos solo nos pueden entregar algunas semillas para hacer otra huerta, pero recién ayer hemos podido tomar dimensión de los daños ya que estaba todo inundado y no podíamos llegar a los cultivos, los daños fueron totales”, dijeron.
La mayoría de estas familias vive de lo que producen, por ejemplo Domingo Bayón tiene una familia numerosa, y cría animales, corta adobes y siembra, pero este año se quedó sin nada. “Ya tenía el tomate para empezar a cosechar, la tormenta lo hizo pedazos, igual la sandía, no sabemos qué hacer. De esto nosotros sobrevivimos y esto es lo que estaba esperando”. Por otro lado, Elvira Villagra, una abuela de más de 80 años que también sufrió la tempestad, tiene su viñedo a medias con el cuidador y en este caso los dos se vieron afectados.
“Toda la uva está en el suelo, la cosecha está perdida pero se puede sembrar alguna otra fruta o verdura para no perder todo, y al menos recuperar algo”. Pero la tristeza y el desconsuelo se apoderaron durante todo el fin de semana de la familia Reales que vive de lo que cosecha y vende y este año se había arriesgado sembrando 20 mil plantas de tomates y varias hectáreas entre sandías, melones y zapallitos y cebolla en cabeza.
“Las pérdidas son totales, es lamentable porque ningún año nos pasó esto que ocurrió ahora. Para nosotros significa mucho porque lo hicimos con grandes sacrificios, el pago de la hora de un tractor está a 60 pesos, y son muchas las horas de trabajo, semillas, un empleado que nos ayuda, el pago del agua, insecticidas, y tantísimas horas de trabajo tiradas a la basura”, dijo Verónica Reales.(Fuente: El Ancasti)
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