Dijo que los jueces deben ser "independientes del poder político, pero también del poder económico". Así, se involucró en la disputa abierta con el Poder Judicial a partir de la desobediencia del jefe de Gabinete a cumplir la orden de una jueza.
Fueron declaraciones en estéreo. Al mismo tiempo que su esposo Néstor criticó en Corrientes a la prensa "cobarde", la presidenta Cristina Kirchner encabezó ayer un acto en La Pampa en el que le pidió a la Justicia que se mantenga autónoma no sólo del poder político, sino también del económico. Lo dijo acusando a la vez al periodismo escrito de no hacer foco en esta cuestión constitucional básica.
La Presidenta hizo estas declaraciones en medio de la polémica que envuelve a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien admitió hace pocos días que había desobedecido una orden judicial que afectaba al sindicato de aeronavegantes, un gremio que hasta el momento es controlado por la actual embajadora en Venezuela, Alicia Castro.
"La Justicia debe ser independientes del poder político, pero también debe ser independiente del poder económico", explicó la Presidenta en La Pampa, y de inmediato señaló lo que a su juicio es una falencia de la prensa gráfica: "Muchas veces leemos rimbombantes palabras, grandes arengas acerca de que los jueces deben tener independencia de los poderes políticos de turno, y es correcto, pero también deben tener, y hoy más que nunca, independencia de los poderes económicos, que nunca son circunstanciales, que son permanentes y a los que nadie los vota nunca".
Cristina habló ayer frente a una audiencia experta en cuestiones jurídicas. Había viajado a Santa Rosa justamente a inaugurar una ciudad judicial y una unidad penitenciaria. Durante su discurso sabía que la estaban escuchando varios jueces. Entre ellos, los miembros del Tribunal Superior de Justicia de La Pampa: su presidenta, Rosa Elvira Vazquez, la había precedido en el uso de la palabra, igual que el gobernador provincial, Oscar Jorge. Estuvieron presentes también los ministros de Justicia, Julio Alak; y de Interior, Florencio Randazzo. Por la tarde, en la asunción en el INADI de Claudio Morgado, Alak describió a los dichos de la Presidenta respecto a la independencia del Poder Judicial como "muy valientes".
La jueza de la Corte, Carmen Argibay, había dicho que era "preocupante" la decisión de desobedecer un fallo judicial.
En su discurso pampeano, la Presidenta no hizo ningún tipo de alusión a la polémica que afecta a Aníbal Fernández. Y tampoco dijo nada sobre los dichos del subsecretario para Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, quien en su visita al país afirmó que los empresarios norteamericanos están preocupados por la "inseguridad jurídica" de la Argentina.
Intentó, eso sí, instalar la idea de que su mensaje a los jueces tenía un objetivo social más que político: "Es importante reafirmar este verdadero rol de la Justicia, porque son precisamente los más vulnerables, los trabajadores, los pequeños, los que normalmente carecen de poder de lobby para obtener medidas políticas, legislación o sentencias. Es allí donde el rol de la Justicia adquiere su verdadera dimensión y condición humana, cuando vela por los que menos tienen". En ese momento afirmó que los "más débiles" obtienen Justicia cuando "los poderes del Estado articulan un proyecto de país donde la distribución del ingreso se hace más justa y más equitativa para todos sus habitantes". Fue por eso, contó, que "esta Presidenta" decidió implementar el Plan de Asignación Universal por hijo.
Aunque viajó a Santa Rosa especialmente para eso, Cristina no inauguró la ciudad judicial con un acto en ese sitio, sino que ceremonial de Presidencia prefirió que hablara en un lugar apartado, el gimnasio del club local Estudiantes. Se resguardó así a la mandataria de dos potenciales riesgos: la lluvia que amenazaba con complicar su recorrida por la nueva sede judicial y, sobre todo, de una posible manifestación de sectores críticos del Gobierno nacional.
Fueron declaraciones en estéreo. Al mismo tiempo que su esposo Néstor criticó en Corrientes a la prensa "cobarde", la presidenta Cristina Kirchner encabezó ayer un acto en La Pampa en el que le pidió a la Justicia que se mantenga autónoma no sólo del poder político, sino también del económico. Lo dijo acusando a la vez al periodismo escrito de no hacer foco en esta cuestión constitucional básica.
La Presidenta hizo estas declaraciones en medio de la polémica que envuelve a su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien admitió hace pocos días que había desobedecido una orden judicial que afectaba al sindicato de aeronavegantes, un gremio que hasta el momento es controlado por la actual embajadora en Venezuela, Alicia Castro.
"La Justicia debe ser independientes del poder político, pero también debe ser independiente del poder económico", explicó la Presidenta en La Pampa, y de inmediato señaló lo que a su juicio es una falencia de la prensa gráfica: "Muchas veces leemos rimbombantes palabras, grandes arengas acerca de que los jueces deben tener independencia de los poderes políticos de turno, y es correcto, pero también deben tener, y hoy más que nunca, independencia de los poderes económicos, que nunca son circunstanciales, que son permanentes y a los que nadie los vota nunca".
Cristina habló ayer frente a una audiencia experta en cuestiones jurídicas. Había viajado a Santa Rosa justamente a inaugurar una ciudad judicial y una unidad penitenciaria. Durante su discurso sabía que la estaban escuchando varios jueces. Entre ellos, los miembros del Tribunal Superior de Justicia de La Pampa: su presidenta, Rosa Elvira Vazquez, la había precedido en el uso de la palabra, igual que el gobernador provincial, Oscar Jorge. Estuvieron presentes también los ministros de Justicia, Julio Alak; y de Interior, Florencio Randazzo. Por la tarde, en la asunción en el INADI de Claudio Morgado, Alak describió a los dichos de la Presidenta respecto a la independencia del Poder Judicial como "muy valientes".
La jueza de la Corte, Carmen Argibay, había dicho que era "preocupante" la decisión de desobedecer un fallo judicial.
En su discurso pampeano, la Presidenta no hizo ningún tipo de alusión a la polémica que afecta a Aníbal Fernández. Y tampoco dijo nada sobre los dichos del subsecretario para Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, quien en su visita al país afirmó que los empresarios norteamericanos están preocupados por la "inseguridad jurídica" de la Argentina.
Intentó, eso sí, instalar la idea de que su mensaje a los jueces tenía un objetivo social más que político: "Es importante reafirmar este verdadero rol de la Justicia, porque son precisamente los más vulnerables, los trabajadores, los pequeños, los que normalmente carecen de poder de lobby para obtener medidas políticas, legislación o sentencias. Es allí donde el rol de la Justicia adquiere su verdadera dimensión y condición humana, cuando vela por los que menos tienen". En ese momento afirmó que los "más débiles" obtienen Justicia cuando "los poderes del Estado articulan un proyecto de país donde la distribución del ingreso se hace más justa y más equitativa para todos sus habitantes". Fue por eso, contó, que "esta Presidenta" decidió implementar el Plan de Asignación Universal por hijo.
Aunque viajó a Santa Rosa especialmente para eso, Cristina no inauguró la ciudad judicial con un acto en ese sitio, sino que ceremonial de Presidencia prefirió que hablara en un lugar apartado, el gimnasio del club local Estudiantes. Se resguardó así a la mandataria de dos potenciales riesgos: la lluvia que amenazaba con complicar su recorrida por la nueva sede judicial y, sobre todo, de una posible manifestación de sectores críticos del Gobierno nacional.
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