El ex testigo del caso Cabezas está acusado junto a Sergio Sosa. La causa fue investigada por la fiscal Nieva.(Fuente: Diario El Ancasti)
ACUSADO. CARLOS REDRUELLO |
ANDALGALÁ
La fiscal de instrucción, Martha Graciela Nieva, cerró la investigación por una presunta mega estafa perpetrada en el departamento Pomán entre febrero y junio de 2007 a través de la venta de automotores robados en la provincia de Córdoba. Y envió a juicio oral a Carlos Alberto Redruello como supuesto autor del delito de "estafas reiteradas (11 hechos)", y a Sergio Robert Sosa, al que imputó como partícipe primario de los hechos, ya que sería quien proveía de los vehículos que luego fueron vendidos a distintas familias de las localidades de Pomán y Mutquín.
Los dos imputados tienen condenas en distintos hechos de estafa, y en el caso de Sosa, fue sentenciado el pasado mes de marzo a una pena en suspenso por dos maniobras similares junto a otro conocido estafador, Carlos Alberto Cervantes.
La investigación sobre la mega estafa tuvo su origen a principios de 2007, cuando fueron detectados vehículos que habían sido robados principalmente en la provincia de Córdoba, como así también en Santa Fe. Algunos de esos secuestros se realizaron en la ciudad de Recreo, en La Paz, y otros en la ciudad Capital.
La división Inteligencia Criminal y la División Sustracción Automotores de la policía local, que trabajaron en conjunto con la policía de Córdoba, lograron establecer la ruta que seguían los automóviles robados en el centro del país. Y determinaron, cruzando información, que buena parte de los vehículos se comercializaban en el oeste provincial.
Allí se dio intervención a la fiscal Nieva, quien con la información vertida por los investigadores policiales ordenó los secuestros de los rodados. En todos los casos, quienes los poseían afirmaron que se los habían comprado a la misma persona: Carlos Alberto Redruello.
El sospechoso llegó entre fines de enero y comienzos de febrero de 2007 a Pomán, y rápidamente comenzó a ganarse la confianza de quienes luego convertiría en víctimas. El primer perjudicado fue un matrimonio de apellido Chaves, a quienes les vendió dos vehículos y les recibió una camioneta que estaba fundida, además de dinero y un saldo que quedó en cuotas. Poco después, también le vendió un Fiat Uno a Gabriel Soria, por el que le pidió 13.500 pesos, los que cobró recibiendo el auto del damnificado, 3.000 pesos en efectivo y pagarés por el saldo. En cada uno de los hechos la maniobra fue similar, y así logró vender a distintas personas una serie de automóviles y hasta un costosa camioneta Honda 4x4 por el que recibió un Mercedes Benz en parte de pago.
Una de las herramientas, que hacía valer el imputado a la hora de convencer a los compradores, eran las referencias que aportaban los demás damnificados, quienes ya habían adquirido vehículos supuestamente sin problemas. Aún cuando ninguno había podido concretar las transferencias.
Según las denuncias de los damnificados, Redruello afirmaba que trabajaba para una concesionaria de la ciudad Capital. Y que de allí provenían los vehículos que vendía. Sin embargo, ocultó que todos y cada uno de los rodados que vendió en Pomán tenían pedido de captura porque habían sido robados en Córdoba.
La fiscal de instrucción, Martha Graciela Nieva, cerró la investigación por una presunta mega estafa perpetrada en el departamento Pomán entre febrero y junio de 2007 a través de la venta de automotores robados en la provincia de Córdoba. Y envió a juicio oral a Carlos Alberto Redruello como supuesto autor del delito de "estafas reiteradas (11 hechos)", y a Sergio Robert Sosa, al que imputó como partícipe primario de los hechos, ya que sería quien proveía de los vehículos que luego fueron vendidos a distintas familias de las localidades de Pomán y Mutquín.
Los dos imputados tienen condenas en distintos hechos de estafa, y en el caso de Sosa, fue sentenciado el pasado mes de marzo a una pena en suspenso por dos maniobras similares junto a otro conocido estafador, Carlos Alberto Cervantes.
La investigación sobre la mega estafa tuvo su origen a principios de 2007, cuando fueron detectados vehículos que habían sido robados principalmente en la provincia de Córdoba, como así también en Santa Fe. Algunos de esos secuestros se realizaron en la ciudad de Recreo, en La Paz, y otros en la ciudad Capital.
La división Inteligencia Criminal y la División Sustracción Automotores de la policía local, que trabajaron en conjunto con la policía de Córdoba, lograron establecer la ruta que seguían los automóviles robados en el centro del país. Y determinaron, cruzando información, que buena parte de los vehículos se comercializaban en el oeste provincial.
Allí se dio intervención a la fiscal Nieva, quien con la información vertida por los investigadores policiales ordenó los secuestros de los rodados. En todos los casos, quienes los poseían afirmaron que se los habían comprado a la misma persona: Carlos Alberto Redruello.
El sospechoso llegó entre fines de enero y comienzos de febrero de 2007 a Pomán, y rápidamente comenzó a ganarse la confianza de quienes luego convertiría en víctimas. El primer perjudicado fue un matrimonio de apellido Chaves, a quienes les vendió dos vehículos y les recibió una camioneta que estaba fundida, además de dinero y un saldo que quedó en cuotas. Poco después, también le vendió un Fiat Uno a Gabriel Soria, por el que le pidió 13.500 pesos, los que cobró recibiendo el auto del damnificado, 3.000 pesos en efectivo y pagarés por el saldo. En cada uno de los hechos la maniobra fue similar, y así logró vender a distintas personas una serie de automóviles y hasta un costosa camioneta Honda 4x4 por el que recibió un Mercedes Benz en parte de pago.
Una de las herramientas, que hacía valer el imputado a la hora de convencer a los compradores, eran las referencias que aportaban los demás damnificados, quienes ya habían adquirido vehículos supuestamente sin problemas. Aún cuando ninguno había podido concretar las transferencias.
Según las denuncias de los damnificados, Redruello afirmaba que trabajaba para una concesionaria de la ciudad Capital. Y que de allí provenían los vehículos que vendía. Sin embargo, ocultó que todos y cada uno de los rodados que vendió en Pomán tenían pedido de captura porque habían sido robados en Córdoba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario