Espantados ante lo que consideran un clima de negocios hostil, varios empresarios de primera línea se autoconvocaron, palabra de moda en la era kirchnerista, para presentarle todo su espectro de inquietudes al ministro de Planificación, Julio De Vido, que los recibió anteayer. Los trascendidos de la reunión desencadenaron aquí, en pleno Coloquio de IDEA, una pelea interna en la Unión Industrial Argentina (UIA), desde donde no se entendieron las razones de una iniciativa por fuera de las entidades empresariales tradicionales. La historia es enrevesada y está protagonizada por hombres de negocios que, por primera vez, se congregaron para planificar un encuentro con el Gobierno: Enrique Eskenazi (YPF), Luis Pagani (Arcor), Claudio Cirigliano (grupo Plaza), Aldo Roggio (grupo Roggio), Alejandro Macfarlane (Edenor), Jorge Brito (Banco Macro), Luis Betnaza (Techint) y Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza). El noveno invitado, Federico Nicholson (Ledesma) decidió no ir después de la explosión de disgusto que hace diez días había tenido Héctor Méndez, presidente de la UIA, por haber sido excluido del encuentro.
"Queremos ser un grupo de empresarios nacionales que converse con todos los sectores -dijo uno de los que estuvo con De Vido-. Con la Justicia, con los empresarios, con la oposición, con todos? Ojo que acá no está cualquiera, ¿eh? Usted sabe a lo que me refiero".
Esa condición de grupo selecto fue lo que molestó a Méndez, que será hoy uno de los expositores del coloquio, en un panel junto con el ruralista Hugo Biolcati. El empresario del plástico llegó al Sheraton acompañado por varios industriales: Betnaza, José Ignacio de Mendiguren, Adrián Kaufman, Horacio Martínez, Cristiano Rattazzi y Martín Etchegoyen, entre otros. Algunos de ellos discutieron ayer, en la puerta del lobby, a metros de donde estaba este cronista, por los desencuentros causados tras el contacto con De Vido.
El interlocutor: La reunión con De Vido se hizo el miércoles al mediodía, en absoluto secreto, según confirmaron seis ejecutivos, algunos de ellos protagonistas del encuentro. En realidad, habían existido dos contactos anteriores entre los empresarios para ponerse de acuerdo y elegir a quién convocar. De Vido ha sido siempre, desde 2003, el mejor interlocutor que tiene el empresariado nacional. Hace un año y medio, durante el conflicto agropecuario, desde la UIA se pedía a gritos que fuera él quien llevara la negociación con el sector agropecuario, en lugar del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien consideraban desgastado. Hace dos semanas, ante una consulta particular de un dirigente alarmado por el clima de tensión del país, el arquitecto contestó que no se preocupara, que las cosas se tranquilizarían en adelante, y que toda la sobreactuación gubernamental de los últimos meses había obedecido a que Kirchner debía obtener leyes que consideraba claves en el Congreso. (La Nación, Buenos Aires, 30/10/09)
"Queremos ser un grupo de empresarios nacionales que converse con todos los sectores -dijo uno de los que estuvo con De Vido-. Con la Justicia, con los empresarios, con la oposición, con todos? Ojo que acá no está cualquiera, ¿eh? Usted sabe a lo que me refiero".
Esa condición de grupo selecto fue lo que molestó a Méndez, que será hoy uno de los expositores del coloquio, en un panel junto con el ruralista Hugo Biolcati. El empresario del plástico llegó al Sheraton acompañado por varios industriales: Betnaza, José Ignacio de Mendiguren, Adrián Kaufman, Horacio Martínez, Cristiano Rattazzi y Martín Etchegoyen, entre otros. Algunos de ellos discutieron ayer, en la puerta del lobby, a metros de donde estaba este cronista, por los desencuentros causados tras el contacto con De Vido.
El interlocutor: La reunión con De Vido se hizo el miércoles al mediodía, en absoluto secreto, según confirmaron seis ejecutivos, algunos de ellos protagonistas del encuentro. En realidad, habían existido dos contactos anteriores entre los empresarios para ponerse de acuerdo y elegir a quién convocar. De Vido ha sido siempre, desde 2003, el mejor interlocutor que tiene el empresariado nacional. Hace un año y medio, durante el conflicto agropecuario, desde la UIA se pedía a gritos que fuera él quien llevara la negociación con el sector agropecuario, en lugar del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien consideraban desgastado. Hace dos semanas, ante una consulta particular de un dirigente alarmado por el clima de tensión del país, el arquitecto contestó que no se preocupara, que las cosas se tranquilizarían en adelante, y que toda la sobreactuación gubernamental de los últimos meses había obedecido a que Kirchner debía obtener leyes que consideraba claves en el Congreso. (La Nación, Buenos Aires, 30/10/09)
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