El conflicto de Andalgalá, en la mirada de un especialista. El periodista porteño especializado en temas mineros, Claudio Gutiérrez, opinó con respecto a los graves hechos sucedidos en Andalgalá, donde se desarrollará el proyecto Agua Rica, que espera extraer cobre y molibdeno en cercanías de esa población.
En extractos de la extensa nota, Gutierrez aseguró: “Es imposible mantener un diálogo entre las partes en este nivel beligerante.”
“Esto de la violencia está relacionado a expresiones de hombres y mujeres que no son de la comunidad. Se pusieron en actividad los peores mecanismos militantes de la política argentina haciendo blanco en las diferencias que existen entre los mismos vecinos de Andalgalá. Una demanda y posición legítima y respetable, fue puesta en clave de violencia por los destructores de siempre, por los rompe sociedad”, dijo Gutierrez en clara alusión a activistas encapuchados.
Sobre las responsabilidades que le competen a la empresa Agua Rica S.A. ante la demanda social de contaminación, falta y uso de agua y promesas sin cumplir detalló que “hay que separar los reclamos”. Por un lado “están los aspectos ideológicos de aquellos que se oponen a la llegada de capitales extranjeros que invierten y extraen minerales” señaló Gutiérrez, quién según su visión por el otro lado, están los miedos lógicos de una sociedad que es amenazada desde la disidencia minera por los miedos a contaminar. En cuanto a esto, el periodista especializado en el rubro minero señaló claramente: “hasta ahora no se ha comprobado, dado que a la fecha no existen hechos de este tipo, y la fuente fidedigna es la del trabajador minero, el primer afectado si esto sucediera”.
Ante las dudas y miedos existentes sobre el desarrollo minero, Gutiérrez advierte que “es potestad del estado provincial, municipal y nacional dar garantías. Lo que sucede es que existen en este punto dudas sociales sobre si el Estado cumple bien ese rol, y aquí aparecen desconfianzas de connivencia y arreglos y la gente es crítica ante esto”.
Por el otro lado esta la responsabilidad social de la empresa. Gutiérrez entiende que “las empresas deben dar garantías, deben hacer las cosas bien, mostrando de frente a la sociedad sus operaciones. Las empresas muchas veces se muestran autistas ante los reclamos de la comunidad, alguna de ellas, caso Barrick, se presentan en sociedad omnipotentes intocables, y eso despierta dudas y desconfianzas”.
El profesional de la materia entiende que “las empresas mineras trabajan con recursos naturales no renovables y por eso deben prestarse sin objetar al análisis de la sociedad sobre sus conductas, operaciones industriales y forma de relacionarse, dado que es un derecho del pueblo argentino saber que se hace y para que se usan sus recursos naturales”.
Consultado sobre si este tema está regulado, el especialista fue categórico al expresar que “el sentido común no puede ser legislado, y la licencia social no es una normativa legal pero si una exigencia de los pueblos. Por eso la obtención de la licencia social es un trabajo que se obtiene a diario y no una sola vez, el cual se recertificar en cada jornada de trabajo”.
Al hacer referencia al slogan antiminero que anuncia que las mineras no dejan nada en el país atinó a responder que “la nueva minería que llegó al país en los años noventa, no está subvencionada y paga impuestos a las ganancias y retenciones. Hay mala y tendenciosa información, por eso hay que exigir a las empresas más comunicación de la que producen. Minera Alumbrera por ejemplo, pagó en 2009 unos 194 millones de U$S de impuestos a la ganancias. Movilizó más de 3.000 millones de pesos y dio trabajo a 10.000 personas. Este dato es ocultado por los detractores de la minería”.
Por último y al hacer referencia a una posible solución del conflicto en Andalgalá y en otra ciudades que se oponen a la minería, Gutiérrez sentenció que “sino se construyen lazos sociales, comunicacionales y participativos la minería no es viable”. Recomendó a “no extremizar el conflicto, determinar quienes deben opinar en estos temas y quienes son las fuentes confiables, hoy no podemos construir una sociedad más justa y equitativa con la exclusión de la minería u otra industria lícita” como así también no se puede “excluir al soberano y no dejarlo participar y opinar”.
La minería “debe ser estratégica en el diseño del marco de crecimiento económico del país, dado que esta industria posee una enorme capacidad de generar fuentes de trabajo, riquezas y distribuir mejor la calidad de vida principalmente en zonas muy lejanas de las grandes ciudades” concluyó. (Fuente: Diario El Atlántico, www.diarioelatlantico.com)
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