sábado, 20 de marzo de 2010

Aconquija-Cultura: El Pucará de Aconquija

El Pucará de Aconquija se trata de una construcción arqueológica monumental que ocupa una zona estratégica en la cumbre aplanada de un cerro que domina una extensa llanura alta llamada Campo del Pucará
LAS RUINAS.                                                                                  

TEORIA DE  BRUCH.

             Las Ruinas del “Pucará”, ampliamente conocidas aunque poco transitadas en la bibliografía arqueológica, están situadas aproximadamente sobre el meridiano de 60° de longitud oeste y 27° 43´ de latitud sur.

            Esta posición las sitúa justamente en el borde montañoso que limita las fosas tectónicas del “Campo del Pucará” por el sur. Este campo tiene una forma triangular con el vértice hacia el norte y su altitud media sobre el nivel del mar es de unos 1600 metros, con pendiente hacia el norte por cuyo extremo se realiza el desagüe pluvial por el río del Campo – más abajo llamado río del Suncho-    que luego de su triple junta con los Ríos Chacras y Potreros, corta la sierra de Narváez por la angosta quebrada de Las Cañas para salir a los valles tucumanos. La presencia de las sierras de Narváez y Escaba. Por el este impide el paso de las corrientes de los aires húmedos del oriente con lo que el campo recibe pocas precipitaciones. La altitud y las pocas lluvias han caracterizado la vegetación de gramíneas que la cubre en su mayor parte únicamente en sus bordes es decir sobre el pie de la sierra circundante se presenta una vegetación de árboles y arbustos xerófilos con marcado predominio de Algarrobo Negro. El terreno está constituido por aluviones recientes que forman gruesos sedimentos de loes secundarios, con un cierto contenido de arena, los rodados pétreos solamente se encuentran en el lecho de los ríos esporádicos que cruzan el campo de sur a norte. El relieve es sensiblemente plano con ligeras ondulaciones que no pasan de algunas decenas de metros y con pendiente general hacia el norte en forma de un gran abanico. Desde la escuela se puede ascender caminando hasta las Ruinas situadas sobre una loma alargada directamente al  este de la misma y 200 metros más arriba en término medio. Las Ruinas se componen en dos grupos: el Austral que constituye la parte principal está integrado por dos conjuntos de recintos el oriental y el occidental y el grupo Norte, formado por un solo conjunto de recintos de menor importancia que los del grupo anterior.

Los mas destacados de este antigal no son precisamente los recintos sino las grandes murallas que lo circundan casi completamente.                                      ARRIBA.


El grupo Austral está rodeado en su mayor parte por una muralla exterior que sigue aproximadamente una curva de nivel. Esta muralla presenta hacia el norte en dos tramos, una segunda muralla interior.
                        
El grupo Norte presenta una muralla en forma de semicírculo abierta hacia el sur seguida más afuera por otra muralla de menor altura y largo. Ambos grupos están separados por una pequeña silla, en la que nace la quebrada del arroyo Las Chilcas  que desemboca frente a la escuela en el río Pucará. Esta quebrada ofrece un fácil acceso y se observan restos de una calzada de piedra similar a las de las llamadas “Camino del Inca”, en otros sitios del noroeste. Probablemente este camino era uno de los principales accesos a las Ruinas.

Las murallas presentan largas interrupciones y a nuestro juicio indican que el crecimiento completo no había sido concluido al producirse el abandono del lugar por sus ocupantes o pobladores. Prueba de ello es la ausencia de piedras en los tramos de enlace las murallas existentes especialmente al norte y al sur del grupo Austral donde hay interrupciones especialmente al norte y al sur del grupo Austral donde hay interrupciones que hacen a un fácil acceso para un eventual atacante por carecer esos tramos de defensa natural igualmente el grupo Norte tiene la muralla semicircular y la interior del mismo lado dejando abierto completamente el costado sur tampoco se advierten indicios que señalan la intención de amurallar el filo de ambos grupos de recintos. Todo esto confirma que las murallas estaban en construcción cuando se produce el abandono del lugar. En cuanto a los tramos de murallas dobles que se encuentran en el lado norte de ambos grupos no cumplen aparentemente una función defensiva eficaz ya que son fácilmente franqueables,  mientras que presentan un importante aspecto ornamental como entrada a un recinto importante. De todos modos si verdaderamente las ruinas corresponden a una fortificación no han sido terminadas y presumiblemente utilizadas como tal.

Además las supuestas troneras son muy bajas y pequeñas inadecuadas para un arquero o lancero parecen más bien miradores.

En este punto compartimos las opiniones de Bruch  que aseveran que se trata de construcciones  post-hispánicas inspiradas en los fuertes de los Españoles con las troneras o armas de fuego.

La escasez de alfarería y el no tener noticias sobre el hallazgo de enterratorios dentro de las ruinas parecían confirmar la suposición de que fueron muy poco utilizadas y que fueron construidas por indígenas pobladores del campo como reducto frente a ataques enemigos.

En el campo Pucará en cambio hay esparcidas gran cantidad de fragmentos de alfarería sobre todo en las proximidades de las alineaciones circulares de piedra que se presentan en conexión con túmulos de tierra y unas depresiones artificiales (represas de dudoso significado).

Entre el material arqueológico recogido en la zona se destacan las urnas funerarias de tipos Belén y Santa María en poder de pobladores de los alrededores.

Igualmente aparecen objetos de piedra, morteros y algunas conanas con decoraciones antropomorfas en relieve. Un objeto que llama la atención es una figura humana en cuclillas tallada en roca blanda (mica). Según informes de pobladores hay en poder de particulares,  numerosas piezas encontradas en la zona y actualmente en Andalgalá, Concepción, Las Estancias y Villa Alberdi y que podrían servir para el estudio de la cultura de los pueblos aborígenes que poblaron este campo. Es lamentable que tanto material sea objeto de comercio.

Descripción geográfica.

            El sistema de las Sierras de Aconquija es uno de los componentes geográficos más importantes del N.O. argentino, tanto por su altura como por el área que ocupa a partir de la cual se dividen en varios cordones montañosos que ocupan, el sector Austral del territorio de la Provincia de Catamarca.

El Campo del Pucará queda encerrado por varios de esos cordones, hacia el occidente el que incluye la cumbre de Las Lajas, por el oriente, la cumbre de Narvaez y por el sur la Sierra de La Carreta y la cuesta del Molle.

La planicie del Campo Pucará, levemente ondulada, desciende suavemente hacia el norte bordeada a ambos lados por terrazas o mesadas bien desarrolladas, al Noroeste y Noreste cortadas por ríos limitados por barrancas verticales.

Los sedimentos del Campo del Pucará son de grano fino, de color gris claro, y se mantienen sin desmoronarse en las paredes verticales de los zanjones. Por sus características extremas pueden ser confundidos con loes y como tal, han sido considerados por algunos autores, pero su composición se aparta de la de aquel tipo de sedimento. En primer lugar es un poco más arenoso, y  carece del contenido de carbonato de calcio característico del loes. Se presenta  en las capas gruesas sin estratificar, con aisladas intercalaciones de arenisca conglomerada fina. Su origen es evidentemente fluvial, pese a su falta de estratificación.

El Río del Pucará también llamado Río del Campo, y más abajo, Río del Suncho, es el principal colector de agua; recorre el “Campo” de sur a norte hasta que luego de juntarse con los Ríos Chacras y Potrero, cortan las Sierras de Narvaez por la angosta Quebrada de las Cañas, para salir a los llanos tucumanos y unirse al Río Cochuna.

Los Ríos que atraviesan el campo permanecen secos o con un efímero caudal durante la mayor parte del año aumentándolo con rapidez al llegar las lluvias estivales, cortando cauces profundos, excavando los sedimentos.

No existen observaciones meteorológicas para el Campo del Pucará. Esta zona es “alta, húmeda-templada, lluvias estivales regionales-locales, climas de montaña”.

En general El Campo del Pucará constituye una zona de transición entre el clima húmedo de las sierras orientales tucumanas (1500mm anuales) y el semiárido de los bolsones catamarqueños (menos de 300mm anuales). Este pasaje se manifiesta notoriamente en la distribución de los tipos de vegetación.

Al Oeste del Campo se encuentran los bosques xerófilos de los Valles catamarqueños que alcanzan a penetrar hasta cerca de los altos de Sínguil, al Sur del Campo de Pucará.

Hacia el norte el bosque se reemplaza por estepas de gramíneas, debido a las condiciones del suelo que es más coherente y arcilloso que en el sur, y la incidencia del clima es algo más húmeda.

Situado en una posición intermedia a las zonas que hemos mencionado, el Campo posee en general el carácter de una estepa herbácea de altura enclavada en una zona de contacto entre las provincias fitogeográficas del monte de las yungas y el distrito chaqueño.

En el Campo  del Pucará las jarillas son escasas, desaparecen en gran parte en los cordones característicos del oeste.

Abundan también las maravillas ( Flurencia Tortuosa), mezclada con el Suncho o la chilca (Baccaris, Salicifolia) y la hediondilla (Cestrun Pseudoquina). Entre las quebradas encontramos cortaderas (Cortaderias Argénteas), uno que otro arbusto y árbol como algarrobo (Proposis) y palan-palan.

Sobre el pie de las sierras circundantes se presenta una vegetación de árboles y arbustos xerófilos con marcado predominio de Algarrobo Negro (Proposis Nigra).

En la zona más seca y sobre las laderas de las sierras se hallan gramíneas del género stipa características de las estepas del distrito Chaqueño serrano.

Es importante señalar que además hay posibles variaciones paleoclimáticas que pueden haber incidido para hacer el paisaje actual algo diferente al que fue en el pasado. Actualmente este panorama fitogeográfico ha sido profundamente alterado, debido a las actividades agrícolas desarrolladas en estas dos últimas décadas, especialmente en función de la plantación de papa semilla.

En lo que hace a las potencialidades económicas que ofrecía la fauna nativa, contaba con la llama (lama-glama) el guanaco (lama guanical) algunos cérvidos, el suri (Rhea pennata Tarapacensis) y varias especies de tinamiformes, columbiformes y anseriformes. El yaguareté (Panthera onca palustris), el puma (Puma con color puma) y el gato montés (oncifelis geoffroyi salinarum) eran los felinos principales. Tanto la vizcacha (langostomus maximus inmollis) como los cuices (ctenomis) configuran un  agente permanentemente de alteración de la superficie y destrucción de cultivos, por la gran cantidad de cuevas abiertas, proceso en el que también intervienen el peludo (Chaetophractus vellerosus) típico en la zona.

Existen numerosas vías de comunicación desde “el campo” hacia otras regiones, utilizadas actualmente por la gente que habita la zona.

DESCRIPCION DEL SITIO.

TEORIA DE KRISKAUSTKY.

            El sitio está situado a 66° oeste y 27° 47´ sur, se accede desde Catamarca por Sínguil, Las Chacritas  debiendo desviar por la ruta que va a Andalgalá, y hacer 18 Km. De camino secundario hasta la Escuela El Pucará.

El camino atraviesa el Campo del Pucará una extensa llanura que se encuentra alrededor de los 1880 mts. De altura sobre el nivel del mar; el clima es benigno y lo hace apto para la agricultura, principalmente tubérculos, El Campo del Pucará tiene una extensión aproximada de 23 Km de largo por 10 Km de ancho, se encuentra rodeado de altas cadenas montañosas que atemperan el efecto de la altura.

Está moderado por el cordón de Narvaez al oeste, el Aconquija al norte, 5450 mts sobre el nivel del mar, hacia el sudeste de la altiplanicie y sobre un pequeño cerro que rodea el arroyo Pucará, se levanta la fortaleza.

EL PUCARA.

Eran fortificaciones construidas por los indios para hacer frente a eventuales invasiones, y no construían un simple conjunto de construcciones.

En realidad se trataba de una extensa región, en la que existían 3 puntos estratégicos, los cuales habían sido deliberadamente acondicionados para permitir que en su interior pudieran vivir un elevado número de defensores con sus familias.

Estas fortificaciones se erguían en altas mesetas, en las faldas de las montañas, habiendo sido todas sus laderas fortificadas en diversos puntos o en todo su perímetro con elevados muros de piedra. En estos pucarás almacenaban grandes cantidades de alimentos y el agua surgía de manantiales que los indios controlaban, de esta manera podían soportar largos  períodos de sequías y se garantizaba la subsistencia de sus defensores.

DESCRIPCION. (de las construcciones).

Todas las construcciones están realizadas con piedras acomodadas, una sobre otra, para defensas, corrales y habitaciones.                                                                                       

Las construcciones de defensa se distinguen entre las que han sido destinadas para defender elementos naturales y las que destinaron a proteger sus habitantes de ataque de invasiones de otras poblaciones. Las primeras están constituidas por muros de contención, para detener la erosión hídrica que es sumamente activa en zonas desérticas como éstas, en  todas las áreas que forman pequeños cauces o barrancos que pueden derrumbarse con las lluvias,  han sido reforzados con muros de contención que detienen la velocidad del agua y evitan el transporte de aluvión. Las murallas tienen a nivel del piso aberturas que permiten el escurrimiento y evitan el derrumbe que podría producir el agua.

Las otras estructuras de defensa, están constituidas por murallas de varios metros de altura, recintos fortalecidos, los cuales siempre estaban abiertos.

Las murallas por el contrario, sobresalen de la superficie hasta más o menos 3 mts., se encuentran de tanto en tanto atravesadas por aberturas de comunicación, algunas muy grandes de hasta 4 mts de ancho y otras mas modestas, de 1,50 mts, la abertura de mayor amplitud es la que queda directamente al norte (al Cuzco) y por ella  accede a la fortaleza, el camino incaico.

Es también interesante notar que la construcción de las murallas se realizó por partes, utilizando distintas técnicas, en un caso lajas colocadas en sentido horizontal,  otros paneles están realizados en lajas verticales y hay algunas que mezclan las diversas técnicas. Los distintos paneles están separados claramente uno de otro, posiblemente se refleja aquí el sistema mitimaes, que trabajaron para el imperio, es muy probable que sea así y que hayan trabajado en la construcción varias y diferentes etnias.

Las murallas  están emplazadas en las partes de más fácil acceso, y hay porciones del perímetro que no tiene murallas, dando la impresión de una obra  inconclusa. Sin embargo, la distribución de los muros no dejan áreas desprotegidas, siempre que quedan espacios abiertos, por otras de ellas hay murallas que defienden. Las del extremo norte tiene varios niveles para la circulación y agujeros pequeños a  cada altura, que posiblemente sean para arrojar proyectiles, estas aberturas son colocadas en forma trapezoidal, con una piedra superior y otra inferior de umbral.

En todas las aberturas de las paredes incaicas se repite la forma subtrapezoidal, con una parte más ancha arriba y otra más angosta en la inferior.

LOS ESCALONES Y OTRAS ESTRUCTURAS.

Otra característica  incaica, es la existencia de escalones para pasar de un nivel a otro. Si se continúa al sur siempre dentro del Pucará hay varios cientos de metros en construcciones y de pronto se encuentra uno, antes de la verdadera fortaleza, rodeado por una doble muralla, con una separación de 50 a 100 mts entre ellas, con forma semiestrellada, donde las puntas son torretas fortificadas de gran valor defensivo.

Al igual que las primeras murallas, del norte, estas tiene hasta 3 niveles para circular y están atravesadas por aberturas para los proyectiles.

ANALISIS TECNICO.

Continuando con la descripción de las Ruinas del Pucará de Aconquija, hablamos de las murallas defensivas atravesadas por numerosas aberturas que en general se interpretan como torneras o sastreras, estas perforaciones tienen las caras llamativas de estar todas orientadas hacia el pico más alto del Aconquija.

Otras aberturas a través de las murallas están a nivel del piso, indudablemente eran salidas para el agua, en caso de lluvias, para evitar que las aguas destruyan la estructura. Estas aberturas cambiaban de tamaño según se trate de pequeños recintos miden más de 20 a 30 cms de altura, hasta alguna salidas en la muralla principal que tenían más de 1,20 mts de alto. En la parte interna de las 2 murallas hay muchos recintos de distinta importancia, pero entre ellos se destacaba uno que sin duda era el que tuvo preeminencia y estaba destinado al culto, en cada uno de los cuales hay grandes patios, con habitaciones, algunas de ellas tienen ventanas que dan al Aconquija y en las partes más altas, uno de los recintos tiene 4 puertas en la pared más elevada del rectángulo con intervalos de pocos metros entre una y otra, y enfrente a cada puerta en la pared opuesta hay un nicho para cada uno, con la ubicación que siempre a través de las puertas se ven los nichos que son subtrapezoidales y cubiertos de revoque, posiblemente estaban destinados a tener ídolos en cada una de ellas.

Este recinto tiene una pared que da al sur, de más de 6 mts de altura con una segunda pared de refuerzo que forma “banqueta”, por la que puede circularse, esta pared tiene una pequeña puerta secreta de 50 cm de ancho.

LOS INCAS

CULTURA PREHISPANICA.

Antes que los Incas lograran estructurar su imperio, otros pueblos habían alcanzado un ponderable grado de desarrollo. Tres fueron los focos preincaicos más importantes:

-         Cultura Chimú: (asentada sobre los restos de otra más antigua conocida con el nombre de Mochica) ubicada en la zona costera del norte del Perú .

-         Cultura Tiahuanco, asentado en las riberas del lago Titicaca (Bolivia).

-         Cultura Nazca desarrollada en la costa sur del Perú.

            Todas poseían rasgos culturales más  o menos semejantes: en cuanto practicaban la agricultura y la ganadería (domesticaron la llama y la alpaca), distribuían sus viviendas de igual forma y adoraban a los dioses locales.

            La cultura Chimú producía una cerámica de gran valor artístico. Similares características presenta la cultura Nazca. Ambas culturas desarrollaron una rara sensibilidad artística en sus trabajos de terracota, considerados entre los de mayor perfección en el mundo.

 TIAHUANACO.

            A más de 4000 mts de altura, al sur del lago Titicaca, se alzó la ciudad de Tiahuanaco.

            En la actualidad los investigadores se inclinan a considerarla un centro de peregrinación religiosa.

            El destino religioso de la ciudad, confirmado por los edificios dedicados al culto, pirámides de Acapana en cuya cima había un templo, frente a ella se alza el kalasasaya templo de los sarcófagos y un templo semisubterráneo.

            Entre estos dos grupos quedan importantes restos de edificaciones, grandes ídolos bloques de piedra labradas y la notable Puerta del Sol piedra tallada con figuras humanas con cabezas de aves y pumas; se supone que tiahuanaco inició su decadencia luego de un período de guerra.

            Los coyas grupos de pueblos de lengua aymara que bordeaban el Titicaca,

            heredaron la cultura tiahuanacota y la extendieron por todo el altiplano.

                        En el siglo XIV los incas en pleno proceso de expansión, conquistaron la religión.

            El origen de la civilización incaica transita los límites del mito y la historia; los cronistas aceptan la sucesión de 13 emperadores, cuyas conquistas conformaron uno de los más importantes imperios y a la llegada de los españoles abandonaban las repúblicas del Ecuador, Perú y Bolivia, además de una amplia porción de Chile y N.O. de Argentina.

            ORGANIZACIÓN POLITICA: El poder absoluto del Inca, el término de Inca con que se designa a este pueblo ha perdido su sentido originario que era el de jefe. Inca era el título del soberano del imperio, de ahí, entonces que  Inca signifique soberano y noble.

            Como jefe absoluto del imperio el Inca, poseía poderes ilimitados, era sumo sacerdote y general de sus ejércitos; su mujer principal era elegida entre sus hermanas, y acompañaban al Inca además de sus esposas y concubinas, todos sus parientes y los miembros de la más alta nobleza; su heredero era aquel de sus hijos a quién el considerase más capaz para el cargo, lo que ocasionaba en algunas oportunidades crisis e intrigas.

            D. TERRITORIAL: Para su administración, el imperio se dividía en cuatro partes, que en conjunto se denominaba tahuantinsuyu (los cuatro barrios).

-         El CHINCHASUYO, que abarcaba Ecuador y el norte del Perú.

-         El ANTISUYO, que se extendía el este de la cordillera.

-         El CONTISUYO, que tomaba al oeste hasta la costa.

-         El COLLASUYO, que abarcaba al sur del Perú, parte de Chile y una pequeña parte de la Argentina.



Estas regiones de dividían a su vez en provincias (Humamis) y cada humamis en varias  Sayas, las cuales se componían de Allus.

LA CIVILIZACION INCAICA.

El origen de la civilización Incaica, al igual que la de todos los pueblos amerindios, transitan los límites entre el mito y la leyenda, los cronistas aceptan la sucesión de 13 emperadores,  cuyas conquistas conformaron uno de los mas formidables imperios que a la llegada de los españoles, abarcaba las repúblicas de Ecuador, Perú y Bolivia, además de una amplia porción de Chile y el N.O. de la Argentina.

LA SOCIEDAD.

La nobleza estaba integrada por los familiares del inca y altos funcionarios del imperio, estos constituían el grupo privilegiado cuyos miembros fueron llamados por los españoles orejones,  pues tenían las orejas deformadas artificialmente por el peso de sus lujosos colgantes.

Las obligaciones del trabajo productivo recayeron sobre el sector de los púric o sea los hombres adultos que tenían a su cargo el cultivo de la tierra, el cuidado del ganado y las tarea industriales.

REGIMEN ECONOMICO.

El imperio incaico no conoció la moneda ni los impuestos, pero toda la producción era entregada al estado; los púric cultivaban junto a sus hijos una pasarela de tierra para mantener a su familia pero estaban obligados a cultivar las tierras del sol y del Inca.

Las características del terreno, obligaron a la construcción de terrazas cultivables y a emprender obras de riego, de asombrosa eficacia y perfección a tal punto que aún puede observarse el trazado de canales  luego de muchos Kms.

La domesticación de la llama y la alpaca confirió un carácter único a la civilización incaica, la primera usada fundamentalmente como animal de carga, alimento y la segunda proveyó su espeso volumen para la industria textil, también cazaban vicuñas con cuya lana bordaban los más finos tejidos.

ORGANIZACIÓN MILITAR.

    Los soldados se reclutaban mediante mitas especiales, agrupándose a los guerreros según su arma, disponían de hondas, de bolsas de piedras atadas con ligamentos de cuero y de mazas de piedra y metal.

RELIGIÓN.

    Aunque siempre adoraban al sol (Inti) los primeros incas veneraron a Viracocha como Dios creador y señor de todas las cosas. Cuando ascendió al trono el Inca Pachacuti Yupanqui impuso el culto casi absoluto del sol.

EDUCACIÓN.

    Sólo accedían a ella los hijos de los nobles o los curacas. Los Amautas eran los maestros encargados de prepararlos para sus futuras funciones, se les enseñaba los preceptos religiosos, se los instruía  en la política, la historia, la milicia y en el modo de conducirse y hablar elegantemente.

LOS QUIPOS.

     Los Incas no conocían la escritura aun cuando idearon un sistema de cordones y nudos (quipos) cuya disposición en una madeja de cuerdas coloreadas y de diferente extensión les servía para fines artísticos y de contabilidad.

ARQUITECTURA.

    Para construir los muros cuyos restos pueden aún ser admirados en el Cuzco,  los Incas empleaban grande moles de piedra, perfectamente pulidas que ajustaban entre sí, sin ningún tipo de argamasa. En los templos predominan las formas rectangulares, con un número impar de puertas en los lados mayores; la decoración interior era rica, era de oro, plata, tejidos, pero sus techos eran de paja.



COMENTARIOS Y CONCLUSIONES.

    No dejan de plantearse interrogantes sobre la verdadera función de este monumento, puesto que además de una fortaleza de utilidad militar debió tener otras funciones. Fue indudablemente una de esas grandes construcciones del borde del imperio, que cuidó las fronteras de la invasión de los indios de las llanuras que no estaban sujetos al imperio pero además creemos que tuvo importantes usos de otros tipos como la acumulación de productos de las cosechas que se realizaron en el Campo del Pucará, importante llanura que produce papa a secano y el maíz que se cosecha en los grandes campos de cultivos aterrazados que a lo largo del camino incaico – la gran cantidad de puertas estaría destinada al uso redistributivo, para cada grupo podría haber existido un tipo de entradas de acuerdo a su importancia, es notorio como la mayor de las puertas  están a dirección al Cuzco.

    También de allí parten importantes caminos, uno hacia Pomán donde encontraron evidencias de explotaciones mineras incaicas.

    Otra importante función sin duda de tipo ritual, casi con seguridad fue un centro de observación astronómica, las aberturas en las murallas, las cuales dan al cerro más alto de Aconquija. El Pucará que no está en lo más alto de los cerros sino en uno pequeño, cumple una interesantísima función persuasiva, como una obra que en muchos casos sería imposible de llevar a cabo; ¿cuál sería la reacción de los grupos sometidos al imperio cuando se encontraban de pronto con tamaña construcción?.

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