o.- Lejos quedaron la devaluación del real, los miles de despidos y la preocupante fuga de capitales que sufrió cuando los vientos de la crisis amenazaron con causar una verdadera tormenta. Hoy, los empresarios destacan las posibilidades para acceder al financiamiento a tasas accesibles, un gobierno que fomenta y facilita la llegada de la inversión extranjera, un marco jurídico respetado y un sistema impositivo flexible como razones para hacer negocios en Brasil. También destacan el importante volumen de reservas acumulado por Brasil (cerca de u$s 200.000 M), la solidez de su sistema financiero, una inflación bajo control, su pertenencia al G20 y su papel papel protagónico en el escenario económico mundial, además del volumen de su mercado interno y una situación política estable.
Este escenario hace que las multinacionales dejen de lado sus planes para las filiales argentinas, a las que sólo asisten con inversiones destinadas a mantener el statu quo pero sin pensar en nuevos proyectos o estrategias de expansión, más que nada por la incertidumbre que genera la política argentina y el cambiante humor del kirchnerista para relacionarse con el capital extranjero. Medidas como la estatización del fútbol o la decisión de obligar a Telecom Italia a vender sus activos sirven como ejemplo de esta visión.
Como contrapartida entre enero y junio Brasil recibió inversiones por u$s 7000 M y el banco estatal Bndes aprobó créditos por u$s 26.000 M para multinacionales. Es decir, en lo que va del año el país vecino se llevó u$s 33.000 M de los grandes grupos internacionales.
Son muchos los casos que se pueden enumerar para justificar el atractivo de Brasil. En el sector petroquímico, por ejemplo, las mayores empresas aportarán u$s 1335 M para la investigación y producción de derivados del etanol de caña de azúcar y glicerina. Un caso es Dow Brasil, filial de la matriz estadounidense, que invertirá u$s 1000 M en una nueva planta en Minas Gerais. También Repsol YPF anunció 10 proyectos claves y sus ejecutivos admitieron que el negocio de Repsol en Brasil es “el futuro de la empresa”. (El Cronista, Buenos Aires, 01/09/09)
Este escenario hace que las multinacionales dejen de lado sus planes para las filiales argentinas, a las que sólo asisten con inversiones destinadas a mantener el statu quo pero sin pensar en nuevos proyectos o estrategias de expansión, más que nada por la incertidumbre que genera la política argentina y el cambiante humor del kirchnerista para relacionarse con el capital extranjero. Medidas como la estatización del fútbol o la decisión de obligar a Telecom Italia a vender sus activos sirven como ejemplo de esta visión.
Como contrapartida entre enero y junio Brasil recibió inversiones por u$s 7000 M y el banco estatal Bndes aprobó créditos por u$s 26.000 M para multinacionales. Es decir, en lo que va del año el país vecino se llevó u$s 33.000 M de los grandes grupos internacionales.
Son muchos los casos que se pueden enumerar para justificar el atractivo de Brasil. En el sector petroquímico, por ejemplo, las mayores empresas aportarán u$s 1335 M para la investigación y producción de derivados del etanol de caña de azúcar y glicerina. Un caso es Dow Brasil, filial de la matriz estadounidense, que invertirá u$s 1000 M en una nueva planta en Minas Gerais. También Repsol YPF anunció 10 proyectos claves y sus ejecutivos admitieron que el negocio de Repsol en Brasil es “el futuro de la empresa”. (El Cronista, Buenos Aires, 01/09/09)
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