Las elecciones del domingo le dieron a Merkel un segundo mandato al frente de Alemania, con la posibilidad de romper su coalición con los socialdemócratas de centro-izquierda y aliarse con los liberales.
"Alemania debe tener un nuevo gobierno pronto", dijo hoy la canciller.
"Sería fantástico si pudiera saludar a los jefes de Estado el 9 de noviembre con un nuevo gobierno", señaló y agregó que no quiere poner en marcha recortes del gasto que puedan dañar la incipiente recuperación de la economía alemana.
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