Por tratar de preservar a un amigo menor, recibió una fuerte golpiza en la comisaría. Ahora tiene afectado el ojo y oído izquierdo, además de otros golpes en el cuerpo.
El sábado a la madrugada se produjo una gresca entre dos jóvenes menores en el interior de un boliche bailable de Andalgalá, donde un menor resultó golpeado por otro sin aparente causa, donde el denunciante intervino para separarlos. En ese momento apareció la policía, los sacó a todos afuera y cargó a quien le habían asestado un golpe de puño en el ojo, tomándolo según el testimonio del denunciante por el cabello y lanzándolo brúscamente en la caja de la camioneta del móvil policial. Cuando una hermana también menor de éste, se acercó a reclamar a los policías quiso defenderlo y también recibió golpes de parte de los policías, en ese momento ella entre llantos le dijo al verdadero agresor que por su culpa estaban llevando a su hermano y como respuesta éste le clavó una llave de vehículo en el brazo, cayendo ella al piso casi desmayada. Durante el trasladó a la comisaría departamental, los testigos dicen que le fueron pegando a este menor en la camioneta.
Por detrás del móvil policial César Pucheta y la hermana del menor se dirigieron en la moto hacia la Comisaría Departamental para tratar de evitar que lo siguieran golpeando. Al llegar Pucheta le consultó a una policía que estaba de guardia en ese momento sobre el menor. En ese momento apareció un policía y le pegó una trompada a César en el costado derecho de la cabeza. Ante ésta agresión el jóven atinó a defenderse, pero apareció otro policía de civil que lo pechó contra la pared y le pegó un rodillazo en los testículos, de quien trató también de defenderse, entonces apareció un tercer policía que lo golpea y tratan de llevarlo hacia en la celda, y él como no tenía nada que ver en el conflicto, trató de safarse e irse, pero luego apareció un cuarto policía y comenzaron a golpearlo, volteándolo al piso, donde continuaron agrediéndolo, pisándole la cabeza y esposándolo. En ese interín éste jóven informa que recibió golpes de puño y patadas en las costillas, la pierna derecha y le pisaron la cabeza con el botín. Cuando le colocaron las esposas, el oficial Herrera le continuó pegando golpes con la mano en la cara aún estando esposado, causándole un abundante sangrado en la naríz y un corte en la cabeza, mientras le decían "que no eras tan machito".
Por último fué ingresado al calabozo. Allí permaneció por espacio de una hora aproximadamente, hasta que fue llevado al hospital para su revisión médica. La primera revisión fue superficial sin que la profesional detectara que no estaba alcoholizado pero sí golpeado, practicándosele también un dosaje de sangre, que dió negativo, porque Pucheta no ingiere bebidas alcohólicas.
Al regresar a la comisaría es colocado en una celda común.
Alrededor de las 5,30 de la madrugada, llegó el padre de este jóven, a quien el oficial Herrera, le niega la posibilidad de que lo viera, inquiriendo sobre los motivos de la negativa el mismo no cedió y le indicó que regresara alrededor de las 13,00 horas, cuando le hagan la nueva revisión médica antes de darle la libertad. Cerca de las 12 del sabado el padre fué a ver a su hijo, el oficial Herrera se había retirado, encontrándose con otro oficial de guardia, quien le permitió ver a su hijo. En el intertanto el padre abordó al Dr. Luis Garzuzi, quien se comunicó con la Fiscal Martha Nieva, que no se encontraba en el departamento, pero llamó a la Dra. María José Vallejos para que se dirigiera a la comisaría e indicara la libertad tanto de Pucheta como del menor que todavía permanecía en una celda.
Una vez en libertad, padre e hijo se dirigieron a un centro médico privado, donde le practicaron una serie de pericias para determinar los golpes y afecciones que le habían producido producto del maltrato que le propinaron los policías. Dicho examen arrojó como resultado que: tiene afectado el ojo y oído izquierdo, golpes en la pierna derecha, inflamación de partes blandas en la citada pierna, también en costillas y cabeza. La recomendación médica es que el jóven debe ser tratado por un neurólogo, para que determine el grado de afección que existe en órganos de la cabeza (ojo - oído, etc.).
Este lunes padre e hijo se presentarán en la justicia para radicar la denuncia penal por éstos hechos.
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