Un ciudadano del barrio de Huachaschi nos acercó su preocupación por un incidente que sufrió el fin de semana, probamos llamando al 107 y nadie contesta.
Esta persona conto que su madre, una señora mayor de edad sufrió una descompensación el pasado fin de semana, “llame muchas veces al 107 y nadie me respondió”, en ningún momento el sistema indica que este fuera de servicio o algo por el estilo. La cosa es que cualquiera puede llamar y se cansará llamando, y nadie se molesta en contestar, dijo. Y propuso: “haber si ellos (por el personal que debería atender el teléfono de emergencia para recepcionar el pedido) ahora les tocara estar del lado nuestro y con un familiar que puede morir si no recibe atención médica; ¿cómo se sentirían?, ¿qué pasaría por sus mentes de pasar la misma situación que me tocó vivir a mí y a mi familia durante el fin de semana?. Si a mi madre le hubiese pasado algo, que gracias a Dios la pudimos compensar y después la llevamos a una médica en forma particular, quien nos indicó los remedios y ahora está bajo tratamiento, seguro me hubiese ido al Hospital y habría armado un gran escándalo y en estas circunstancias uno no se controla, entonces por favor atiendan los llamados, están en juego las vidas de muchas personas que acuden a este número por una necesidad muy grande, manifestó.
Es cierto que muchos irresponsables juegan con los números de emergencia, llaman al Hospital, a la Policía a los bomberos y lo hacen para divertirse o gastarle una broma a un vecino o a un amigo, cosa que está totalmente fuera de lugar, pero también en la mayoría, estamos quienes de verdad necesitamos que se nos atienda, por nuestra salud, por nuestras madres, esposas, hijos, hermanos, y yo les pido que reflexionen a quienes tienen el deber de atender estas llamadas, porque un día pueden ser víctimas de su propia forma de actuar.
Este ciudadano llamó a nuestra redacción solicitando reserva de su identidad nos dijo: “yo estuve varias veces en la sección de emergencia del Hospital donde suena el 107, las enfermeras van y vienen por el pasillo y nadie atiende, hasta que la llamada se corta”.
Esta persona reiteró que no quería dejar su nombre, porque muchas veces cuando se hacen reclamos en lugar de tomarlo bien, se toman represalias y no quiero que eso me pase ni a mí ni a mi familia.
Desde este medio consultaremos con los directivos del Hospital para saber las razones por las que suceden este tipo de hechos.
Esta persona conto que su madre, una señora mayor de edad sufrió una descompensación el pasado fin de semana, “llame muchas veces al 107 y nadie me respondió”, en ningún momento el sistema indica que este fuera de servicio o algo por el estilo. La cosa es que cualquiera puede llamar y se cansará llamando, y nadie se molesta en contestar, dijo. Y propuso: “haber si ellos (por el personal que debería atender el teléfono de emergencia para recepcionar el pedido) ahora les tocara estar del lado nuestro y con un familiar que puede morir si no recibe atención médica; ¿cómo se sentirían?, ¿qué pasaría por sus mentes de pasar la misma situación que me tocó vivir a mí y a mi familia durante el fin de semana?. Si a mi madre le hubiese pasado algo, que gracias a Dios la pudimos compensar y después la llevamos a una médica en forma particular, quien nos indicó los remedios y ahora está bajo tratamiento, seguro me hubiese ido al Hospital y habría armado un gran escándalo y en estas circunstancias uno no se controla, entonces por favor atiendan los llamados, están en juego las vidas de muchas personas que acuden a este número por una necesidad muy grande, manifestó.
Es cierto que muchos irresponsables juegan con los números de emergencia, llaman al Hospital, a la Policía a los bomberos y lo hacen para divertirse o gastarle una broma a un vecino o a un amigo, cosa que está totalmente fuera de lugar, pero también en la mayoría, estamos quienes de verdad necesitamos que se nos atienda, por nuestra salud, por nuestras madres, esposas, hijos, hermanos, y yo les pido que reflexionen a quienes tienen el deber de atender estas llamadas, porque un día pueden ser víctimas de su propia forma de actuar.
Este ciudadano llamó a nuestra redacción solicitando reserva de su identidad nos dijo: “yo estuve varias veces en la sección de emergencia del Hospital donde suena el 107, las enfermeras van y vienen por el pasillo y nadie atiende, hasta que la llamada se corta”.
Esta persona reiteró que no quería dejar su nombre, porque muchas veces cuando se hacen reclamos en lugar de tomarlo bien, se toman represalias y no quiero que eso me pase ni a mí ni a mi familia.
Desde este medio consultaremos con los directivos del Hospital para saber las razones por las que suceden este tipo de hechos.
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