Integrantes de la División Delitos Informáticos arribaron a la ciudad en horas del mediodía y de inmediato se trasladaron hacia la localidad de Saujil en donde trabajaron bajo las órdenes del juez de Menores de la jurisdicción, Rodolfo Cecenarro.
En horas de la tarde, el establecimiento educativo fue recorrido por los peritos quienes trabajaron en las computadoras en las que el profesor de Historia fallecido utilizaba para cumplir sus funciones. Según informaron fuentes consultadas por El Ancasti, las primeras pericias indicaron que no habría elementos vinculados a pornografía infantil. De todos modos, diversos elementos fueron secuestrados para un control más exhaustivo.
El equipo de especialistas proveniente de Buenos Aires se quedarían hasta hoy en la localidad para continuar con el relevamiento.
Por otro lado, el juez Cecenarro estaba a la espera de las conclusiones de las pericias practicadas a los elementos secuestrados en los diez allanamientos concretados en diferentes puntos en Andalgalá.
El personal a cargo de las pericias pondría a disposición del magistrado un informe acerca de todo el material incautado. En los allanamientos se habían incautado, cd´s, pen drives, discos duros y otros soportes digitales en los que se observaba presencia de material de pedofilia.
En la causa habían sido señalados dos docentes. Uno de ellos, de apellido Vergara Maidana, fue encontrado hace dos semanas en su casa con un disparo en el pecho.
El hombre, profesor de Historia, que tenía horas cátedra en Andalgalá y en Saujil, había dejado una carta en la que sostenía que su decisión se debía al "hartazgo moral".
La causa continúa en manos del juez Cecenarro y nunca fue girada a la Fiscalía Penal como se supuso en un primer momento.
Incidente
Fuentes consultadas dieron a conocer que el jueves pasado se habría producido un incidente entre familiares del fallecido docente quienes irrumpieron en la oficina de Cecenarro y le exigieron la entrega de un teléfono celular que estaba secuestrado. Ante la negativa del juez, los parientes lo insultaron mientras registraban todo con una filmadora.
Cecenarro tuvo que buscar refugio en una estación de servicios cercana.
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