domingo, 11 de abril de 2010

Drogas un flagelo que avanza

Asombro, tristeza, angustia, desesperación, sin salida, sin respuestas...

Muchos de estos sentimientos pasan por la mente de los padres que ven a sus hijos que cayeron en un camino casi sin regreso y la preocupación de aquellos que quieren proteger a los suyos, porque no saben en qué momento alguien les puede dar algo que les cambiará la vida para siempre.
Andalgalá No Está Excento de éste flagelo mundial.
Hace dos semanas en el baño de una escuela, un chico aparentemente bajo efectos de droga, no lo podían hacer reaccionar.
También algunos fines de semanas atrás, de un local bailable sacaron una chica de más de veinte años según circunstanciales testigos, y apelando al lenguaje popular, que estaba dado vuelta y nadie quería hacerse responsable de lo que pasara.
Los distritos también son lugares donde la droga existe y con solo conversar con los vecinos le dirán, los que andan en eso son... . Los tienen perfectamente identificados, a quienes tal vez son víctimas de éste flagelo pero que a su vez se convierten en engranaje del mundo de las drogas.
Zapatillas en los cables, mensajes en lugares visibles, forman parte de una realidad que golpea a una sociedad que tiene droga entre otros males.
Escribir sobre ésta realidad no cambiará la situación, porque en realidad hay en un pueblo que se combulsiona también con la llegada de nuevos portadores, vendedores y gente del lugar que se involucra en este bajo mundo.
Cuando hablamos de éstos casos aclaramos que gracias a Dios es un porcentaje menor de la sociedad andalgalense, pero que va en crecimiento.
La policia trabaja en el departamento y actúa de acuerdo a sus posibilidades, porque para profundizar acciones se necesitan medios, tecnología, móviles, radios e infraestructura que en éste momento no lo cuentan. Si hablamos de móviles policiales, la mayoría están rotos y deben pasar por una burocracia eterna de meses y meses para que les compren un respuesto, mientras tanto, durante éstas largas esperas, la vida de preciados jóvenes se consume y suman a otros.
La policia para trasladarse cuando no tiene movilidad, recurre al municipio quien los auxilia prestándole camionetas, les aporta combustible que también lo reciben de empresas privadas, como para ir tirando, según el dicho popular. No ponemos en tela de juicio el trabajo del recurso humano policial, sino que apelamos a las autoridades que tienen poder de decisión para que reformulen las cuestiones administrativas que dejan desamparada a la sociedad, no solo de nuestro departamento, porque ésta visión es una copia de lo que seguramente le pasa a las comisarías de la provincia.
Este es solo un punto de tantos que se deben considerar.
Apelamos a las autoridades locales y provinciales para que tomen acción conjunta. La ausencia del estado para enfrentar de manera conjunta éstas cuestiones, preocupa y luego cuando este mal se profundiza y un menor delinque lo combate la fuerza pública, que debería ser el último eslabon de ésta cadena.
Antes se debe procurar la generación de empleo, el bienestar social, deportes, actividades culturales, sociales, etc.
Los organismos provinciales y locales deben vertebrar y profundizar el trabajo conjunto con todos los sectores. La problemática tiene muchos componentes y no sirve el accionar de un solo sector sino de un conjunto de actores y autoridades.
Ejemplo: el fútbol es un deporte que contiene a muchos jovencitos. No son todos los casos, pero las 4º, 5º, 6º, 7º de los clubes ubicados en los distritos principalmente, se cansan de pedirles a organismos públicos y privados que les donen pelotas, conos y otros implementos de trabajo, y si uno los va a ver, tienen una pila de notas recibidas, pero nadie se las contesta y menos los aportes solicitados.
Es así que en un club tienen casi 100 niños y tres pelotas en pésimas condiciones. Es solo un ejemplo del descuido, pero cuando hay cosas más graves recién aparentan preocuparse, o aprovechan el momento para fines políticos y no para bien de la comunidad.
Las estadísticas policiales muestran que los delitos se incrementaron de forma notoria en éstos últimos años, y hoy todos pueden ser víctimas de un robo o autorobo, porque cuantas veces se vió a los chicos que cayeron en la droga, vender un electrodoméstico, una garrafa, una bicicleta, lo que sea para comprar. Y como consecuencia la familia se desintegra de a poco, y se enferma con su hijo.
Llamamos a la reflexión a quienes tienen responsabilidades mayores en los sectores públicos y privados, y que tienen la oportunidad de hacer algo más por la comunidad, para que el trabajo se profundice, también los controles, pero antes la contención.

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