Por la sorprendente reproducción de langostas y la posibilidad de que afecte la producción de la zona, personal de la seccional SENASA de la provincia, a cargo del ingeniero Carlos Maldonado, se encuentra trabajando en La Quebrada del Cura, Agua Salada, cerca del límite con el departamento Belén, en la campaña de control de la langosta tipo americana desde febrero de este año.
Las lluvias tardías que se dieron en este sector favorecieron para que el nacimiento de los insectos se incremente y se calcula que hoy en día existe un 20% más de la plaga que hace unos 15 años atrás.
Luego de realizar un monitoreo de la plaga, se comenzó con la fumigación. El veneno aplicado tiene poder de volteo y el área en la que se trabajó durante la semana pasada abarcó una superficie cercana a los 60 kilómetros cuadrados, explicaron los especialistas de SENASA. Además, comentaron que cada manga de langosta tiene dimensiones de 600 x 300 metros; esto afecta directamente a los productores ganaderos del lugar tanto caprino, como vacuno y a los equinos, ya que arrasan con la pastura del lugar en donde se alimenta el ganado, única fuente de ingreso para los pobladores. Las aplicaciones se realizan con moto mochilas.
Las zonas donde se están desarrollando estos trabajos son muy inhóspitas, se encuentran a más de 40 kilómetros de la cabecera departamental de Andalgalá. Por esta razón se debe transportar agua en una camioneta de SENASA para poder realizar en el campo la preparación del veneno necesario para combatir a las langostas.
Según adelantaron los funcionarios del organismo nacional, la próxima semana se continuará con la fumigación a fin de evitar la propagación de la plaga y que pueda llegar a los sembradíos del departamento, que es la principal preocupación de los productores y los especialistas.
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