El nuevo escenario de la UCR provincial promueve de cara al futuro una sensación de gran inestabilidad política. La proscripción de Páez como candidato a presidente del comité provincia deja a las claras una vez más el manejo corporativo y los intereses mezquinos de una dirigencia que en vez de alimentar el partido con nuevas fuerzas delimitan su accionar a una minoría selecta integradas por apellidos tales como Brizuela, Castillo, Jalile, etc. Quienes siguen esta línea política lo hacen dentro de una obsecuencia política que muchas veces ciega la posibilidad de pensar por sus propios medios para ver una realidad diferente a la realidad virtual que les es impuesta. Esto genera sin duda la falta del pensamiento crítico, de reflexión y por sobre todo la posibilidad de un despegue personal para beneficio de su pueblo.
Páez mostró durante todos estos años la iniciativa de oponerse a estas estructuras promoviendo una visión diferente de emancipación política obedeciendo más al pueblo que a las estructuras verticalistas. Lo que constituye según la visión de los lores del radicalismo una conducta revolucionaria y peligrosa. Lo cierto es que Páez ya no es la posibilidad en un futuro sino por el contario, es la realidad y el presente, es el Intendente de nada más y nada menos que de Andalgalá, el departamento más importante de la provincia de Catamarca. Lo que vendrá en el futuro tan solo podrá ser juzgado por los afiliados de la UCR y el pueblo entero.
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