jueves, 5 de enero de 2012

CARTA AL DIRECTOR: Por favor dejemos de velar a nuestros jóvenes.

A toda la Comunidad de Catamarca

Si todos los controles no son suficientes, si las noticias de los accidentes en moto no conmueven a nadie…¿porqué no visitan la sala de trauma del Hospital San Juan Bautista? Y observan a todos los jóvenes postrados, algunos momentáneamente y otros en forma permanente; para siempre condenados a vivir en una silla de ruedas en los mejores casos. Hagamos algo desde nuestros hogares: ustedes padres, hermanos, amigos y conocidos díganle algo a sus hijos “no circules tan rápido hijo; no hagas velarte y llorarte por lo que me queda de vida, colócate el casco protector”. No te olvides que hay padres, hijos, hermanos, amigos que esperan tu regreso.
No son indestructibles, no son invencibles, no tiene repuestos; no se crean pícaros, vivos o superados por cruzar en rojo, andar sin casco o hacer maniobras acrobáticas Los que hoy los aplauden y admiran, mañana los van a llorar. Imaginen su propio velorio, con sus padres y hermanos sin poder entender lo sucedido, y a sus amigos culpando al chofer del auto, camioneta, camión o al conductor de la otra moto (los comprendo), siempre la culpa la tiene el otro y, por último, piensen en la gente (como yo y otros), los que se accidentan con ustedes; el golpe psicológico de los que sí respetan los semáforos, los que ponen guiño para doblar y respetan los límites de velocidad, lo que, en definitiva mueven sus vehículos (como en mi caso), solo para trabajar para mí y mi familia.
El daño económico no importa, sí el emocional y la pérdida de días de trabajo.
Por favor, no hagan llorar a sus padres, hermanos y a todo un pueblo que mira impávido como pierden la vida jóvenes colmados de sueños, proyectos, etc., solo por la rebeldía de andar sin casco, a alta velocidad y sin límites por la vida. Recapaciten por favor y cuando en la penúltima página del diario vean a algún joven, piensen que a ustedes también les puede tocar, y es tan doloroso ver a gente linda y joven que quedan golpeados, mutilados o inválidos porque nadie les dice nada o porque ellos no quieren escuchar.
Créanme, siento mucho dolor cundo a diario observo a papás o mamás cargando en sus motos a 2, 3 y hasta 4 niños a la salida de las escuelas. Sé perfectamente que para vos es un ahorro, pero sus niños no valen lo que un boleto de colectivo, porque si algo les llegara a pasar, toda la vida lamentarían el no haber gastado esos $ 2,00; busquen la forma de ahorrar esas monedas en otra cosa y no arriesguen la seguridad de sus hijos.
Para finalizar, arreglen las luces (hay motos que tienen luces por todos lados, menos las reglamentarias), y a las autoridades, un poco más de compromiso.
Observo a móviles que pasan al lado de motos con 3 ocupantes y nadie dice nada; por lo menos una advertencia ya se estaría haciendo algo por ellos.
Soy el fletero que tuvo el accidente con los chicos de apellido Cardozo en Ahumada y Barros y Sánchez Oviedo.
Juan Carlos Ahumada
14.058.916
Publicado en Diario La Unión hace unos días. 

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