viernes, 17 de agosto de 2012

¿Socios, en qué sentido?


Parece que por fin se abrió oficialmente el debate sobre qué tipo de minería quiere Catamarca. La gobernadora Lucía Corpacci habló de la posibilidad de que la provincia se asocie al proyecto Agua Rica ubicado en Andalgalá.
Por el momento es solo la apertura de la discusión. El esclarecimiento y las definiciones dependerán de cómo se encaren las conversaciones con los distintos sectores interesados, y en particular con la sociedad.
El tema es que con la proclama, la primera mandataria catamarqueña disparó el debate y puso en movimiento la ingeniería del Gobierno para intentar fundamentar ventajas y desventajas de la iniciativa de ser socio del emprendimiento minero en ciernes.
Se trata de ese tipo de negocios que hay que saber leer entre líneas y prestar atención a la letra chica. Buscar emprender con visión de futuro, por eso la preocupación de los detalles de la nueva política de Estado.
 
El quid de la cuestión
Si bien quedó expuesta la intención de asociarnos al proyecto minero, no se puntualizó en qué términos y de qué manera. En otras palabras, no se dijo todavía la clave del contrato o lo medular desde el punto de vista social de la operación económica.
Una iniciativa de la trascendencia de un yacimiento de tamaña envergadura como el de Agua Rica debe entenderse en el marco del análisis costo-beneficio, pero a largo plazo (de 15 a 20 años). Además, una vez que se firmó el acuerdo, ya no se pueden cambiar las reglas del juego.
El negocio de la minería para nosotros no es solo ganar un poco más hoy. Manejarse con ese único criterio podría ser absolutamente contraproducente y a la larga un mal negocio. Lo digo de otra forma. A las contras a futuro hay que negociarlas para que no sean insalvables.
Es el momento en el cual los políticos tienen que tener mentalidad empresarial, atender la lógica del negocio minero en el nivel internacional, manejarse con grandes montos, pero sin perder de vista que un yacimiento minero es un proyecto social.
 
Modelos de política minera
Preguntarse, por ejemplo, por qué la provincia de San Juan tiene un esquema distinto al que se está barajando en Catamarca, es una buena manera de andar con cuidado antes de comenzar una negociación que no conocemos muy bien.
San Juan hace minería, pero no tiene el tipo de sociedades que se sugiere o se insinúa en nuestra provincia. Cómo decirlo, los sanjuaninos se asociaron en algún sentido con las empresas, pero en otro tomaron distancia. ¿Por qué será?
Por lo pronto, la pregunta puntal es en qué aspectos compartir responsabilidades con privados y en qué circunstancia el Gobierno debe conservar la individualidad, no involucrándonos en lo que no estamos seguros que las administraciones posteriores van a poder cumplir. Esa independencia puede ser altamente valorada y provechosa en los tiempos por venir.
 
Fondos directos y automáticos
Si bien la minería como política de Estado debería atravesar todos los gobiernos, también es cierto que tenemos que tomar los recaudos necesarios para no alojar dificultades que con el tiempo conviertan a la sociedad en una incubadora de problemas.
Tener mayores recursos puede parecer buen negocio, pero a la larga puede resultar un pésimo acuerdo. Debe considerarse detalladamente el principio y el final de la operación (prever, por ejemplo, cuestiones como el cierre de mina).
Recuerdo que, aunque busquemos endilgar culpas afuera, ya nos hemos equivocado antes en esto de negociar a largo plazo. Remarco el “nosotros” como Estado. Cada actor de los que más ganan debería resignar un poco para darle satisfacción a los sectores más postergados.
Si pedimos entre un 5 y un 10 % más, que al menos un 3 o un 5 % se destinen a las zonas cercanas al yacimiento minero (Andalgalá, Belén, Santa María). Y mejor si son fondos directos, que sean coparticipables y automáticos.
Asimismo, lo que decimos ahora con este gobierno lo tienen que sostener los futuras administraciones para ser considerados como socios estratégicos y una provincia seria. Las responsabilidades asumidas son ineludibles y no pueden desconocerse después como si no hubiéramos realizado ningún compromiso.
Podemos tener minería sin temor, siempre y cuando los recaudos sociales y ambientales se adecuen a nuestra realidad en términos sustentables. Condición sine qua non para tener minería en Catamarca. Todo es posible si ponemos la tecnología al servicio de la producción. No lo dude.
 
Al servicio de la producción
A ver si se entiende. Si a la larga perdemos más de lo que ganamos, ¿cuál es el negocio? La posibilidad de asociarse a un proyecto minero no es para apresurados, y mucho menos para improvisados.
En la vida no todo es plata, en este negocio entran otras variables. Para ellos (los empresarios), para nosotros (la sociedad) y el Gobierno (nacional y provincial). No le tengamos miedo al paso del tiempo y nos animemos a pensarnos en el futuro.
Como socios somos co-rresponsables en todo. Participar solo de las ganancias es otra cosa. No es fácil imaginárselo, pero obviamente tenemos que hacer un análisis minucioso antes de tomar alguna decisión. ¿Socios, en qué sentido?
 
Por Juan Carlos Andrada (De la Redacción del Diario LA UNION)

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