El químico Federico Schickendantz nació en Landau en 1837; falleció en Buenos Aires en 1896. "En 1861 llegó a Buenos Aires para trabajar en una mina de cobre del arqueólogo Samuel Lafone Quevedo, realizando diversos experimentos e investigaciones con minerales. También exploró la región minera de Pilciao (Catamarca), inventó un procedimiento de disecación del azúcar mediante el trisulfito de calcio y volcó sus conocimientos en avances tecnológicos para la industria azucarera tucumana. Además, fue docente de Física y Química del Colegio Nacional de Tucumán y químico en el Museo de La Plata". (Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002).
Friedrich (Federico) Schickendantz, fue un hombre con un gran caudal de conocimientos. En su época, los hombres de ciencias se caracterizaban por un saber universalista, sin embargo la multiplicidad de disciplinas que conoció y desarrolló le valieron en justa medida el apodo de "el gran sabio alemán".
Se graduó de químico en la Universidad de Heidelberg, y hacia 1855, completó en la Universidad de Munich, sus estudios en Filosofía.
Estando en Oxford, decidió venir a la Argentina a trabajar en una mina de cobre que poseía Samuel Lafone Quevedo. Llegó a Buenos Aires en 1861, y se desempeñó en la mina entre 1862 y hasta 1868.
Allí pudo realizar durante todo ese tiempo diversos experimentos y numerosas investigaciones relacionadas con los minerales extraídos de la mina. Se abocó además a la tarea de determinar qué especies de alcaloides podía extraerse del quebracho blanco, un árbol robusto apreciado por la dureza de su madera.
Su interés llegó a la botánica y construyó diversos herbarios con plantas de la zona catamarqueña. Hieronymus era su amigo y aportó parte de su formación en esta disciplina. Su interés rondó también dentro de la botánica hacia las plantas medicinales y, en 1881, escribió el Catálogo razonado de las plantas medicinales, especialmente de la zona de Catamarca. Lafone Quevedo también influyó en la formación de Schickendantz sobre temas relacionados con la cultura y el lenguaje, incursionando así por la filología y la arqueología.
En 1896, fue designado por Francisco Moreno como químico del Museo de La Plata.
Sin embargo y a pesar de sus innumerables conocimientos, su especialidad siempre fue la química. Así pudo volcar sus conocimientos en avances tecnológicos aplicables a los ingenios de la industria azucarera tucumana, como a sí también a la industria tintorera de esa zona, siendo además un destacado profesor de la escuela de agronomía de la ciudad.
Entre sus obras se encuentran una colaboración con Germán Burmeister para escribir Physikalisch-geographische Skizzedes nordwestlichen Theiles der Argentinischen Provinzen von Tucuman und Catamarca. Tanto Tucumán como Catamarca eran regiones muy conocidas por él y dio fruto a La Agricultura en Catamarca.
Schickendantz murió en 1896.
Fuente: Voces de Anta Hualán
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