San Juan. Fue presidente de Barrick Argentina durante 7 años. Está de acuerdo en la defensa del medio ambiente y, sobre todo, en la necesidad de comunicar los beneficios aportados por la actividad. Durante su visita a San Juan, Hernán Celorrio dialogó con Diario El Zonda.
En torno a las elecciones y después de los comicios se habló mucho de la minería, pero siempre a través de la mala prensa, ¿por qué?
Creo que cuando hay contienda electoral surgen algunos elementos favorables y otros contrarios que desbordan la situación. Es cierto que en este caso hay posiciones más drásticas en contra de la minería y lo entiendo. Lo importante de todo esto es cómo la minería puede expresar y comunicar las ventajas que la minería ofrece. La minería es la generación de actividad productiva y económica sin desmedro del medio ambiente. Esto es algo que nunca se planteó adecuadamente. Creo que toda actividad industrial genera un deterioro, también la agrícola.
Pero, ¿cuál es el principal problema?
El problema es que la minería tiene que trabajar en cómo debe demostrar o cómo puede comunicar cuáles son las ventajas de la actividad. Esto, en términos muy simples, es la generación de actividad económica y productiva sin desmedro del medio ambiente, que es algo que nunca se planteó adecuadamente.
¿Cómo se hizo entonces?
El tema se planteó como dos elementos antinómicos y no es así. Creo que, para ser justos hay que admitir que toda actividad industrial y no industrial genera un deterioro del medio ambiente. A mis alumnos de la facultad les preguntaba: ¿ustedes no creen que el ómnibus, los gases que despiden por el gasoil o la nafta, no deterioran el medio ambiente? Por eso ¿creen que es justificable suprimir los ómnibus, el transporte público de la ciudad? Entonces, seamos razonables. No se trata de dos puntos contradictorios (por minería y medio ambiente), sino de dos puntos que hay que amalgamar.
¿Y cómo se hace?
Para mí es un problema de gradación que hay que proyectar en el tiempo. Si nosotros llegamos a la conclusión de que el caño de escape tiene que tener determinadas características con las cuales aminoramos al máximo la polución y mantenemos el transporte público, creo que va a ser la solución correcta. Pero nadie se puede amparar dentro de 20 años cuando la técnica ya evolucionó y la contaminación se pueda evitar en forma muy superior.
Esto es similar al tema de la huella de carbono. Los niveles de contaminación de ahora no son comparables a los de la década del 70. Exactamente. La comunidad minera, los empresarios mineros han cometido falencias en el esquema de comunicación, por lo tanto tienen que hacer mejoras en los sistemas de comunicación.
¿Tienen que revertir esta situación?
Sí, porque la comunicación no la hacen bien. Vos podés admitir que jugaste bien un partido y lo perdiste, pero si perdiste cinco partidos jugando bien, algo está mal. Yo no soy quien para juzgar los errores en la comunicación, pero lo cierto es que sí los hay. Ahora es cierto que se habla mucho de los problemas del medio ambiente pero en San Juan, que yo sepa, no se ha hablado de ningún desastre ecológico.
¿Considera que se ha politizado el tema del medio ambiente?
El tema del medio ambiente es un tema muy politizado, pero creo que hay que defenderlo fuertemente y hay que ser muy preciso en la defensa de lo que se llama sustentabilidad. Creo que se ha politizado, como también se ha politizado el tema del campo, al margen de si tienen razón o no tienen razón. Lo que tenemos que hacer es tratar de ir despoltizando e ir afrontando técnicamente las diferentes cuestiones.
Es decir, hay que abrir la puerta y hablar de medio ambiente.
Hay que hablar claramente. Yo, cuando estaba en Veladero hicimos una suerte de audiencia pública convocada, fue en la Legislatura, y la verdad, es que había gente que entendía bastante bien del tema y se hablaba del medio ambiente seriamente, en buenos términos.
Me parece que el problema está en que los empresarios dicen, ¿para qué?
Es que no se ha tomado en cuenta la incidencia que tiene la comunicación. Pero eso pasa en muchas actividades porque se piensa que las cosas de por sí demuestran su lucha.
En relación al tema del medio ambiente, parecería que algunos lo utilizan porque se quedaron fuera del negocio. ¿Qué hay de cierto en esto?
Yo digo que para ser ambientalistas tenemos que ser serios y responsables. Hay algunos ambientalistas que son serios y responsables y otros que están convencidos de que las cosas son como ellos dicen. Yo no los puedo mezclar a todos. Hay que hablar seriamente con la gente seria que te lo plantea.
Ustedes trabajaron mucho a través de la Fundación, ¿no es cierto?
Sí, creo que no fue suficiente, pero sí hicimos mucho. Y lo que hicimos fue a través de lo que yo llamo reuniones de convicción, pero de convicción recíproca. No se trata de convencer a nadie, sino de entender el tema y si estoy convencido, trato de convencer. Creo que en el tema medioambiental tengo que estar siempre escuchado y mejorando, lo que sí me parece que no es aceptable es llegar a la condenación de una actividad productiva de esta magnitud.
Es por eso que el país ha perdido muchos distritos mineros...
Sí, y me parece gravísimo. San Juan es el mejor ejemplo de lo que evolucionó la economía provincial gracias a la minería, sobre todo gracias a los proyectos grandes como Veladero y ahora Gualcamayo. Por eso es una pena que otras provincias no tengan esa oportunidad.
Entonces, y a pesar de que algunos colegas suyos se enojen, la conclusión es que la minería tiene que invertir en comunicación, ¿no es así?
De eso no me cabe la menor duda. Siempre que se haga con gente calificada en el tema y definiendo políticas comunicacionales. El tema es que donde se instale una empresa minera, la comunidad tiene que recibir y verificar los beneficios de la actividad inmediatamente.
La realidad marca que los problemas de comunicación de la minería lleva a que tenga hoy por hoy mala prensa. A su vez, las distancias de los grandes centros también repercute porque no se puede observar a ciencia cierta cuál ha sido el cambio en los distintos sectores de la economía. Sin dudas es sobre comunicación donde tendrá que debatir el sector minero. (Diario El Zonda, San Juan, 18/08/09)
En torno a las elecciones y después de los comicios se habló mucho de la minería, pero siempre a través de la mala prensa, ¿por qué?
Creo que cuando hay contienda electoral surgen algunos elementos favorables y otros contrarios que desbordan la situación. Es cierto que en este caso hay posiciones más drásticas en contra de la minería y lo entiendo. Lo importante de todo esto es cómo la minería puede expresar y comunicar las ventajas que la minería ofrece. La minería es la generación de actividad productiva y económica sin desmedro del medio ambiente. Esto es algo que nunca se planteó adecuadamente. Creo que toda actividad industrial genera un deterioro, también la agrícola.
Pero, ¿cuál es el principal problema?
El problema es que la minería tiene que trabajar en cómo debe demostrar o cómo puede comunicar cuáles son las ventajas de la actividad. Esto, en términos muy simples, es la generación de actividad económica y productiva sin desmedro del medio ambiente, que es algo que nunca se planteó adecuadamente.
¿Cómo se hizo entonces?
El tema se planteó como dos elementos antinómicos y no es así. Creo que, para ser justos hay que admitir que toda actividad industrial y no industrial genera un deterioro del medio ambiente. A mis alumnos de la facultad les preguntaba: ¿ustedes no creen que el ómnibus, los gases que despiden por el gasoil o la nafta, no deterioran el medio ambiente? Por eso ¿creen que es justificable suprimir los ómnibus, el transporte público de la ciudad? Entonces, seamos razonables. No se trata de dos puntos contradictorios (por minería y medio ambiente), sino de dos puntos que hay que amalgamar.
¿Y cómo se hace?
Para mí es un problema de gradación que hay que proyectar en el tiempo. Si nosotros llegamos a la conclusión de que el caño de escape tiene que tener determinadas características con las cuales aminoramos al máximo la polución y mantenemos el transporte público, creo que va a ser la solución correcta. Pero nadie se puede amparar dentro de 20 años cuando la técnica ya evolucionó y la contaminación se pueda evitar en forma muy superior.
Esto es similar al tema de la huella de carbono. Los niveles de contaminación de ahora no son comparables a los de la década del 70. Exactamente. La comunidad minera, los empresarios mineros han cometido falencias en el esquema de comunicación, por lo tanto tienen que hacer mejoras en los sistemas de comunicación.
¿Tienen que revertir esta situación?
Sí, porque la comunicación no la hacen bien. Vos podés admitir que jugaste bien un partido y lo perdiste, pero si perdiste cinco partidos jugando bien, algo está mal. Yo no soy quien para juzgar los errores en la comunicación, pero lo cierto es que sí los hay. Ahora es cierto que se habla mucho de los problemas del medio ambiente pero en San Juan, que yo sepa, no se ha hablado de ningún desastre ecológico.
¿Considera que se ha politizado el tema del medio ambiente?
El tema del medio ambiente es un tema muy politizado, pero creo que hay que defenderlo fuertemente y hay que ser muy preciso en la defensa de lo que se llama sustentabilidad. Creo que se ha politizado, como también se ha politizado el tema del campo, al margen de si tienen razón o no tienen razón. Lo que tenemos que hacer es tratar de ir despoltizando e ir afrontando técnicamente las diferentes cuestiones.
Es decir, hay que abrir la puerta y hablar de medio ambiente.
Hay que hablar claramente. Yo, cuando estaba en Veladero hicimos una suerte de audiencia pública convocada, fue en la Legislatura, y la verdad, es que había gente que entendía bastante bien del tema y se hablaba del medio ambiente seriamente, en buenos términos.
Me parece que el problema está en que los empresarios dicen, ¿para qué?
Es que no se ha tomado en cuenta la incidencia que tiene la comunicación. Pero eso pasa en muchas actividades porque se piensa que las cosas de por sí demuestran su lucha.
En relación al tema del medio ambiente, parecería que algunos lo utilizan porque se quedaron fuera del negocio. ¿Qué hay de cierto en esto?
Yo digo que para ser ambientalistas tenemos que ser serios y responsables. Hay algunos ambientalistas que son serios y responsables y otros que están convencidos de que las cosas son como ellos dicen. Yo no los puedo mezclar a todos. Hay que hablar seriamente con la gente seria que te lo plantea.
Ustedes trabajaron mucho a través de la Fundación, ¿no es cierto?
Sí, creo que no fue suficiente, pero sí hicimos mucho. Y lo que hicimos fue a través de lo que yo llamo reuniones de convicción, pero de convicción recíproca. No se trata de convencer a nadie, sino de entender el tema y si estoy convencido, trato de convencer. Creo que en el tema medioambiental tengo que estar siempre escuchado y mejorando, lo que sí me parece que no es aceptable es llegar a la condenación de una actividad productiva de esta magnitud.
Es por eso que el país ha perdido muchos distritos mineros...
Sí, y me parece gravísimo. San Juan es el mejor ejemplo de lo que evolucionó la economía provincial gracias a la minería, sobre todo gracias a los proyectos grandes como Veladero y ahora Gualcamayo. Por eso es una pena que otras provincias no tengan esa oportunidad.
Entonces, y a pesar de que algunos colegas suyos se enojen, la conclusión es que la minería tiene que invertir en comunicación, ¿no es así?
De eso no me cabe la menor duda. Siempre que se haga con gente calificada en el tema y definiendo políticas comunicacionales. El tema es que donde se instale una empresa minera, la comunidad tiene que recibir y verificar los beneficios de la actividad inmediatamente.
La realidad marca que los problemas de comunicación de la minería lleva a que tenga hoy por hoy mala prensa. A su vez, las distancias de los grandes centros también repercute porque no se puede observar a ciencia cierta cuál ha sido el cambio en los distintos sectores de la economía. Sin dudas es sobre comunicación donde tendrá que debatir el sector minero. (Diario El Zonda, San Juan, 18/08/09)
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