lunes, 22 de octubre de 2012

Nos falta ver el final de la película

El pasado viernes se formalizó la primera experiencia asociativa de la empresa Catamarca Minera y Energética-Sociedad del Estado (Camyen-SE) que firmará con la empresa Cat Gold una carta de intención para desarrollar un proyecto minero en Fiambalá (Tinogasta).Claro (con YMAD y Alumbrera), Catamarca viene de una experiencia asociativa que le dejó millones de pesos a la provincia y procura pronunciarla, proyectarla, a sabiendas de que es el único formato que puede garantizarle recursos económicos de la misma o mayor envergadura.
Eso es bueno, pero ¿por qué nos asociamos? Por un lado porque las empresas privadas están dispuestas a hacer exploraciones. En la misma respuesta va incluida la idea y la realidad de que nosotros, como Estado, no podemos explorar por falta de fondos.

Una deuda antigua
Datos importantes. Hay empresas privadas dispuestas a asociarse con nosotros a través de la Camyen- S.E. (expectativas que se rozaban con fuertes dudas sobre si era posible). También la Provincia reconoce nuevamente que el problema de la minería fue el aspecto político-administrativo y no la actividad en sí misma.
Por tanto, he aquí la segunda noticia de importancia que podría ser confirmada hoy, tal vez el mismo día que sea oficializa la puesta en marcha de la empresa estatal minera en su primera operación asociativa. La Gobernadora Lucía Corpacci decidió reglamentar la ley de regalías para establecer qué, cómo, cuándo y por qué utilizar los fondos que provienen de la actividad. Especificar la normativa es una antigua deuda con esta comunidad minera. Sin embargo, tal vez sea necesario enmarcar estos instrumentos (disposición a asociarnos - reglamentación de regalías), en el mensaje conceptual de que el Gobierno sigue desde que asumió, tomando a la actividad como política de Estado.
En este sentido, siempre de acuerdo con el discurso oficial, la minería debería tener un fuerte sentido social. Considerando que todos los proyectos mineros son distintos, y que por supuesto en el medio hay matices, digamos “hay muchas formas de ganar” y “no todo es plata”.


Poblaciones sin jóvenes
Siempre condicionado a la forma en que manejemos las cosas nosotros, desarrollar un proyecto minero en la Puna o Antofagasta de la Sierra tiene que ver más bien con la contención a una población cuyo presente es más que preocupante.
Donde no hay opciones de trabajo y los jóvenes emigran, sin alternativas, no debe extrañarnos encontrar solo niños y ancianos. Los adolescentes sin futuro en esos lugares terminan “abandonando el pago” involuntariamente.
Si un proyecto brinda trabajo con sueldos de siete u ocho mil pesos en blanco, la ganancia no es solo económica, sino también social para el Estado. Aquí es donde debe primar el sentido común al momento de evaluar la fría tablita costo -beneficio.
Se trata de un aporte del sector privado enorme porque se estaría frenando el éxodo de la población y brindando servicios que al Estado le resultaría muy caro o le llevaría años completar por la situación permanente de recursos limitados.

Marco social de la conversación
“Si ustedes (los privados) nos ayudan a que podamos crecer, tener oportunidades de trabajo y más escuelas en el lugar, es un negocio espectacular para nosotros (el Estado)”, ejemplificó el ministro de Producción, Angel Mercado, graficando a la prensa los objetivos del Gobierno.
En este “marco social” es que el Gobierno “negocia” con las empresas. Sabiendo qué es lo que no queremos o no debemos hacer, con seguridad se puede llegar a poner orden paulatinamente y a medida que todos los actores “tiran” en la misma dirección.
Ahora bien, al desarrollo local se le puede sumar una buena renta minera cuando el proyecto tiene la envergadura de Agua Rica. Pero no es lo mismo pensar nada más que en las regalías que hacer pie en el desarrollo local buscando mayores ganancias si la iniciativa así lo justifica.

“Es el momento”
En esta misma línea asociativa y de colaboración es que habló el presidente de YMAD, Manuel Benítez que, tras conversar esta semana con la Gobernadora y el ministro de Producción, recordó que la empresa tiene cincuenta años trabajando con la minería en Catamarca.
“Agua Rica va a abrir una puerta muy importante para el desarrollo”, afirmó Benítez destacando los iniciativas de litio y plata que se van a ir dando. “Éste es el momento”, remató el titular de YMAD.
Benítez sostuvo que Catamarca “es una provincia que está madura” en cuanto a minería se refiere y que sabe lo que puede dar y conseguir a futuro.
Al parecer estamos hablando un mismo idioma. “No hay soluciones milagrosas, simplemente porque no existen, hay que trabajar”, afirmó Mercado desde la política, a lo que Benítez complementó: “Hay mucho por hacer y lo estamos haciendo”, en circunstancias en que YMAD donaba una ambulancia a la localidad de Ampujaco (Belén) a través de un convenio con Provincia.

Mientras esperamos la lista
Asimismo, Alumbrera, a la par del pago de utilidades y regalías, dijo “presente” en innumerables situaciones de necesidad de los catamarqueños como pocas empresas (contadas con los dedos de una mano) instaladas en la provincia. Un ¡Gracias! Públicamente.
Enumerar los aportes de la empresa sería largo y tedioso, pero por ejemplo el lugar donde se efectuará el lanzamiento oficial de la Camyen- S.E. (el Salón Exequiel Soria) se reconstruyó con fondos provenientes de la minería.
Por citar otro caso, el próximo viernes se volverán a proyectar películas en el Cine Teatro Catamarca. Para esto, se cuenta con un proyector de última generación donado oportunamente por Minera Alumbrera.
Todavía le debemos a la ciudadanía la lista completa de todo lo que se hizo con los fondos de regalías mineras. Hay muchas cosas que no se conocen, pero con el tiempo y afortunadamente se irán dejando ver.

Por Juan Carlos Andrada (De la Redacción del Diario LA UNION)

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