José Acosta Jefe de Bomberos Voluntarios de Andalgalá, informó que el día viernes envió una dotación de bomberos voluntarios a la zona del Piscoyuyo donde se inició la quemazón de los cerros. Al llegar la dotación se encontraron con la novedad que el incendio se originó en inmediaciones de donde está construyendo el hotel el Sr. Pablo Rojano. La brigada tuvo que trabajar arduamente para poder sofocarlo, aunque no pudieron extingirlo en su totalidad. El sábado la dotación regresó al lugar para continuar su labor. Gracias a Dios el fuego pudo ser controlado y la lluvia del domingo aplacó el incendio.
A nosotros como institución realizar este tipo de operativos nos genera mucho gasto, no solo el combustible de traslado, sino de insumos, materiales que uno pierde en estas situaciones además de poner en riesgo la integridad física de la gente que como voluntaria se traslada hacia éstos lugares. Los incendios que en estas zonas se produjeron, no fueron por acción de la naturaleza, hubo intención, hubo manos malintencionadas o negligentes, pero alguien lo tiene que frenar. La provincia establece fuertes multas contra aquellos incendiarios, es hora de que la justicia actúe y tome cartas en el asunto, que ponga freno a estos hechos que son reiterados y que también generan un gran daño al medio ambiente, porque se destruye, flora, fauna y las lluvias arrastran esos restos por los cauces de los ríos. Si los animales toman esa agua algunos se enferman o hasta se mueren, y eso mismo está llegando hacia las poblaciones y también afecta a los seres humanos que la consumen.
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