Conciencia Solidaria no es lo que parece. Detrás de la “máscara verde” se esconde una tenebrosa secta, o “grupo de pensamiento cosmosófico”.
Este grupo, llamado Uksim, es uno más de los tantos que inundan con sus “comunidades naturistas” la zona cordobesa del Cerro Uritorco.
Creen en la vida extraterrestre, y en la vida intra terrenal. O sea, que bajo la tierra existen ciudades muy desarrolladas de seres perfectos que esperan el momento adecuado para “subir”.
Así nomás. Esta gente tiene hasta un idioma propio (el Irdim), y un panteón de dioses propios.
Y una de sus palabras preferidas, hasta de culto, es “Conciencia”.
Por ello lo de Conciencia Solidaria. Hasta ahí, todo bien. Cada uno piensa lo que quiere. Ojalá no termine en suicidio masivo, abusos sexuales o apropiación de bienes, como tantos otros casos.
Pero lo que se oculta detrás es de terror. Esta secta es dirigida por un porteño de nombre Daniel Gagliardo.
Gagliardo es un pillo. Un pícaro que aprendió a facturar desde el misticismo. Un tipo de buena labia, capaz de crear, de la nada, toda una cobertura discursiva para sus acciones.
Gagliardo es un ex trabajador del área Comercio Exterior, que vio la luz, y, de la mano del cosmosofismo (del pecúleo de sus seguidores, bah), amasó una impresionante fortuna que incluye campos en Córdoba, casas en Buenos Aires, camionetas cuatro por cuatro, combis, etc. Obviamente, nada está a su nombre…
De acuerdo a fuentes inter planetarias, Gagliardo habría encontrado otro lucrativo negocio en el cosmos… en nuestro país, bah… La deducción del impuesto a las ganancias mediante la donación a ONGs.
Así, Gagliardo y compañía, comentan desde la estratósfera, no haría otra cosa que prestar el sello de Uksim-Conciencia Solidaria para que empresarios y artistas evadan impuestos.
Averigue…
Un detalle: Son varios los artistas nacionales que se enrolaron en las filas de Conciencia Uksim. O al menos, prestan la cara a cambio, de posibles “favores impositivos”.
El contacto con el mundo del espectáculo no es otro que la actual pareja “oficial” de Gagliardo, la madre de la actriz Julieta Díaz (también adoradora de los platos voladores bajo tierra).
De esta manera, el hábil muchacho crece en su negocio, mientras un grupo de seguidores lo cree de verdad un gurú iluminado.
Detrás de Uksim hay muchas, pero muchas historias.
Detrás de Gagliardo, también.
Con el correr de los días las iremos contando, debidamente documentadas…
Marcos Salinas
Periodista de Investigación-UNSTA
msalinas@arnet.com.ar
Este grupo, llamado Uksim, es uno más de los tantos que inundan con sus “comunidades naturistas” la zona cordobesa del Cerro Uritorco.
Creen en la vida extraterrestre, y en la vida intra terrenal. O sea, que bajo la tierra existen ciudades muy desarrolladas de seres perfectos que esperan el momento adecuado para “subir”.
Así nomás. Esta gente tiene hasta un idioma propio (el Irdim), y un panteón de dioses propios.
Y una de sus palabras preferidas, hasta de culto, es “Conciencia”.
Por ello lo de Conciencia Solidaria. Hasta ahí, todo bien. Cada uno piensa lo que quiere. Ojalá no termine en suicidio masivo, abusos sexuales o apropiación de bienes, como tantos otros casos.
Pero lo que se oculta detrás es de terror. Esta secta es dirigida por un porteño de nombre Daniel Gagliardo.
Gagliardo es un pillo. Un pícaro que aprendió a facturar desde el misticismo. Un tipo de buena labia, capaz de crear, de la nada, toda una cobertura discursiva para sus acciones.
Gagliardo es un ex trabajador del área Comercio Exterior, que vio la luz, y, de la mano del cosmosofismo (del pecúleo de sus seguidores, bah), amasó una impresionante fortuna que incluye campos en Córdoba, casas en Buenos Aires, camionetas cuatro por cuatro, combis, etc. Obviamente, nada está a su nombre…
De acuerdo a fuentes inter planetarias, Gagliardo habría encontrado otro lucrativo negocio en el cosmos… en nuestro país, bah… La deducción del impuesto a las ganancias mediante la donación a ONGs.
Así, Gagliardo y compañía, comentan desde la estratósfera, no haría otra cosa que prestar el sello de Uksim-Conciencia Solidaria para que empresarios y artistas evadan impuestos.
Averigue…
Un detalle: Son varios los artistas nacionales que se enrolaron en las filas de Conciencia Uksim. O al menos, prestan la cara a cambio, de posibles “favores impositivos”.
El contacto con el mundo del espectáculo no es otro que la actual pareja “oficial” de Gagliardo, la madre de la actriz Julieta Díaz (también adoradora de los platos voladores bajo tierra).
De esta manera, el hábil muchacho crece en su negocio, mientras un grupo de seguidores lo cree de verdad un gurú iluminado.
Detrás de Uksim hay muchas, pero muchas historias.
Detrás de Gagliardo, también.
Con el correr de los días las iremos contando, debidamente documentadas…
Marcos Salinas
Periodista de Investigación-UNSTA
msalinas@arnet.com.ar
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