Entre dimes y diretes, pasó todo un año en el que la obra de los Desarenadores de La Toma se dejó de ejecutar, con la necesidad imperante que representa la misma, para que la comunidad no sufra la colmatación de plantas potabilizadoras y canales de limo y arena producto del arrastre del río Andalgalá.
La obra se ejecutó en parte por regalías mineras en la primera fase, luego el municipio hizo un convenio para el pago de mano de obra, mientras Minera Alumbrera aportó materiales, en la misma se invirtieron hasta el momento alrededor de 5.000 bolsas de cemento más una gran cantidad de hierro de distinta densidad, durante la gestión del ex Intendente José Perea, y se avanzó hasta la concreción del piso del segundo desarenador, pero resulta inexplicable, el hecho de que la misma no continúe con la imperiosa necesidad de la misma.
Supuestamente la obra tuvo problemas técnicos, pero el avance está hecho, y le falta relativamente poco para que se concluya por lo menos el desarenador Nº 1, con lo cual se evitarían serios y gravosos problemas que se presentan como consecuencia de la época estival.
El agua es un tema que compete a la provincia, más allá de que existan temas vinculados con el municipio, no es excusa para que no se avance, que se investigue lo que se tiene que investigar si es el caso, pero la dilación de un año, es un perjuicio para la comunidad, que un año más se verá seriamente afectado por los numerosos problemas que se ocasionarán por las lluvias.
En tal sentido las autoridades provinciales o municipales si es que corresponde, deberán tomar las debidas cartas en el asunto y hacerse cargo de estas cosas que por las divergencias permanentes dejan como rehenes a la gente, una gran cantidad de usuarios, podemos decir miles, ya que se alimenta las plantas potabilizadoras de La Aguada y Chaquiago, que tendrán las consecuencias de una nueva temporada estival, cuando la obra con tres o cuatro meses de trabajo se concluiría totalmente, incrementando en más de un mil porciento la capacidad de reserva en comparación con el actual desarenador cuya funcionamiento está lejos de proporcionar la decantación de sedimento y material de arrastre de manera efectiva.
Por favor a quien le corresponda, que tome esta responsabilidad y que se concluyan las cosas, y que no porque lo haya iniciado una gestión la otra no se quiere hacer cargo, con los consecuentes riesgos de privar a la comunidad de agua potable y para riego por el tironeo político o por negligencia.
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