El tornado que se abatió sobre la ciudad de Andalgalá el pasado viernes, causó pérdidas totales a algunos productores que como consecuencia de la piedra vieron terminado el sueño de poder cosechar su producción.
Algunos productores indicaron que después de la piedra y el tornado, quedó solo el palo de las plantas de ajíes, cultivo al que muchos apuestan para sustentar su vida familiar. Ahora tendrán que ir por el tomate para ver cómo les va, siempre y cuando no haya otra tormenta de estas características. "Este año ha sido muy duro, la piedra que se desató la vez pasada, tuvo un segundo capítulo y ahora qué hacemos, necesitamos que las autoridades provinciales se hagan eco de este reclamo y se declare la emergencia agropecuaria, porque muchos apostamos a trabajar en el sector privado y es el único medio de vida que tenemos, con este desastre que hacemos", explicó un productor chaquiagueño.
Por otro lado se debe tener en cuenta que este año la producción de fruta ha sido casi nula porque la caída de una fuerte helada fuera de tiempo, nos dejó prácticamente sin ciruelos y duraznos.
El productor que prefirió reservar su nombre dijo que es necesario que tanto el municipio como la provincia comiencen a apuntar en serio a los productores, porque Andalgalá por ejemplo tiene producción temprana de frutas, antes que Mendoza, por eso es necesario que se vayan vertebrando acciones concretas para que se ayude a los productores a entrar en los mercados nacionales, lo que implicará importantes ventajas.
Otro tema es la construcción de bolsones de agua en distintos sectores para que los distritos tengan la suficiente provisión de agua de riego para que tanto Huaco, Malli y Huachaschi por ejemplo tengan su abastecimiento propio. También es importante contar con otros bolsones para que cada distrito no sufra la falta del líquido vital en el tiempo apropiado para que sus cosechas resulten exitosas.
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