sábado, 20 de junio de 2020

Lucía Cirmi Obón: "Incluir la perspectiva de cuidados en este debate es un hecho político"

La directora nacional de Políticas de Cuidados del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad expuso ante la comisión de Legislación del Trabajo que debate la regulación del trabajo remoto
Este miércoles, el ministro de Trabajo Claudio Moroni y Lucía Cirmi Obón, directora nacional de Políticas de Cuidados del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) participaron de la segunda reunión informativa de la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados y Diputadas de la Nación en la que ambos expusieron como representantes del Poder Ejecutivo en el debate que se está desarrollando en ese ámbito sobre la regulación de la modalidad de trabajo remoto. La exposición de Cirmi Obón giró en torno a la necesidad de considerar las tareas de cuidados, la feminización de las mismas y la importancia de regular el teletrabajo con perspectiva de género. La actividad, estuvo encabezada por la diputada Vanesa Siley, presidenta de la comisión.

Al inicio del encuentro, que se realizó de manera virtual, Cirmi Obón aseguró que “incluir la perspectiva de cuidados en este debate es un hecho político”. Y explicó que las mujeres en Argentina dedican el triple de tiempo a la realización de las tareas de cuidado que los hombres.

Tras detallar que limpiar y ordenar la casa; cuidar, entretener y apoyar a niños y niñas, a personas mayores, a personas con discapacidad; dar de comer en el comedor del barrio, organizar la agenda y la logística de traslados de la familia son tareas de cuidados señaló: “Nuestra sociedad todavía no valora estas tareas ni dimensiona el tiempo, el esfuerzo y los recursos que implican”. Y agregó: “Vivimos en una sociedad que considera que las mujeres son las responsables naturales y últimas de estas tareas en los hogares y que ellas lo hacen mejor. Esta es la misma sociedad que cuando esas tareas se compran y venden en el mercado, también espera que esos servicios los brinden las mujeres y tampoco está dispuesta a valorar y remunerar esas tareas como corresponde”.

La directora nacional de Políticas de Cuidados también aseguró que la sobrecarga de estas tareas en las mujeres está vinculada con la feminización de la pobreza; explica gran parte de la brecha salarial entre varones y mujeres; muchas veces está relacionada con la perpetuación de situaciones de violencia de género cuando las mujeres no pueden abandonar un vínculo violento porque al haberse dedicado a cuidar la familia y el hogar dependen económicamente de su agresor; tiene conexión con la limitación en la participación política, empresarial y sindical y, además, profundiza las desigualdades sociales entre las propias mujeres, porque mientras las más pobres no tienen suficientes opciones de apoyo y sienten que “cambian plata” si contratan a alguien para realizar esas tareas, las mujeres de ingresos medios pueden costear esos servicios y seguir trabajando.

“Tenemos como una de las prioridades del ministerio, junto al abordaje integral de las violencias por motivos de género, trabajar para reconocer y redistribuir mejor esas tareas de cuidado tanto entre mujeres varones y otras identidades, como así también entre los hogares, el Estado, el mercado y la comunidad”, expresó. Y señaló que “es indispensable reconocer el cuidado como una necesidad, como un trabajo y como un derecho, el derecho a cuidar y a ser cuidados y cuidadas”, indicó Cirmi Obón.

En ese contexto, aseguró que a la hora de pensar en la regulación del trabajo remoto, es indispensable tener presente que, salvo algunas excepciones, no es posible realizar las tareas de cuidado y el teletrabajo al mismo tiempo. También señaló que la intensidad de las responsabilidades varía según la edad de los niños y las niñas, según el grado de dependencia de las personas mayores a quienes se cuidan y según el tipo de apoyo en la autonomía que necesita la persona con discapacidad si existe alguna en el hogar. A su vez inidicó que en muchos casos las variaciones en las necesidades de cuidado que se deben atender no se pueden planificar ni dividir en el tiempo y que es necesario, además, contemplar la diversidad que existe en la conformación de los hogares ya que en la actualidad solo 4 de cada 10 responden a lo que se considera una familia tipo.

Ante los legisladores y las legisladoras que integran la comisión de Legislación del Trabajo sostuvo que “es necesario que se consideran las responsabilidades del cuidado en esta y otras normativas, se faciliten acuerdos laborales sensibles a las responsabilidades de cuidado y se promueva la corresponsabilidad social y familiar de esas tareas. Queremos que los varones también hagan uso de las facilidades y derechos que se dispongan. No queremos que sean sólo las mujeres. Que el reconocimiento de la actual distribución de las tareas de cuidado no implique legitimarla como una organización correcta. No podemos profundizar el aislamiento y la falta de autonomía económica de las mujeres”. Y concluyó: “Esperamos que esta norma siente un precedente para poner al bienestar y al cuidado, con perspectiva de derechos, en la agenda laboral, y que aporte a construir una nueva organización del cuidado que tenga a la justicia social en el centro, que ponga a los cuidados en el centro de la vida y a la vida en el centro de la economía”.

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