Lito, como todos lo conocían ha sido un vecino que se mantenía en su casa, siendo solidario con vecinos y amigos. Su taller, el lugar donde muchos resolvían sus inconvenientes de sus vehículos. Muchas veces con solo atenciones que él no cobraba. De joven aprendió el oficio de chapista y pintor por Buenos Aires, en Catamarca y finalmente en su propia casa. Su capacidad lo llevó a ser una persona multioficio. Sabía un poquito de todo. Y así solucionaba las cosas para la mayoría de quienes asistían en busca de una solución.
Su generosidad, iba más allá de eso, era regalarle alguna fruta de estación, uvas, duraznos, ciruelos, mandarinas, huevos, yuyos para el mate, a los vecinos, amigos, o conocidos que llegaban a su taller.
Siempre preocupado por su hijo Emanuel. Compartía con él su oficio, transmitiéndole su experiencia, para su futuro.
Nos dejó de manera repentina, una afección, nos privó de su compañía. Familiares, amigos, vecinos se acercaron para despedirlo en el cementerio municipal.
Como vecinos agradecemos la diligencia de funcionarios del municipio de Andalgalá que estuvieron en todo el trámite para su traslado desde Catamarca hacia el cementerio municipal. El lugar de su última morada.
Suma otro vacío en la vida de la comunidad de Chaquiago, que a causa del virus, nos privó de muchos vecinos.
Nuestro más sentido pésame como vecinos de Chaquiago para su hijo Emanuel y para toda su familia y amigos que estuvieron a su lado, en esta triste despedida.
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