El caso del entrenador de fútbol infantil en Andalgalá, acusado de abusar sexualmente de varios niños, sigue en evolución. La Fiscalía Penal de la Segunda Circunscripción Judicial ha continuado con su investigación después de que se confirmara la prisión preventiva domiciliaria del acusado, medida que se mantendrá bajo vigilancia con un dispositivo electrónico por un período de 45 días. Esta decisión, ratificada por el juez de Control de Garantías Martín Maturano Wagner, ha marcado una etapa crucial en el caso, que podría llevar a una revisión y posible agravamiento de las imputaciones contra el entrenador.
El fiscal Martín Camps, a cargo del caso, ha solicitado una junta médica para determinar si el acusado puede ser trasladado al Servicio Penitenciario Provincial en Capayán. Esta medida busca evaluar las condiciones de salud del imputado, lo cual podría influir en la decisión final sobre su situación carcelaria.
El abogado Luis Marcos Gandini, quien representa a la querella, tiene acceso al expediente y la posibilidad de aportar pruebas adicionales. La investigación inicial comenzó en diciembre pasado tras recibir las primeras denuncias contra el entrenador. Inicialmente, el acusado enfrentaba cargos por “abuso sexual simple” y “abuso sexual con acceso carnal, en concurso real, continuado”. Sin embargo, en abril, la defensa presentó un recurso que llevó a la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos a morigerar la imputación a tres hechos de “abuso sexual simple”.
El avance más reciente en la investigación incluye entrevistas realizadas a las víctimas en la Cámara Gesell de Andalgalá, un dispositivo que permite una evaluación forense detallada y grabada de los testimonios. Estas entrevistas han aportado nuevos indicios que podrían ser clave para la posible ampliación de las imputaciones contra el entrenador. El proceso judicial continúa mientras se recopilan y analizan pruebas adicionales.
Las víctimas, quienes asistían al club de fútbol buscando un espacio seguro y de contención, habrían sido engañadas y abusadas por el entrenador bajo la promesa de mejorar su posición en el equipo. La situación se hizo evidente cuando los adolescentes, posiblemente sensibilizados por clases de Educación Sexual Integral (ESI), empezaron a hablar entre ellos y luego a sus padres. La denuncia penal fue presentada por los padres de los niños, quienes escucharon y creyeron en las versiones de sus hijos.
Este caso pone de manifiesto una realidad alarmante: el abuso sexual infantil a menudo ocurre dentro de entornos cercanos y de confianza, como en el ámbito familiar, escolar o comunitario. La Línea 102 de Ayuda a Niños, Niñas y Adolescentes en situación de riesgo ofrece un canal para denuncias anónimas y gratuitas, funcionando las 24 horas para apoyar a quienes enfrentan situaciones de abuso.
Mientras la investigación continúa, se espera que la acumulación de pruebas y testimonios brinde mayor claridad y justicia para las víctimas. El caso sigue bajo vigilancia de las autoridades judiciales, que se mantienen atentas a cualquier nueva evidencia que pueda surgir.
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