Melina arribó a Italia hace más de una semana y comenzó un periodo de adaptación, en la nota cuenta, sus primeras vivencias y aproximación con la tierra que fue patria de alguno de sus ancestros.
La Biker andalgalense cuenta que fue recibida por la familia Comoglio, quienes poseen una fábrica de bicicletas de la especialidad en la que incursiona, asi que ni bien llegó al otro día le entregaron su bicicleta de un rodado más grande del que tenía acá, ya que entrenó y corrió en bicicletas de rodado 27 y la que tiene ahora es rodado 29. En este aspecto, contó que ella también se está adaptando a esta bicicleta, que cuesta un poco llevarla, pero todo pasa por el entrenamiento.
Nos contó que llegó al aeropuerto de Milán y luego partió hacia este pueblito que es pequeño, pero muy pintoresco, muy verde, que tiene un parecido a Chaquiago, es un paisaje bien campestre, pero muy tranquilo.
La familia me recibió muy bien, me hice amiga de su hija Alexandra, con ella, que tiene 18 años, compartimos nuestros idiomas y tratamos de aprender cada una del suyo, ella español y yo italiano, nos quedamos hablando mucho tiempo y con un cuaderno y un diccionario cada una tratamos de entedernos y estoy aprendiendo bastante, pero bueno, ahora estamos aprendiendo los verbos. Pero en cuanto al trato es muy cálido y cordial, me tratan muy bien, me invitan a pasear y el hecho de ir y compartir me gusta porque estoy comenzando a conocer otro país.
Le preguntamos respecto a la cercanía con otros países y Meli nos contó que desde Milán a Suiza está a una hora y media de viaje y Francia a una distancia igual, en tren ida y vuelta en pesos argentinos saldría algo así como 800 pesos.
La comida del ciclista es siempre lo mismo, pastas, ensaladas, acá se come mucha pasta es una costumbre italiana como allá es el asado, sentenció.
Nos contó respecto a la cultura que tiene la población respecto a la limpieza, es muy limpio y ordenado, es totalmente distinta a la Argentina, la basura la separan, lo que es vidrio, lata, plásticos, cartones, todo separdado, no mezclan nada, las calles no tienen veredas, mayormente a la gente no se la ve caminando, se las ve en auto, en moto o en bici, acá las casas son de casi 5 metros, son muy altas, todas pegadas, las calles son muy angostitas, pero es una linda ciudad, tenemos un cementerio cerca, pero el paisaje es bastante lindo, muy cuidada la ciudad, y este pueblito pequeño, pero hermoso.
Esta primera etapa es de adaptación, mi entrenado el chueco Gili, me pasa la rutina que debo seguir la que procuro hacerla al pie de la letra, es muy similar a la que yo venía desarrollando en Argentina, aunque acá los terrenos son un poco más empinados, y es cuestión de acostumbrarse, también hay pistas cerca, por lo que es bueno poder entrenar ahí, porque me ayuda a encontrarle la vuelta a la bici que tengo ahora. Luego voy a cambiar un poco me dijo mi entrenador, ya que me iré preparando de cara al campeonato argentino.
Este año me servirá como experiencia, me dijo el chueco, acá Giácomo el dueño de casa y dueño de la fábrica también me aconsejo diciéndome "si vos queres andar bien, necesitas por lo menos tres años para que se desarrollen las piernas de un ciclista. Asi que tranquila y con paciencia, y este es el primer año aquí en Italia, adaptándome, vine a conocer, aprender, tratando de volver con otra visión.
A pesar de la distancia esta pendiente de las noticias de su pueblo, de sus acontecimientos y todo lo que se pasa en La Perla del Oeste. Hoy por ejemplo hará un gran esfuerzo para prenderse en el superclásico que a hora argentina será a las 21:00 en tanto que en Italia serán las dos de la mañana, pero como buena hincha de boca, no se quiere perder nada asi que estará pendiente nos dijo.
Por último dejó un cordial saludo para la gente de Andalgalá y de Catamarca
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