domingo, 3 de agosto de 2025

CODEPO, un motor de desarrollo integral para la Puna: la visión de Félix Pérez en diálogo con FM Platinum

Desde la Corporación para el Desarrollo de la Cuenca de Pozuelos (CODEPO), Félix Pérez impulsa un modelo productivo que transforma la cría de camélidos, caprinos y ovinos en la Puna jujeña. Con valor agregado, trazabilidad, respeto ambiental y organización comunitaria, el proyecto involucra a más de 700 productores —en expansión hacia 1.500— y abre mercados nacionales e internacionales. En entrevista con Luis Garelli y la locutora nacional Elizabeth Cazón, el dirigente explicó cómo esta iniciativa combina tradición y modernidad para fortalecer la economía local.

En una entrevista exclusiva con "Luis Garelli" y la "locutora nacional Elizabeth Cazón", oriunda de Andalgalá, Catamarca, y radicada en Jujuy, "Félix Pérez" describió el presente y los desafíos de la "Corporación para el Desarrollo de la Cuenca de Pozuelos (CODEPO)". La entidad, que nació para potenciar la economía de la Puna jujeña, ha logrado en pocos años convertir la cría tradicional de camélidos, caprinos y ovinos en una actividad con proyección federal e internacional.

Pérez explicó que el área de acción de CODEPO abarca desde la Yunga y los Valles, hasta la Quebrada y la Puna, con eje en la cuenca endorreica de la Laguna de Pozuelos, declarada monumento nacional. “Antes teníamos tenedores de animales; hoy tenemos productores que manejan su majada con una visión empresarial, pero sin perder las raíces”, señaló.

Uno de los logros más significativos fue la construcción y puesta en funcionamiento de un matadero frigorífico en Cieneguillas, con habilitación del "SENASA" para faenar camélidos, corderos y cabritos. Esta licencia federal permite el tránsito de carnes por todo el país y, en el mediano plazo, la exportación de cortes especiales de llama y cordero 100% orgánicos. El establecimiento cuenta con capacidad para desposte, envasado al vacío y conservación bajo estrictos protocolos sanitarios.

La carne de llama, destacó Pérez, no solo tiene un alto valor gastronómico y nutricional —con menos grasa y colesterol que la carne vacuna— sino que se está posicionando en mercados nacionales por su precio competitivo y su sabor, a mitad de camino entre la carne de vaca y la de cerdo. Paralelamente, la producción incorpora valor agregado con fiambres, chacinados, charqui y chalona, generando empleo y mejorando los ingresos de las familias productoras.

Pero la estrategia de CODEPO es integral. Se aprovechan todos los subproductos: fibra y cuero de llama, fibra de vicuña —obtenida con prácticas de cuidado como el "chacu"—, y hasta abonos orgánicos destinados a cultivos en las yungas. Además, se avanza en proyectos de deshidratado de frutas y verduras para diversificar la oferta de alimentos y ampliar el mercado para productores locales.

Pérez también resaltó el componente organizativo y educativo del modelo. Los productores reciben capacitación para formalizar su actividad, emitir facturas y manejar sus finanzas, lo que les permite salir de la economía informal y acceder a mejores precios. “El objetivo es que el productor no solo viva al día, sino que piense en el futuro y en cómo crecer”, sostuvo.

El trabajo de CODEPO incluye la articulación con otros sectores y provincias. Ejemplos de cooperación con Catamarca muestran el potencial de un “hermanamiento” productivo, aprovechando capacidades complementarias como el lavado y peinado de fibras. Asimismo, la entidad canaliza fondos provenientes de programas provinciales y de responsabilidad social empresaria de empresas mineras para financiar mejoras en infraestructura, acceso al agua, cercos y compra de insumos.

En lo cultural, el proyecto rescata prácticas ancestrales como la esquila comunitaria y la producción artesanal de prendas de vicuña, que pueden alcanzar valores millonarios por su calidad y el trabajo que requieren. “La fibra de vicuña es como el hilo de seda; no solo tiene un valor económico, sino que representa un capital cultural de nuestros pueblos”, destacó Pérez.

El modelo que impulsa Félix Pérez desde CODEPO es más que un plan productivo: es una política de desarrollo territorial que integra economía, cultura y ambiente. Con una red de productores cada vez más amplia, habilitación sanitaria federal y una visión de mercado que mira tanto a la gastronomía como a la industria textil, la corporación se posiciona como un ejemplo de cómo una comunidad organizada puede transformar su realidad. La entrevista de Luis Garelli y Elizabeth Cazón permitió conocer en detalle un trabajo que combina tradición y futuro, y que reafirma que la Puna puede ser protagonista en la economía argentina y regional.

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