Gracias Intendente por la Invitación, gracias por invitarme a compartir esta fiesta que es de ustedes. Esta fiesta que reivindica 356 años de lucha, de pelea, pero también de sueños, de proyectos y de deseo. Quiero decirles de todo corazón que la verdad es que siento emoción de estar hoy acá con ustedes. Porque muchas veces se mira a la Argentina, desde los centros de decisión, se mira a la Argentina desde las oficinas de Bs. As., sin comprender lo que pasa, no en las ciudades como número, sino en las comunidades que son la gente, las familias que viven en cada una de las ciudades. Y estar acá y ver y vivir con qué alegría y con qué orgullo, esa alumna nos recitaba un poema, o estos chicos que nos contaban un pedacito de historia del nacimiento de la Perla del Oeste, nos obliga a cambiar la mirada. Una mirada, que muchas veces está vinculada solamente a la cuestión económica y coincido con el Intendente. No hay futuro, no hay progreso, sin educación y sin trabajo, todo lo demás es cuento, todo lo demás es simplemente condenar a chicos como los que veíamos recién a que el día que quieren desarrollar un sueño, sientan que el único lugar al que pueden subirse para desarrollarlo es a un colectivo que los lleve a otra ciudad. La verdad es que parte de la pelea de este interior profundo, tiene que ser precisamente, que los sueños y los proyectos se puedan desarrollar junto a las raíces, junto a la familia, junto a su propio suelo, junto a su propia historia.
Vivimos un momento muy particular. Cuando cada uno de ustedes paga impuesto, 76 de cada 100 pesos que pagan se van de Catamarca al Estado Nacional. Cuando uno mira, cuándo y cómo vuelven, se encuentra que no vuelven, solo 24 pesos quedan en la provincia o en el municipio y entonces aparece la tentación. La tentación de destruir el futuro, que son nuestros recursos naturales como el agua, con tal de tener un pesito más. No hay que caer en la tentación. Hay que defender lo propio, con convicción y con orgullo y exigir lo que le corresponde a cada uno. No vine simplemente a visitarlos, vine a acompañarlos y a comprometerme a trabajar al lado de ustedes, en cosas chicas, como la recuperación de los terrenos ferroviarios, para que por lo menos esa mentira se transforme en algo disponible para la comunidad de Andalgalá. Y también en las cosas grandes, que tienen que ver con la defensa de la autodeterminación de cada comunidad, respecto de la minería. No se puede decidir desde afuera, el futuro de cada comunidad y vine a comprometerme a estar al lado suyo y de su comunidad, para que, decidan lo que decidan, se respete la decisión de cada uno de ustedes.
Sepan que 356 años es más que la historia de la patria. Sepan, que 356 años tiene que ver casi con nuestra historia como sociedad, pero sepan que más allá de nuestra historia, hoy tenemos la obligación de empezar a mirar en el futuro. Por esos pibes que hoy son víctimas de la droga porque siente que no tienen futuro. Por esos pibes, que hoy son víctimas del estado de indefensión por no tener estudio ni trabajo. Por esos chicos que van al colegio y que sienten que ese mundo que ven en la tele les queda muy lejos. Tenemos que traérselos acá. No puede ser que el desarrollo esté lejos de Andalgalá. Hay que traer el desarrollo a cada uno de los rincones del interior profundo y esa es la tarea y el compromiso que nosotros, los que somos más grande, tenemos para el futuro, para dejarles algo mejor a nuestros chicos. En definitiva, en estos 356 años, hoy es un día también de reflexión, respecto de qué queremos, cuando miremos para adelante, tenemos que soñar que nuestros hijos, sientan que acá en Andalgalá, tienen su lugar, no solamente de presente, sino su lugar de futuro y sueño. Felices 356 años Andalgalá y ojalá que sean muchos, muchos más, festejando el progreso algún día.
Vivimos un momento muy particular. Cuando cada uno de ustedes paga impuesto, 76 de cada 100 pesos que pagan se van de Catamarca al Estado Nacional. Cuando uno mira, cuándo y cómo vuelven, se encuentra que no vuelven, solo 24 pesos quedan en la provincia o en el municipio y entonces aparece la tentación. La tentación de destruir el futuro, que son nuestros recursos naturales como el agua, con tal de tener un pesito más. No hay que caer en la tentación. Hay que defender lo propio, con convicción y con orgullo y exigir lo que le corresponde a cada uno. No vine simplemente a visitarlos, vine a acompañarlos y a comprometerme a trabajar al lado de ustedes, en cosas chicas, como la recuperación de los terrenos ferroviarios, para que por lo menos esa mentira se transforme en algo disponible para la comunidad de Andalgalá. Y también en las cosas grandes, que tienen que ver con la defensa de la autodeterminación de cada comunidad, respecto de la minería. No se puede decidir desde afuera, el futuro de cada comunidad y vine a comprometerme a estar al lado suyo y de su comunidad, para que, decidan lo que decidan, se respete la decisión de cada uno de ustedes.
Sepan que 356 años es más que la historia de la patria. Sepan, que 356 años tiene que ver casi con nuestra historia como sociedad, pero sepan que más allá de nuestra historia, hoy tenemos la obligación de empezar a mirar en el futuro. Por esos pibes que hoy son víctimas de la droga porque siente que no tienen futuro. Por esos pibes, que hoy son víctimas del estado de indefensión por no tener estudio ni trabajo. Por esos chicos que van al colegio y que sienten que ese mundo que ven en la tele les queda muy lejos. Tenemos que traérselos acá. No puede ser que el desarrollo esté lejos de Andalgalá. Hay que traer el desarrollo a cada uno de los rincones del interior profundo y esa es la tarea y el compromiso que nosotros, los que somos más grande, tenemos para el futuro, para dejarles algo mejor a nuestros chicos. En definitiva, en estos 356 años, hoy es un día también de reflexión, respecto de qué queremos, cuando miremos para adelante, tenemos que soñar que nuestros hijos, sientan que acá en Andalgalá, tienen su lugar, no solamente de presente, sino su lugar de futuro y sueño. Felices 356 años Andalgalá y ojalá que sean muchos, muchos más, festejando el progreso algún día.
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