En contrapartida, Sosa valoró como un indicador muy optimista "el
crecimiento matricular que tuvo la Escuela en un año eminentemente atípico, llegando a los 300 alumnos, como resultado del gran esfuerzo que se hizo desde la institución", aunque también reconoció que "ni siquiera logramos llegar al 60% de las expectativas de aprendizaje por las limitaciones naturales que seguimos padeciendo", citando de manera espeical las incomodidades edilicias.
📳 - "CÓRDOBA MANIFESTÓ SU PREOCUPACIÓN POR EL ENORME DETERIORO DE NUESTRO EDIFICIO"
Al referirse puntualmente a uno de los principales obstáculos de su unidad escolar, Sosa sentenció que "Córdoba reconoció su preocupación por el enorme deterioro general de nuestro edificio y, se comprometió en la medida de las posibilidades del municipio, a colaborar para el arreglo del piso de los patios, de algunos cambios de aberturas, del sistemá eléctrico y de otras carencias que siguen vigentes". Igualmente, expuso que "faltan aulas para distribuir de manera equitativa la cantidad de alumnos que tenemos".
Sobre el final de sus declaraciones, agradeció la colaboración del jefe comunal, quien les proveyó de una cocina y una garrafa "solicitada oportunamente, ya que el propósito era ofrecer el servicio de merienda a los chicos en función que la Escuela no cuenta con ningún programa para ese fin". Pero, dijo la directora Sosa, el pedido esencial era equipar el laboratorio y satisfacer la demanda pedagógica: Él nos explicó que, por razones presupuestarias, la compra de ese material es imposible, y se comprometió a efectuar las gestiones para conseguirlo". Ampliaremos.
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