Tucumán - Siete disparos se escucharon en Villa Alem, el sábado a la mañana. Los siete estaban dirigidos a una misma persona, que murió acribillada sobre la vereda, en la esquina de calle Marina Alfaro y pasaje Octaviano Vera. El origen de esas balas sería una historia de amor, celos y venganza.
Enrique Daniel Escobar trabajaba en una gomería de San Cayetano. Fuentes del caso contaron que ahí se encontraba el sábado a la madrugada, cuando alguien le avisó que habían visto a su esposa acompañada por otro hombre en un local bailable que funciona en Marina Alfaro al 800. Si bien Escobar estaba separado de su mujer desde hacía unos días, el hombre no dudó en interrumpir lo que estaba haciendo y salir a buscarla.
De acuerdo con el relato de las fuentes, Escobar entró al baile alrededor de las 5. Efectivamente, encontró a la mujer con un hombre y la obligó a salir a la vereda para discutir. Testigos contaron que Escobar agarró de los pelos a su esposa y que algunas personas que presenciaron la pelea debieron intervenir para defenderla. Entonces el hombre decidió retirarse y caminó por Marina Alfaro, hacia el sur.
En cuanto Escobar dobló por el pasaje Octaviano Vera, se escucharon los disparos. Cuando la gente se acercó y llegaron los policías, el hombre se desangraba sobre la vereda. Tenía siete heridas de bala, distribuidas en las piernas, el pecho y la cabeza. Las fuentes creen que primero le hicieron un disparo y que, cuando el hombre cayó herido, lo remataron en el piso.
Una condena
Más tarde se supo que Escobar había salido del penal de Villa Urquiza el 22 de diciembre pasado. El hombre cumplía una pena por homicidio y había salido de la cárcel con permiso de la Sala VI de la Cámara Penal, según indicaron las fuentes. Además, la planilla de antecedentes de Escobar era extensa e incluía distintos delitos.
El fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila ordenó que el caso sea investigado por personal de la división Homicidios, a cargo de los comisarios Jorge Dib y Daniel Robles. Los policías recorrieron la zona del crimen y entrevistaron a los testigos. También hablaron con la esposa de Escobar, quien quedó aprehendida por disposición de López Ávila.
Los investigadores manejaban tres hipótesis hasta anoche. La primera de ellas apuntaba al supuesto amante de la mujer. Sospechaban que, después de que Escobar los sorprendiera juntos y agrediera a su esposa, el hombre los siguió y lo acribilló a pocos metros del local bailable.
Una segunda posibilidad era que Escobar haya sido víctima de un asalto. Si bien esta es la hipótesis más débil, un taxista aseguró que se encontraba en la esquina de Marina Alfaro y Octaviano Vera al momento del hecho. El chofer dijo que un hombre intentó asaltarlo y que en ese momento apareció Escobar por la esquina, por lo que el ladrón se dirigió hacia él y le disparó para robarle.
Una tercera hipótesis es que el crimen de Escobar estuviera relacionado con alguno de sus tantos antecedentes. Pero ninguna de las tres está confirmada ni descartada.
En la escena del crimen, mientras tanto, una mancha roja cubría la vereda. Era tanta la sangre que había perdido la víctima que hasta el agua que se había juntado por la lluvia en el cordón continuaba teñida de rojo, varias horas después del asesinato.
Fuente: www.lagaceta.com.ar
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