El Partido Justicialista de Catamarca evoca el 24 de febrero de 1946, histórica fecha en que se registró el triunfo electoral de la fórmula “Perón-Quijano”, primero de nuestro aún vigente movimiento nacional y popular.
Hace 70 años, el pueblo argentino pudo, por primera vez en su historia política, votar sin presiones y con la firme convicción de que había optado por el camino hacia la libertad y la conquista de sus derechos.
Perón logró así su primera presidencia con el apoyo indispensable del Partido Laborista, luego que desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, ya realizara inéditos avances en materia de reivindicaciones laborales, que fueron muy bien recibidos por las clases obreras, por muchos años postergadas.
Los sectores oligárquicos que siempre estuvieron en contra de la voluntad popular lo habían encarcelado en octubre del ’45, generando el imperecedero 17 de Octubre, cuando el pueblo trabajador salió espontáneamente a las calles para exigir la liberación de su líder, gestando así la mayor epopeya de la historia política nacional.
Perón estaba convencido de que su fórmula presidencial podía perder sólo si existía fraude, herramienta habitualmente utilizada por parte de los sectores opresores del pueblo argentino. Por tal razón, encomendó a sus seguidores que hicieran especial hincapié en el seguimiento y control de las mesas y urnas en las cuales se llevaría a cabo el sufragio.
Antes, había encabezado y dirigido una desigual campaña “con tiza y carbón”, enfrentando a la fórmula Tamborini-Mosca de la Unión Democrática, conformada -entre otros- por radicales, socialistas y comunistas, y desembozadamente respaldada por el embajador estadounidense en Buenos Aires, Spruille Braden.
Por su parte, el naciente Movimiento Nacional Justicialista, encolumnaba mayoritariamente a los trabajadores, las amas de casa y a los jóvenes excluidos, como así también a distintos sectores políticos de envergadura como FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) con Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz como exponentes sobresalientes.
La transparencia de aquellos comicios fue vaticinada por la propia Unión Democrática que con los primeros datos conocidos propaló su victoria” en “la elección más limpia de la historia”. Con el correr de las horas llegó el aluvión de votos desde el interior, que terminó definiendo la elección a favor del Partido Laborista.
La fórmula Perón-Quijano obtuvo más del 50% de los votos emitidos, es decir, 304 electores contra 72 de la fórmula opositora que había salido ganadora solamente en cuatro provincias. El resto del país daba por primera vez un triunfo abrumador al peronismo.
Hoy, en el 70º aniversario de aquel 24 de Febrero, mirando la historia democrática del país, podemos exhibir el orgullo de decir que desde aquel día el peronismo siempre llegó al gobierno de la Nación por el voto popular de la mayoría del pueblo, sin proscripciones de personas ni de partidos políticos. Y que Juan Domingo Perón ganó tres veces las elecciones nacionales llevando al Justicialismo al poder, del que en dos ocasiones fue desalojado por sendos golpes de estado.
Aquella elección marcó un quiebre en la conciencia nacional: por un lado la oligarquía, la elite dominante que reprimía a los más necesitados y oprimidos, y por el otro la justicia, la dignidad, el trabajo, el bienestar social, el desarrollo de un país productivo, con plena participación popular y sin exclusiones.
Esos eran los valores y principios representados por Perón, que hoy están más vigentes que nunca, y deben mantenerse como estandartes para afrontar los nuevos tiempos del país, en que la vida nacional parece nuevamente acechada por la restauración de los privilegios para los más poderosos, en desmedro de las conquistas y derechos para la mayoría del pueblo.
Partido Justicialista de Catamarca
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