Un puente de esperanza
Alberto, oriundo de Andalgalá, realiza entre cinco y seis viajes anuales a Buenos Aires. Allí, visita laboratorios y gestiona la obtención de muestras médicas. Con la colaboración del transporte de Carlos Haddad, propietario de Expreso Andalgalá, estos medicamentos llegan a su destino final: personas de escasos recursos, hospitales y organizaciones sin fines de lucro en Catamarca.
La Asociación de Diabéticos de Andalgalá (ADDA) ha sido una de las beneficiarias de estas donaciones. En varias ocasiones, se han entregado medicamentos al hospital local y a otras instituciones de la provincia, como en Saujil, Santa María,
Belén y Aconquija. Estas acciones han sido posibles gracias al trabajo conjunto de personas comprometidas con la salud y el bienestar de sus comunidades.Solidaridad en acción
La labor de Alberto no se limita a la entrega de medicamentos. Su compromiso va más allá, al establecer relaciones con laboratorios y coordinar la logística necesaria para que los insumos lleguen a quienes los necesitan. Su accionar desinteresado y constante refleja una profunda empatía y un deseo genuino de mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos.
Un legado de altruismo
En tiempos donde el acceso a la salud se ve obstaculizado por diversas razones, la figura de Alberto Rodríguez se erige como un ejemplo de altruismo y dedicación. Su labor no solo proporciona alivio a quienes reciben los medicamentos, sino que también inspira a otros a involucrarse y contribuir al bienestar colectivo.
La historia de Alberto nos recuerda que, a través de acciones concretas y solidarias, es posible generar un impacto positivo en la vida de muchas personas. Su legado perdurará como testimonio de que la empatía y la voluntad de ayudar pueden transformar realidades y construir comunidades más justas y solidarias.
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