La Gobernadora Lucía Corpacci inauguró anoche la obra de restauración y puesta en valor del Archivo y Museo Histórico, en la tradicional casona de calle Chacabuco al 400, una tarea de gran significado para el resguardo del patrimonio histórico y cultural de todos los catamarqueños.
En 1875 el Sr. Francisco Cubas adquirió al Ing. Francisco San Román, la casona ubicada en calle Chacabuco 425, que es un exponente de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XIX. El edificio muestra una marcada influencia neoclásica italiana.
En esa residencia vivió los últimos años de su vida Doña Genoveva Ortiz de Cubas, esposa del ajusticiado gobernador José Cubas durante la Guerra Civil entre federales y Unitarios.
El inmueble consta de once habitaciones, distribuidas alrededor de dos patios, destacándose en el primero de ellos un aljibe con enrejado artesanal de hierro forjado. La casona presenta en su frente una amplia galería con columnas toscanas, un gran jardín con verjas elevadas de madera y una puerta de rejas artísticas.
La casona fue adquirida por el Estado Provincial en el año 1972, para convertirse en sede el museo y en 1993 el edificio fue declarado de Valor Histórico Arquitectónico por el Municipio.
El museo
En el año 1954, mediante ley provincial N° 1662 se crea el Archivo y Museo Histórico de la provincia. Esta ley se hace efectiva un año y medio después, cundo en mayo de 1956, se inaugura en un sector del edificio ubicado en Rivadavia 1050.
En el año 1972, por iniciativa y gestión del Lic. Gerardo Pérez Fuentes, quien fuera el primer director del Archivo y Museo Histórico, el Estado provincial adquiere la histórica casona.
Ese mismo año se crea la Comisión Amigos del Museo Histórico, que trabaja incansablemente de recolectar los objetos pertenecientes al Museo, que se encontraban dispersos en distintas dependencias.
Finalmente el 22 de julio de 1977 queda inaugurado el Museo Histórico de la Provincia, que funcionaba en la sala mayor de la antigua casona, sala a la que se denominó Sala de los Gobernadores.
Las colecciones
El acervo del Museo Histórico se compone de colecciones integradas por una variedad de objetos que hacen a la vida privada y pública de nuestros hombres y nos acercan a épocas donde se cimentaba la región. Este acervo fue formado en gran medida gracias al valioso aporte de familiares a través de sus donaciones. A pesar de su vastísima historia que nos remonta a épocas de la conquista y colonización, a las guerras de la independencia, el museo Histórico de Catamarca carece de testimonios tangibles de los años anteriores a la declaración de la autonomía.
La colección más importante que posee el Museo consiste en numerosos objetos, documentos y retratos pertenecientes a ex gobernadores catamarqueños desde el año 1821. Posee también elementos de la vida social, institucional y personal de Catamarca, entre otros numerosos y valiosos objetos.
Sala de gobernadores
Esta sala es la más importante de la casona, debido a su arquitectura y ornamentación. Es la sala mayor, donde se desarrollaban las largas tertulias y reuniones sociales de la familia Cubas.
El visitante no podrá dejar de admirarse ante la arquitectura señorial de la sala, con una columna central con capitel, ostentando hojas de acanto estilizadas y cabezas de león, ocho columnas falsas con capiteles de igual ornamentación, cuatro en las esquinas de la sala y cuatro en el centro de cada uno de los muros, que además tiene adosados espejos con marcos dorados.
En este recinto, el recorrido de la sala inicia frente al retrato al óleo de Dn. Nicolas Avellaneda y Tula, 1° gobernador Constitucional de Catamarca, y luego continúa en la galería de gobernadores que van desde el Pro. Pedro Alejandro Zenteno (1834) hasta don Armando Navarro (1963-1966).
Palabras de Lucía
“Creo que hoy es un día donde nosotros estamos cumpliendo dos deudas pendientes; la verdad que cuando uno habla de esta obra tiene que dividirla en dos etapas o en dos contenidos: por un lado lo que es la estructura edilicia porque yo no sé si ustedes recuerdan pero acá funcionaba el Archivo Histórico y teníamos el reclamo durante años, durante mucho tiempo de la gente que trabajaba en el Archivo Histórico de las condiciones en que trabajaban porque se llovía permanentemente además del deterioro que estaba sufriendo documentación muy importante para todos los catamarqueños.
Tomar la decisión de arreglar esta casona no sólo era una cuestión presupuestaria, era una cuestión de que antes de arreglar la casona teníamos que solucionar el tema del Archivo Histórico, por lo tanto tuvimos que destinarle un lugar específico que está en la calle Sarmiento que lo inauguramos a principios del año pasado o el anteaño pasado, y una vez que mudamos la gente del archivo y todos los archivos recién pudimos empezar a intervenir esta casa.
Esa es la cuestión edilicia, tal vez la menos compleja aunque económicamente fue un aporte importante y en eso quiero reconocerle al Ministro de Obras Publicas, Ingeniero Rubén Dusso su incansable trabajo junto a todo su equipo para que aún en momentos difíciles, cuando no nos alcanzan recursos siempre nos damos vuelta y nos ingeniamos para poder completar y cumplir con deudas pendientes.
Yo siempre digo que a lo largo de estos años de gobierno aprendí una cosa, que nadie es fundacional uno sigue haciendo cosas, que otro la empezó y que la idea, y ojalá que todos la tengan, es no destruir lo que otros hicieron sino que en todo caso mejorar, reparar lo que empezó otro. No se debe tratar nunca en un gobierno que porque algo lo hizo otro gobierno lo tenemos que destruir, lo tenemos que denostar.
Fue una muy buena iniciativa recuperar esta casa y no fue nuestra, fue de otro gobierno anterior pero bueno como todas las casonas viejas tienen estos problemas que después sale la crítica de que estuvo mal hecha, la verdad que recuperar una casona vieja siempre es más caro que hacer una casa nueva, y a la larga siempre le salen defectos que la humedad, el techo que se llueve, que la instalación eléctrica tiene algún problema.
Acá se intervinieron muchas cosas y creo que se tomó la mejor solución que fue hacerle un sobretecho para que el tema de la lluvia no sea un problema. Ahora como todas las cosas, los ladrillos son importantes pero la esencia, el alma es otra cosa. Y la esencia y el alma de esta casona es la historia.
A mí me parece que en esa oportunidad, que trabajaron tanto historiadores junto a la Secretaría de Cultura y con todo el equipo de la Secretaria y con el Evea y con la Directora del Evea, lo que se trató en esta oportunidad tratando de mejorar lo anterior de cambiar, no por la vocación de cambiar sino tratando de dar una imagen de lo que verdaderamente pasó en nuestra Catamarca es lo importante.
Tengo que reconocer que esta fue una decisión de la Secretaria de Cultura que a mí no me contó lo que iba a hacer, me contó cuando ya las cosas estaban totalmente encaminadas, felicitaciones Jimena y a todo el equipo porque cuando me dijeron lo que estaban haciendo iba en sintonía con lo que yo siempre creí.
Cuando uno habla de lo que sucedió en Catamarca en la época del dictadura del proceso militar, en verdad no es intención nuestra profundizar heridas, generar desencuentros, lo que nosotros queremos es que la memoria exista para que no se repitan las cosas pasaron y que nos hicieron tanto daño.
Tenemos que saber y tener presente simplemente para que al menor atisbo que estemos sospechando que algo parecido quiere suceder salgamos todos los argentinos a defender nuestra patria.
Cuando nosotros hablamos de nuestra Catamarca la verdad que no mencionamos muchas veces los que fueron nuestros pueblos originarios, los que realmente iniciaron nuestra historia y los negamos. Ponerlos en valor donde corresponde es muy importante, que los chicos sepan que en Catamarca hubo esclavos porque pareciera que acá no hubo esclavos, la esclavitud como llegó a todo el país y a toda América, llegó a Catamarca, que los chicos puedan saber eso es muy importante porque la esclavitud tiene muchas variantes, probablemente hoy no se traiga gente en un barco apresada como se traía, pero ustedes escucharon hablar de talleres clandestinos, ustedes escucharon hablar de toda esa gente que por la desastrosa situación de sus países termina viviendo en América y algunos terminan viniendo a Argentina y la verdad que viven en condiciones de esclavitud, y todavía hay alguien que tiene casi les diría la falta de corazón, de decir que porque los extranjeros vienen nos va tan mal, cuando nosotros somos seres humanos como todos y tendríamos que mirar a esos que están sufriendo también dándoles una mano, eso los chicos lo tienen que saber. Y está bueno que este acá y está bueno que esté Fray Mamerto Esquiú, orgullo de todos los catamarqueños.
Y como decía el profesor Bazán, la verdad que debiéramos todos escuchar todos los discursos porque realmente son una clase de democracia, debiéramos todos aprender de Fray Mamerto Esquiú y Felipe Varela.
De Felipe Varela antes no se hablaba, y yo con qué indignación iba a La Rioja y veía que sus caudillos estaban reivindicados, uno va a Entre Ríos y ve que sus caudillos están reivindicados y los nuestros estaban negados. Esa es nuestra historia y a la historia hay que contarla completa.
Yo quisiera que empecemos a contar la verdadera historia con todos sus matices sin excluir a nadie, entenidendo que todos tuvimos algo que ver en lo que pasó, de un lado o del otro y creo que este Museo nos dará la oportunidad de tener esa lectura, una lectura donde no todos son buenos ni todos son malos. La historia de Catamarca tiene que ser de todos.
Yo deseo que avancemos porque es el único modo de que estar orgullosos de nuestra identidad, de nuestras raíces, de lo que somos. A empezar a estudiar en serio la historia de nuestra provincia, lo que pasó en nuestra provincia, para no cometer los mismos errores y para poder seguir adelante todos juntos”.
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