Los peritos que fueron enviados a Aconquija para investigar el robo de más de 150.000 pesos del correo
determinaron que las únicas huellas halladas en el lugar pertenecerían
al encargado de la oficina, lo cual complicó su situación. Luis Acuña,
que pasó de supuesta víctima a sospechoso, recuperó la libertad en la
jornada de ayer, luego de haberse negado a prestar declaración tras ser
indagado como autor del delito de hurto simple. Ahora, se espera que el
expediente sea girado a la Justicia Federal que es la que tiene competencia en los delitos perpetrados en organismos nacionales.
Así
fue confirmado por fuentes ligadas a la investigación, las que
señalaron que desde el primer momento en el que Acuña radicó la denuncia
afirmando que había sido asaltado, la versión se tornó muy poco creíble
por diversos aspectos. Las cámaras de seguridad en la zona y en el
horario del supuesto atraco no mostraron actividad sospechosa, tampoco
resultó verosímil el relato de cómo se había perpetrado el asalto, ya
que el ahora sospechoso afirmó que lo habían reducido en la habitación
del lugar donde alquila, que lo obligaron a ir al correo y que luego, de
regreso en su casa, lo dejaron maniatado.
Otro hecho sospechoso fue
que cuando habría ocurrido el atraco, la crecida de los ríos hubiera
hecho imposible que los delincuentes se dieran a la fuga.
Además,
entre los peritos que viajaron hacia Aconquija se encontraba un
especialista en huellas, quien determinó que las únicas halladas en el
lugar del hecho se correspondían con el calzado de Acuña.
Con todos estos elementos, la fiscal Martha Nieva decidió imputarlo e indagarlo por el delito de hurto. Luego, tras la imposición de una caución, se ordenó su libertad.
Ahora
se espera que la fiscal eleve un decreto al juez de Garantías
declarándose incompetente y que se remitan las actuaciones a la Justicia
Federal, por ser el Correo Argentino el lugar donde ocurrió el hecho,
un organismo nacional.
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