Abnegación, perseverancia, honestidad, sacrificio, entrega y mucho amor al prójimo

Pocas palabras para describir a Victoria Marcial (Vicky) (andalgalense por adopción), que hace más de una década ayuda a instituciones de Andalgalá como ADDA y otras, con su rol activo en Bs. As. de gestionar medicamentos y otras donaciones para las personas de su Andalgalá y de Catamarca.

Por sus contactos dentro de la prepaga donde trabaja, pudo vincularse con personas de los distintos laboratorios que le donan medicamentos, que a su vez son donados tanto a ADDA, y a centros de salud como a personas particulares, en auxilio de muchos comprovincianos que no tienen el dinero para adquirirlos.

Por el año 2008, comenzó apadrinando la escuela Nº 343 de La Aguada, donde entregó juguetes para el festejo del día del niño, también hizo lo propio con otros establecimientos escolares como El Potrero, donde también organizó junto a los padres el festejo por el día del niño, idéntico hizo en la Escuela de Amanao, colaboró con el Ropero Comunitario en Chaquiago, con el Hospital “Dr. José Chaín Herrera”, Hogar de Ancianos “San Vicente de Paul”, y muchas otras instituciones.

Varias veces estuvo por Andalgalá en estas acciones solidarias acompañada por sus hijos e infaltablemente su madre, siempre acompañando todo su accionar.

Durante la pandemia, se hacía entrega de las donaciones en la casa de su madre, por Avda. 2 de abril sur, siguiendo todos los protocolos para que quienes necesitaban pudieran retirar distintas colaboraciones, a nivel institucional, como también personal. con barbijo, alcohol.

En la Plaza Belgrano de Malli, hizo entrega de ropa, calzados, útiles escolares, juguetes, productos navideños, que la empresa Swiss medical, le donó, por lo que fueron abriendo las cajas junto a su madre y fueron entregando a una muy importante cantidad de gente que se dio cita a esa convocatoria.

En el recorrer de la vida, conoció hace varios años a Jorge Arévalo y cuando ADDA comenzaba sus actividades, ella se arrimó y desde entonces es su madrina, enviándoles unas tres o cuatro veces al año medicamentos, si ella no puede venir de forma presencial, por razones de trabajo y compromisos en Bs. As.

Recolectarlos no es sencillo, más allá de que ella consigue las donaciones, para poder enviarlas para Andalgalá, debe recolectarlas en distintos lugares de Bs. As., porque son varios laboratorios, pero también personas o profesionales particulares que le hacen donaciones, a las que debe buscar, llevar a su casa, embalarlas y luego pagar un flete desde San Martín, hasta Pompeya, donde están los depósitos del servicio de transporte de don Carlos Haddad, que gentilmente se los trae para Andalgalá.

Nunca estuvo en su objetivo sacar ningún rédito de nada de esto, solo es SOLIDARIDAD Y AMOR AL PRÓJIMO.

Cuando le preguntamos, ella responde que eso es parte de la enseñanza de su madre, que vive en Andalgalá, por Avda. 2 de Abril al sur y que se ha internalizado de tal forma que siente una enorme satisfacción de hacer lo que hace por los demás.

Reforzando la seriedad de su apuesta en el año 2018, inscribió la ONG que preside MANOS DE LUZ, a través de la cual puede canalizar las donaciones que continúan llegando como bendiciones para tantos andalgalenses y comprovincianos.

Previo a esto, vale mencionar que ella también formó parte de otra ONG en Bs. As. trabajando como vicepresidenta de la ONG, Corazones Descalzos, realizando numerosos beneficios a través de merenderos y otras acciones solidarias.

Para recaudar fondos, dicha ONG, organizaba eventos, como desfiles de moda, donde fue invitado a ser partícipe y colaborador Roberto Piazza, el estilista de gran trayectoria y renombre en el país.

VICKY SU VIDA:

En su relato cuenta que nació en Catamarca capital. Pero al poco tiempo la familia retornó a Los Nacimientos en Belén, de donde era su padre.

Es hija de Victoria Milagros Flores, a quien describe como una gran luchadora de la vida y Anacleto Dermidio Marcial de Los Nacimientos (padre), quien falleció a los 39 años. Hermana de Juan Antonio Flores (su hermano mayor, quien la acompañaba a recorrer esos esos hermosos lugares para ir a la escuela), dice ella en su relato. También es hermana de Julio Agustín Marcial y Vicente Javier Carrizo.

Luego su familia se trasladó a Los Nacimientos en Belén, hasta los 9 años y luego se radicaron en Andalgalá.

De Los Baños, en Los Nacimientos, al norte de Belén, ella junto a su hermano mayor, Juan, debían transitar un largo camino para poder llegar a la escuela, caminando desde su casa, atravesar un río, donde en épocas de crecidas, debían esperar para que bajara, pero sino le tocaba cruzar a diario de ida y de vuelta y muchas veces con las zapatillas mojadas, llegaba a la escuela con frío y medio congelada, haciendo todo el sacrificio que eso implicaba, para no faltar a clases.

A los 9 años la familia se trasladó a Andalgalá y por esas cosas de la vida, le tocó comenzar a trabajar desde muy chica, casi una niña.

Ella en diálogo con FM Platinum, relató que a la edad de 10 años comenzó a trabajar en un comercio frente a la plaza de Andalgalá, propiedad de doña Consuelo de Malebrán.

Cuando tenía 12 ya se hacía responsable de una caja.

Hacia fin de mes durante una semana viajaban junto a su padre y gente del negocio donde trabajaba, visitando distintas poblaciones del norte de Belén, culminando casi siempre en Farallón Negro.

A los 15 años cuando se mudó a Tucumán, donde trabajó en casas de familias, hasta que luego emigró a Bs. As.

Allá se reencontró con su madre y comenzó a trabajar y estudiar.

Culminó sus estudios secundarios, ingresó a la universidad para estudiar abogacía. Pero como provenía de una familia humilde, su vida la tuvo que dividir entre el trabajo y el estudio.

Por un error administrativo, no pudo continuar cursando su carrera, y tuvo que dejarla en el 4to año.

Vicky es una mamá joven de dos hijos Cintia de 32 años y Maximiliano de 26. Cintia a su vez es mamá de dos pequeñas Victoria de 8 años y Julieta de 5 años.

Trabaja hace casi tres décadas en una prepaga. Vive en el partido de San Martín y desde allí cada día, debe viajar casi dos horas para llegar a su trabajo en Capital Federal a las 6 de la mañana, donde desempeña su tarea administrativa y encargada de ropería hasta las 15 horas.

Hace un tiempo retomó sus estudios de abogacía en UADE (universidad de las empresas) y al salir de su trabajo se queda en capital, para luego realizar el cursado de las materias de su carrera universitaria.

Sus obligaciones educativas culminan tarde y entonces emprende su regreso a San Martín, con otras dos horas de viaje.

Duerme solo 4 horas por día y al día siguiente a las 4 otra vez en pie para viajar y volver a su trabajo.

Esa es su vida de lunes a viernes. El fin de semana lo reparte en su familia y compromisos anexos que tienen que ver con su meta de ayudar a los demás. Recolectar medicamentos, limpieza y un poquito, casi nada descansar para volver a su rutina de cada día.

Como no admirar y agradecer a una persona que jamás buscó rédito de tanto que hizo, porque las donaciones de medicamentos antes de la pandemia, además de ADDA, también se hicieron extensivas a hospitales, municipios de varios departamentos de la provincia.

Vale destacar también que parte de las donaciones que ella consigue en Bs. As. también le llegan a otros catamarqueños, en la Capital, porque ADDA, nació en Andalgalá y a la inversa de lo que pasa siempre puso una sucursal en San Fernando del Valle, donde también se realizan acciones sociales para aquellas personas que carecen de una obra social.

Siempre le llegan notas de pedidos de ayuda para distintas instituciones. Una de ellas fue la escuela del Potrero, para quien consiguió una freezer, que precisaba la escuela, ya que es de jornada completa para poder almacenar alimentos perecederos, como carnes y otros que precisan mantener una cadena de frío.

¿Cómo lo hizo?. En su trabajo, colocó un Telgopor, y puso en grande la nota de pedido de colaboración para la compra del freezer. Sus compañeros de trabajo y ella misma fueron aportando, hasta que se pudo reunir el dinero necesario, fue lo compró de contado y por la gentileza de don Carlos Haddad, se pudo enviar esta hermosa donación.

Ella transformó su actividad en una ONG, que lleva el nombre de MANOS DE LUZ. La inscribió en Bs. As. para darle entidad y poder recibir todas las donaciones.

El sillón odontológico para niños, que se donó al hospital, fue una donación de una donación de la Dra. Elizabeth Alegre, que donó el sillón y todos los implementos, completo. Que se instaló en el Hospital, con la idea de que allí permanezca. Dicha donación, también la compartió con el Rotary Club Andalgalá, que a través del presidente anterior Dr. Mario Scaltritti y su Secretario Jorge Arévalo, se donó al Hospital, con el aporte del Sr. Carlos Haddad en el transporte del mismo desde Bs. As.

Para alguien que no busca nada más que ayudar, solo podemos decirle un MIL GRACIAS ENORME, en nombre de todos aquellos que reciben parte de las acciones que Vicky realiza.