En una jornada que ya se inscribe como histórica, este sábado 24 de mayo, docentes catamarqueños encabezaron una masiva movilización en toda la provincia en rechazo al Decreto 884/2025. Lejos de ser una protesta aislada, la convocatoria se convirtió en un verdadero grito colectivo por la defensa de la educación pública y el futuro de miles de estudiantes. La docencia catamarqueña se puso de pie… y no estuvo sola.
El epicentro fue la Plaza 25 de Agosto en San Fernando del Valle de Catamarca, pero las voces también se alzaron con fuerza en localidades del interior como Pomán, Belén, Santa María, Saujil y Andalgalá. Padres, alumnos, vecinos y comerciantes se sumaron al reclamo, dejando en claro que la escuela pública es una causa común.
En Andalgalá, los comercios exhibieron carteles en sus vidrieras con consignas de apoyo como “Sin educación no hay futuro” o “La escuela pública no se toca”. Desde el ámbito deportivo, también se mostró apoyo: equipos y clubes exhibieron carteles con mensajes en favor de la educación pública y la defensa de las escuelas.
El eje del conflicto es el Anexo 6 del Decreto 884, que establece un mínimo de alumnos por curso para sostener cargos docentes. “Eso en el interior es condenar al cierre de secciones, grados y escuelas. La medida es injusta y desconoce nuestras realidades”, expresaron los docentes autoconvocados. “Sin escuelas, los pueblos se mueren. No defendemos solo cargos, defendemos comunidades”.
"La educación no puede organizarse con criterios de mercado. Donde hay una niña o un niño con ganas de aprender, debe haber una maestra, un profesor, una escuela abierta”, afirmaron.
El Gobierno provincial, por su parte, defendió el decreto argumentando que busca “ordenar la cobertura de cargos y garantizar transparencia y equidad”. No obstante, tras la fuerte presión social, el Ministerio de Educación suspendió la aplicación del Anexo 6 y anunció la creación de una Comisión Permanente de Trabajo para redefinir criterios de organización escolar, incorporando variables como el contexto geográfico, la modalidad educativa y la situación socioeconómica de las comunidades.
Pese a esta medida, los docentes anticiparon que la lucha continuará. “Hoy Catamarca está más viva que nunca. Hoy gritamos con una sola voz en defensa de un derecho. No vamos a permitir que desde un escritorio se decida el destino de nuestras escuelas. La educación pública no se toca”, manifestaron.
La movilización del 24 de mayo marcó un antes y un después en la historia reciente de la provincia. Porque cuando se pone en riesgo la escuela, se pone en riesgo el futuro. Y Catamarca, unida, dijo presente.
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