El equipo técnico de la firma sembró ricino en primavera de 2023 y logró cosechar en junio de 2024. Las muestras obtenidas fueron enviadas a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, donde la Cátedra de Cultivos Industriales analizó el contenido de aceite. Los resultados indican que el ricino cultivado en esta zona produjo un 10% más de aceite que el promedio plantado en el resto de las localidades.
“Creemos en este cultivo y pensamos que puede llegar a ser muy promisorio para la zona”, expresó uno de los encargados del emprendimiento, al compartir los resultados con el gobernador.
Por su parte, Juan José Colica, investigador del INTA con sede en Andalgalá, explicó que la siembra se desarrolló en condiciones naturales, sin fertilización y con apoyo del riego, en la localidad de Huaco con escasa precipitación y a 1000 MSNM. Según detalló, el cultivo muestra buena adaptación y representa una alternativa concreta para el desarrollo agrícola.
“El aceite de ricino se utiliza en aceites industriales de alta calidad e incluso en productos con aplicación en la salud humana. Esta experiencia suma una opción más a la diversidad productiva que caracteriza a nuestro departamento”, señaló Colica.
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