Para inventar historias tenemos que encender nuestra imaginación, pensar soluciones lógicas para cada situación, mantener la coherencia planteada e idear posibles problemas y sus soluciones. Éste es un gran ejercicio para nuestro cerebro.
Cuando los motivamos a inventar cuentos, no solo estamos creando un divertido juego y un gran espacio de conexión, también estamos apoyando a los pequeños a adquirir muchas habilidades cognitivas y emocionales. Los resultados fueron maravillosos.
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