El municipio adjudicó a la Empresa del Arquitecto Ricardo Larcher, la ejecución de esta obra, que tendrá una inversión de 24 millones de pesos y un plazo de realización de 6 meses.
En conferencia de prensa el Intendente Eduardo Córdoba, indicó que la plaza para la comunidad es una carta de presentación y un gran orgullo, el centro de reuniones por excelencia, por lo que la obra buscará dotar de modernidad, de verde en todos los espacios, flores, nuevos asientos, pero sin restarle la esencia que tiene nuestro paseo público central en Andalgalá.
Se cambiarán las baldosas de toda la plaza, se colocarán más luminarias y se realizará una poda diferente para tratar de dar mayor altura y otorgarle al espacio una perspectiva en la que las las luces se explayen y cambien la fisonomía, induciendo modernidad.
El jefe comunal señaló que, la empresa adjudicataria de la obra, contratará alrededor de 20 personas que trabajarán hasta que se culminen los trabajos.
Para eso, y en búsqueda de que la seguridad sea un punto central, se colocó un vallado en todo el perímetro del paseo público, dejando media calzada en las 4 calles que la rodean.
Entre otros expectativas dijo que posiblemente la obra se concluya antes de la fecha pautada.
Un poco de historia.
Corría el año 1895, y en la celebración de la fecha patria del 9 de julio, el entonces presidente de la Comisión Municipal, encabezada por Samuel Lafone Quevedo, presentó, luego del acto central, el plano de lo que sería el diseño de la ciudad de Andalgalá. Bautizándose el paseo público central de Andalgalá como 9 de julio, en alusión a esta fecha, en la que participó la comunidad, junto a los estudiantes de ese momento, que rondaban los 300, según las crónicas y un acta que se redactó para rememorar aquella importante fecha.
Así también se nombró las calles que tienen sentido este oeste, con el nombre de aquellos personajes que tuvieron que ver con la época de la conquista española y que pasaron por esta Perla del Oeste: Bárcena, Núñez de Prado, Pérez Zurita y Mercado.
Luego las calles que tienen sentido norte sur, eran: Rivadavia, San Martín, Belgrano y Vicente López. Este fue el inicio del diseño de la ciudad y ocurrió porsupuesto en la plaza.
Al principio la plaza tenía naranjos que eran dulces y que se plantaron a la orilla de las acequias que la rodeaban, y en su interior, pero como vieron que algunos chicos cortaban las naranjas y las desperdiciaban, otra comisión decidió cambiarlas por naranjas agrias. Aún así estas sirvieron también de alimento, porque en la época de Fabricaciones Militares don Miguel Curi, que lo habían puesto de jefe de la Gamela, donde comían los obreros de Minas Capillitas, las recogía, para hacerles dulce de naranja para los trabajadores.
De los plátanos algunos historiadores señalan que fueron plantados en la época que José Pío Cisneros, fue Presidente de la Comisión Municipal, alrededor de 1941.
Anécdotas
La plaza a principios del siglo pasado, tenía solo un grifo que se habría instalado casi al frente de lo que sería el ingreso a la iglesia San Francisco de Asís.
La Comisión Municipal, dictaminó que, las mujeres solo podían pasar por la plaza y tomar agua de dicho grifo, hasta las 18:00 horas. Fuera de ese horario, la permanencia o uso del grifo, era considerado una actitud indecorosa.
Algunas opiniones
Mirando el diseño de la plaza desde arriba, existen algunas presunciones, según estudiantes de historia de nuestra comunidad, que como la plaza tuvo la participación en ideas de un inglés (Samuel Lafone Quevedo), el mismo (diseño) se asemejaría a la bandera inglesa, sin que se haya llegado a una conclusión determinante.
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